Debemos atender

La asfixiante situaci¨®n econ¨®mica de nuestro pa¨ªs est¨¢ llevando al Ejecutivo a adoptar medidas de recorte y contenci¨®n del gasto p¨²blico por medio de leyes, reales decretos y otras normas, incluso en pleno mes vacacional. Ahora toca el turno a un tema altamente sensible desde el punto de vista social, como es la regulaci¨®n de la asistencia a los ciudadanos extranjeros no beneficiarios que no hayan cotizado nunca.

Este es un tema que ya calentaba motores a lo largo de los ¨²ltimos meses y que ha generado debate y controversia, por lo delicado desde el punto de vista ¨¦tico, profesional y desde posicionamientos sociol¨®gicos y pol¨ªticos. Hay que recordar que desde el punto de vista ¨¦tico y deontol¨®gico los m¨¦dicos debemos atender a cuantos ciudadanos soliciten nuestra ayuda, sin distinci¨®n de raza, ideolog¨ªa, condici¨®n, estado social o nacionalidad. Tambi¨¦n es cierto que, como profesionales asalariados en el sistema p¨²blico, debemos velar por una adecuada equidad en el sistema y por una redistribuci¨®n adecuada de los gastos.

En estos casos, los profesionales debemos hacer compatibles los criterios econ¨®micos junto a los profesionales, haciendo que se armonicen de manera adecuada y tratando de que si alg¨²n criterio sobresale, siempre sea el m¨¦dico y human¨ªstico. Este hace imperioso que la salud p¨²blica, de la que dependen temas comunitarios de gran trascendencia como control de infecciones, vacunaciones, etc¨¦tera, tenga una regulaci¨®n de las Administraciones para garantizar su eficacia y optimizaci¨®n de costes.

Los principios b¨¢sicos de la ¨¦tica m¨¦dica como la No maleficencia, la Autonom¨ªa, la Justicia y la Beneficencia son los pilares b¨¢sicos de todo ejercicio profesional, y no debemos sentirnos presos de coacciones y condicionantes pol¨ªticos, econ¨®micos o de cualquier otro tipo, que no redunden en beneficio del paciente.

Es evidente que hay que regular el turismo sanitario incontrolado y la emigraci¨®n ilegal, pero no se nos puede pedir a los m¨¦dicos que vayamos en contra de nuestro propio c¨®digo ¨¦tico. Los m¨¦dicos debemos hacer una adecuada gesti¨®n de los fondos p¨²blicos, pero tambi¨¦n debemos atender a nuestros pacientes, aun siendo emigrantes. La cordura debe de imponerse y existen otras medidas de control del gasto que pueden llevarse a cabo sin menoscabo de vulnerar los principios ¨¦ticos.

Julio Zarco es expresidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Generalista (Semergen).