¡°Perdimos dos meses para nada¡±
La minera Bego?a ?lvarez cuenta c¨®mo ha vivido las movilizaciones y la huelga del sector del carb¨®n contra el recorte de las ayudas anunciada por el Gobierno
El 11 de julio no acab¨® su lucha, aunque Bego?a ?lvarez ten¨ªa esperanzas de que la soluci¨®n llegase ese d¨ªa. Esta minera de 39 a?os, nieta, hija y mujer de mineros, estaba en Madrid con miles de compa?eros en la manifestaci¨®n contra el recorte del 63% a las subvenciones del sector. ¡°Cre¨ªa que se iba a arreglar con la marcha negra, pero no. Seguimos¡±, lamenta con una mueca triste en la cara.
Aunque agradece constantemente el apoyo de la gente, recuerda con indignaci¨®n el recibimiento de la polic¨ªa. ¡°Antes de que la manifestaci¨®n llegara al final, ya estaban disparando pelotas de goma¡±. Y recalca: ¡°Somos mineros, no terroristas como algunos nos ponen¡±. Su d¨ªa m¨¢s amargo fue el 18 ¡ª¡°el que peor me he sentido¡±, dice¡ª cuando asisti¨® con otras mujeres al Congreso de los Diputados. Desde que entraron a una cafeter¨ªa cercana ataviadas con el mono de trabajo, un grupo de guardias civiles las vigilaba. ¡°Al principio pensamos que era una casualidad que estuvieran all¨ª, pero incluso sal¨ªan a la calle cuando nosotras ¨ªbamos a fumar un cigarro¡±, dice. Pero ¡°lo m¨¢s humillante¡± fue cuando la dejaron en bragas y sujetador ¡ª¡°literalmente¡±¡ª en el control previo al acceso a la C¨¢mara baja.
?lvarez ha estado en huelga desde el 28 de mayo hasta el 3 de agosto, sin cobrar sus 1.300 euros (netos) mensuales. ¡°Estamos peor que al principio, hemos perdido dos meses de sueldo para nada¡±. Madre de dos hijos adolescentes, no comparte la decisi¨®n, pero entiende los motivos que han propiciado la vuelta a la actividad. ¡°Llega la vuelta al cole y hay que comprar la cartera a los ni?os¡±, dice. ¡°La gente quiere trabajar porque estaba ahogada econ¨®micamente¡±. La minera cree, sin embargo, que se retomar¨¢n las movilizaciones, aunque los cuatro compa?eros encerrados bajo tierra en el pozo San Nicol¨¢s (Mieres), en el que ella trabaja, hayan salido y la mina haya vuelto a la normalidad. ?lvarez defiende continuar con la batalla ¡°pac¨ªficamente¡± por que ¡°se cumpla lo pactado¡±. Es miembro de la plataforma Mujeres del Carb¨®n en Lucha. ¡°Nos manifestamos con pancartas, no rompemos escaparates, ni cortamos carreteras. Hacemos sentadas y cuando nos echan nos vamos¡±, explica.
Cuando era ni?a mi padre ya me dec¨ªa que se o¨ªan rumores de cierre de las minas¡±
La mayor¨ªa de los pozos de su pueblo, Tur¨®n (Asturias), han cerrado. Es f¨¢cil encontr¨¢rselos en un paseo. Al verlos, ?lvarez siente rabia e impotencia, pero ¡°de momento¡± no ha llorado ante la posibilidad de quedarse sin trabajo. Su petici¨®n es que se mantengan sus puestos y piensa que los sindicatos llegar¨¢n a un acuerdo que aceptar¨ªa ¡°aunque suponga ceder un poco¡±. Tampoco descarta la reubicaci¨®n en otro empleo ¡°aunque sea arreglando farolas¡±. La minera, sin embargo, dice que le gusta lo que hace. ¡°Lo m¨ªo es estar dentro. Lo dice mi cargo: ayudante minero de interior¡±. Es lo que ha hecho los ¨²ltimos nueve a?os y el del carb¨®n ha sido su ¨²nico trabajo. Antes era ama de casa. Se meti¨® en la mina contra los consejos de su familia. ?No sab¨ªa entonces que el sector no ten¨ªa futuro? ¡°Cuando era ni?a mi padre ya me dec¨ªa que se o¨ªan rumores de cierre. Y todo ha seguido. Cada uno dice una cosa y ya no sabes a qui¨¦n creer. Yo creo que carb¨®n y dinero, hay¡±, responde.
?lvarez insiste en que esto afecta a familias enteras. ¡°No es solo la miner¨ªa, es todo Asturias¡±. En las cuencas de carb¨®n de la regi¨®n gran parte de la poblaci¨®n se dedica a esta actividad. Por eso ?lvarez ha tomado una determinaci¨®n: los comercios que no cierran cuando hacen una manifestaci¨®n desaparecen de su ruta de compras. ¡°Mi marido me dice que soy muy radical¡±, admite. Pero no volver¨¢ a la ¨²nica mercer¨ªa del pueblo por este motivo. ¡°Todas las mujeres que venimos somos mineras, mujeres o hijas de mineros¡±, recuerda que le dijo a la due?a cuando esta le espet¨® que estaba cansada de las movilizaciones. ¡°Como quiten la miner¨ªa de poco vamos a vivir y el que diga lo contrario, miente¡±, zanja.
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