La burbuja universitaria
A esta altura de la larga pel¨ªcula parecen bastante claras las causas espec¨ªficas de la crisis en Espa?a: unos l¨ªderes pol¨ªticos regionales y locales aliados con especuladores varios, especialmente inmobiliarios, han hundido unas cajas de ahorro que hasta hace unos pocos a?os eran un modelo de banca social. Mientras tanto, los que ten¨ªan que vigilar incumplieron su deber b¨¢sico de evitar el desorden generalizado o fueron demasiado cobardes para frenar la alegr¨ªa generalizada en la que demasiados ciudadanos de a pie participaron sin pensar bien en d¨®nde se met¨ªan.
No afirmar¨¦ que el comportamiento de la universidad espa?ola en estos ¨²ltimos a?os haya sido el mismo que el de las cajas de ahorro, pero lamentablemente ha tenido rasgos en com¨²n.
La universidad espa?ola hace a?os que inici¨® un proceso de crecimiento y mejora realmente notable (en buena medida como el resto del pa¨ªs). Sin embargo, hace tiempo que empezaron a aparecer algunos problemas estructurales que nos hac¨ªan a muchos prever que avanz¨¢bamos por caminos peligrosos: sistemas de financiaci¨®n injustos y poco estimuladores de la eficiencia; carencia de un sistema de ayudas a los estudiantes realmente eficaz; falta de una verdadera carrera profesional a la vez flexible, incentivadora del m¨¦rito y eliminadora de vagos; y por encima de todo el grave problema de la gobernanza de las universidades que han estado dirigidas (en esto s¨ª se parecen mucho a las cajas) con criterios pol¨ªticos (cuando no politiqueros), localistas (cuando no meramente palurdos) y casi siempre por personas con escasa capacidad gestora, de escaso liderazgo y sin visi¨®n de futuro.
En este entorno, no muy diferente del dominante en el resto del pa¨ªs, las universidades se dedicaron a construir edificios maravillosos, campus por doquier que son la envidia de todos los visitantes extranjeros (que tuercen el gesto cuando se aperciben que esos edificios, que ellos no tienen, se han construido en buena parte con fondos europeos). Los profesores universitarios, estimulados por el sistema, se han dedicado a publicar masivamente art¨ªculos acad¨¦micos de dudosa utilidad (el noveno pa¨ªs del mundo en n¨²mero de publicaciones, pero el 13 en PIB muestra un cierto desajuste); y, para completar los desatinos, en estos ¨²ltimos a?os los dirigentes universitarios (a la par, ministeriales e institucionales) se han dedicado como posesos a desarrollar los llamados Campus de Excelencia Internacional, generando m¨¢s deuda p¨²blica y otorg¨¢ndose a s¨ª mismos la categor¨ªa de "excelencia internacional". Parece obvio que la excelencia internacional solo podr¨ªa otorgarse desde fuera, pero esto no parece importar a unos dirigentes que, para no desentonar del resto de los l¨ªderes patrios, en su mayor¨ªa no son capaces de desenvolverse en otras lenguas.
Mientras tanto, las autoridades p¨²blicas, en buena medida pertenecientes a la misma casta de los dirigentes universitarios, muy especialmente en los ¨²ltimos a?os, no solo no han hecho nada por corregir los problemas sino que los han estimulado.
Se han dedicado a todo lo vistoso: una "burbuja universitaria" de edificios brillantes, publicaciones superfluas y excelencias falaces, pero se han olvidado de lo m¨¢s importante: el aprendizaje de los estudiantes. La universidad espa?ola ha perdido la oportunidad de aprovechar las reformas para cambiar un modelo obsoleto de ense?anza, que mata la innovaci¨®n y la creatividad, que produce graduados que tienen como mayor aspiraci¨®n hacer oposiciones y que aburre hasta la saciedad a nuestros j¨®venes que acaban convirtiendo el botell¨®n es su gran experiencia universitaria. Un nuevo modelo educativo era el objetivo del proceso de Bolonia, pero entre unos y otros se ha echado a perder... igual que las cajas de ahorro. Espero que los j¨®venes graduados que se est¨¢n marchando de este pa¨ªs, y los que se quedan pero con poco futuro, alg¨²n d¨ªa les pidan cuentas a los responsables de las universidades (y no solo de las universidades) por el da?o que les han hecho.
Jos¨¦ Gin¨¦s Mora es profesor de la Universidad de Londres y de la Polit¨¦cnica de Valencia.
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