Hacia la universidad multinacional
Campus pioneros abren el camino de un nuevo tipo de instituciones globales Algunos expertos comparan el fen¨®meno con la deslocalizaci¨®n de empresas
Hace mucho tiempo que la internacionalizaci¨®n se convirti¨® en una palabra-mantra para las universidades: si quieres ser alguien en el mundo de la educaci¨®n superior, tienes que tener muchos estudiantes extranjeros, tambi¨¦n profesores e investigadores, proyectos en colaboraci¨®n con otras partes del planeta, titulaciones conjuntas... Se trata de buscar, encontrar y atraer el talento all¨¢ donde est¨¦, pero tambi¨¦n de catar una parte de un atractivo negocio que mueve miles de millones de euros al a?o: distintas estimaciones hablan de que los alumnos extranjeros aportan unos 14.000 millones al a?o a la econom¨ªa de EE UU (seg¨²n la Association of International Educators) o 13.000 millones a la de Australia (c¨¢lculo del propio Gobierno).
As¨ª, muchas universidades ya no se conforman con intentar atraer a los alumnos for¨¢neos, sino que salen en su busca. ¡°Los campus brit¨¢nicos tienen ya m¨¢s estudiantes que cursan sus t¨ªtulos fuera que dentro del Reino Unido¡±, asegura Maurits van Rooijen, rector de la Escuela de Negocios de Nyenroden (Holanda). Se trata de varios recursos distintos: oferta a distancia a trav¨¦s de Internet, de validaci¨®n de t¨ªtulos (que ha causado disgustos y esc¨¢ndalos sonados a alguna universidad), de franquicias y sucursales (branch campus). De estos ¨²ltimos (que ofrecen t¨ªtulos del campus matriz, sobre todo, en Estados en v¨ªas de desarrollo), hab¨ªa 200 en 67 pa¨ªses del mundo en 2011, 38 m¨¢s que en 2009, seg¨²n un trabajo del brit¨¢nico Observatorio para la Educaci¨®n sin Fronteras.
Puede que, como se?alan expertos como el profesor del Boston College Philip G. Altbach, se est¨¦ inflando una especie de burbuja universitaria alrededor de estas sucursales. O tal vez solo sean un paso previo hacia las ¡°universidades multinacionales¡±, como se?alan en un reciente trabajo los especialistas de la Universidad de Sydney Sean Gallaguer y Geoffrey Garrett. Preocupados porque la crisis y la creciente competencia internacional est¨¢n haciendo que decrezca el dinero que gana Australia con los estudiantes extranjeros (sobre todo de Asia), han analizado a fondo la situaci¨®n desde un punto de vista empresarial.
Los estudiantes extranjeros generan miles de millones de euros al a?o
Y su an¨¢lisis es que, igual que Apple dise?a en EE UU, construye en China con componentes hechos en Alemania, Jap¨®n, Reino Unido y vende despu¨¦s sus productos en todo el mundo, las universidades van a empezar a hacer algo muy parecido. Por ejemplo, a utilizar sedes en ¡°los pa¨ªses en desarrollo para investigar, porque es m¨¢s barato construir buenas infraestructuras y contratar a personal cualificado¡±, o ¡°a dise?ar t¨ªtulos especialmente dirigidos para el mercado local¡±, aventuran. Es decir, creen que habr¨¢ una especie de deslocalizaci¨®n de los campus m¨¢s potentes del mundo, como ocurre desde hace muchas d¨¦cadas con las empresas. ¡°En la globalizaci¨®n es m¨¢s com¨²n trasladar el producto que trasladar al consumidor¡±, comenta por correo electr¨®nico Van Rooijen, que tambi¨¦n preside el Grupo de Compostela, una asociaci¨®n que re¨²ne a 70 instituciones de todo el mundo, incluida la gallega que da nombre al grupo.
El estudio australiano pone dos ejemplos principales: la universidad de Duke y la de Nueva York ¡ªambas estadounidenses y privadas¡ª que, a trav¨¦s de acuerdos con campus y Gobiernos locales, intentan ¡°educar e investigar en todo el mundo, aprovechando nuevas fuentes de talento acad¨¦mico, de financiaci¨®n, y mercados estudiantiles de una manera muy parecida a la que las corporaciones multinacionales hacen con las cadenas mundiales de suministro y distribuci¨®n¡±, argumentan Gallaguer y Garrett en su trabajo. En ambos casos tienen en marcha proyectos, en colaboraci¨®n con Gobiernos y universidades locales (que toman la mayor parte del riesgo financiero) en China y Shangh¨¢i, de sedes que ofrecer¨¢n t¨ªtulos de los campus matrices, exactamente iguales, pero con mayor implicaci¨®n que con los branch campus, que son m¨¢s baratos, pero m¨¢s dif¨ªciles de controlar en cuanto a su calidad, a?aden Geoffrey y Garrett.
¡°Hoy es m¨¢s com¨²n trasladar el producto que al consumidor¡±,
La Universidad de Nueva York (NYU) lleva a?os abriendo sucursales en todo el mundo: tiene 12 centros en seis continentes y tres sedes principales: en Nueva York, Abu Dabi y Shangh¨¢i (esta ¨²ltima abrir¨¢ el a?o que viene). Su rector, Jonh Sexton, acepta gran parte de la argumentaci¨®n de los especialistas australianos, pero rechaza que su motivaci¨®n sea eminentemente financiera. ¡°No podemos hablar por otras universidades, pero podemos decir que la transformaci¨®n de NYU en una universidad global en red es por razones acad¨¦micas, no comerciales. Nuestra idea central es enriquecer la investigaci¨®n y el aprendizaje de nuestros estudiantes¡±, se?ala por correo electr¨®nico.
100 millones de alumnos en cinco pa¨ªses
En 2020, algo m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n en edad de asistir a la Universidad (18 a 22 a?os) se concentrar¨¢ en China, India, Estados Unidos e Indonesia, seg¨²n un reciente estudio del British Council titulado Hacia lo global. Ese trabajo calcula ¡ªcombinando las proyecciones demogr¨¢ficas con la posibilidad de acceso a la ense?anza seg¨²n la renta per c¨¢pita¡ª que al final de la d¨¦cada, entre esos cuatro pa¨ªses mencionados y Brasil sumar¨¢n 102 millones de estudiantes de educaci¨®n superior.
Por eso Asia y, en especial, China ¡ªcon una emergente clase media¡ª se revelan como un objetivo primordial para aquellas universidades que buscan expandirse por el mundo. Un objetivo mucho m¨¢s factible que los de otras iniciativas que se han puesto en marcha con el dinero del gas y el petr¨®leo en Oriente pr¨®ximo, opinan los estudiosos australianos Sean Gallaguer y Geoffrey Garrett.
¡°China, India, Singapur y otros pa¨ªses asi¨¢ticos quieren que campus extranjeros se establezcan en sus pa¨ªses como estrategia a largo plazo para desarrollar sus propios campeones nacionales que se conviertan despu¨¦s en globales¡±, dice el investigador del Observatorio para la Educaci¨®n sin Fronteras Alex Katsomitros. El especialista explica que la estrategia de las autoridades chinas, y tambi¨¦n las de Singapur, buscan m¨¢s el prestigio que satisfacer la demanda de los estudiantes de educaci¨®n de gran calidad. Por eso aceptan centros de universidades de renombre que, aunque son proyectos muy peque?os y acogen a muy pocos alumnos, tienen mucha visibilidad en los medios de comunicaci¨®n. Sin embargo, son muy restrictivos con los acuerdos internacionales que dar¨ªan posibilidad a much¨ªsimos m¨¢s j¨®venes de acceder a estudios de gran calidad, se?ala Katsomitros.
Van Rooijen insiste en esta idea: ¡°Las universidades tienen una agenda m¨¢s amplia. Por ejemplo, Westminster puso en marcha hace 10 a?os la Universidad Internacional de Tashkent en Asia Central, en Uzbequist¨¢n, porque encajaba con su misi¨®n (ofrecer educaci¨®n de gran calidad a aquellos que reunan los m¨¦ritos suficientes) y porque les permite acceder a una fuente de talento que de otra manera no podr¨ªa¡±.
En todo caso, ese modelo de universidades multinacionales tambi¨¦n cuenta con serias dificultades, para empezar, legales. Estas son mucho mayores en el contexto europeo, con una fort¨ªsima preeminencia de campus p¨²blicos dependientes de los Estados. ¡°Las universidades eminentemente p¨²blicas deber¨¢n buscar sus posibilidades en los m¨¢rgenes legales¡±, los campus privados y las escuelas de negocios tienen m¨¢s facilidades para empezar a recorrer esta senda, a?ade Van Rooijen. ¡°Es evidente que pocas universidades europeas est¨¢n metidas en esta carrera hacia la creaci¨®n de sitios en el extranjero. Porque no tienen la mentalidad empresarial que se requiere, pero tambi¨¦n porque no son tan atractivas en los pa¨ªses donde reside la demanda. Adem¨¢s, porque su enfoque est¨¢ m¨¢s en la cooperaci¨®n que en la competici¨®n¡±, explica el experto europeo en universidades Guy Haug.
La profesora de la Universidad Rovira i Virgili Merc¨¨ Gisbert rechaza de plano que las universidades se conviertan en ¡°multinacionales de la educaci¨®n superior que ¡®venden¡¯ productos educativos y formativos y que intentan proyectar modelos universitarios como una forma encubierta de perpetuar la idea de la colonizaci¨®n¡±. Sin embargo, es consciente de que, ¡°tal y como evoluciona la situaci¨®n econ¨®mica en Espa?a, y teniendo en cuenta que siempre hemos ido a la cola en temas de Educaci¨®n y de I+D+i, quiz¨¢ no queda m¨¢s remedio que salir a buscar recursos fuera¡±.
En todo caso, parece que la idea de universidad multinacional a¨²n le queda muy lejos a los campus espa?oles. ¡°Creo que el concepto no est¨¢ nada desencaminado, pero desde el punto de vista espa?ol es muy complicado. Las universidades espa?olas a¨²n son muy poco internacionales¡±, dice el presidente del Consejo Directivo de IE University, Rafael Puyol, que forma parte del grupo de expertos nombrado por el Gobierno espa?ol para emitir un informe que fije el rumbo de la reforma universitaria.
Puyol considera que los campus deben antes de llegar hasta ah¨ª recorrer un primer camino, mejorando sus flojas cifras de estudiantes y profesores internacionales y de docentes espa?oles formados en el extranjero: las universidades espa?olas tienen un 2% de alumnos extranjeros (sin contar el doctorado), frente a un 9% de Alemania o a un 21% de Australia, seg¨²n datos de la OCDE. Los campus espa?oles han de darse mucha prisa, asegura Puyol; les va el futuro en ello. ¡°Las universidades regionales y nacionales van a ir dejando de tener sentido¡±, opina, por lo que deben empezar buscando aquella ¨¢rea de la ense?anza o de la investigaci¨®n que les ponga en el mapa internacionalmente.
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