Tanto patentas, tanto vales
El reciente juicio entre Apple y Samsung pone de relieve los conflictos de la propiedad industrial La patente naci¨® para proteger la invenci¨®n; ahora se cuestiona si frena el desarrollo tecnol¨®gico
This is for everyone. Un gran letrero luminoso recorr¨ªa las gradas del estadio ol¨ªmpico de Londres en la ceremonia inaugural de los Juegos. Su traducci¨®n: ¡°Esto es para todo el mundo¡±. ¡°Esto¡± era Internet y el mensaje lo estaba escribiendo all¨ª mismo Tim Berners-Lee, el creador del mayor invento desde el nacimiento de la imprenta de Gutenberg, la World Wide Web. Ambos tienen algo en com¨²n: nunca fueron patentados.
Apple ha patentado la ampliaci¨®n de im¨¢genes y textos en la pantalla del iPhone, por ejemplo. Otros, la capacidad de comprar en Internet con un ¨²nico clic (Amazon). La vor¨¢gine de patentes en Estados Unidos, el aluvi¨®n de litigios judiciales cruzados entre las tecnol¨®gicas y las diferentes legislaciones nacionales cuestionan, al margen del fondo econ¨®mico, si el sistema de registro m¨¢s que alentar la innovaci¨®n, la frenan.
¡°Es una cuesti¨®n de equilibrio. El sistema es necesario para garantizar la inversi¨®n, pero tambi¨¦n hay una sobreprotecci¨®n contraproducente que la frena¡±, opina Florian Mueller, experto en patentes. El autor del blog FOSS Patents a?ade: ¡°Si protege realmente un gran avance tecnol¨®gico, especialmente si su desarrollo fue costoso, sirve para su objetivo principal, aunque el titular deba acudir a los tribunales para defenderse¡±.
La renovaci¨®n del ¡®software¡¯ es m¨¢s veloz que los abogados litigando
Mario Pomares, del bufete Berenguer-Pomares, coincide: ¡°El sistema pretende garantizar la innovaci¨®n. En la pr¨¢ctica, se abusa y el objetivo se pierde. Adem¨¢s, muchas empresas lo practican para impedir que otros vendan, lo que se denomina en ingl¨¦s patent trolls¡±.
El problema es acuciante en sectores de vanguardia como la tecnolog¨ªa y el software, cuyo ritmo de renovaci¨®n incluso va m¨¢s veloz que el de los abogados litigando. Cuando la sentencia del caso entre Apple y Samsung sea firme ¡ªun jurado popular estadounidense conden¨® a la surcoreana por vulnerar a sabiendas tres patentes de software y tres dise?os industriales de la californiana¡ª los aparatos cuestionados no estar¨¢n a la venta por viejos. Eso si no se invalida el fallo, porque Samsung recurrir¨¢.
La patente es un derecho territorial limitado ¡ªunos 20 a?os¡ª que protege la invenci¨®n. Se concede un monopolio al inventor, que tiene derecho a excluir a los competidores, cuando su creaci¨®n cumple tres requisitos: novedad mundial, actividad inventiva (no ser obvia) y tener aplicaci¨®n industrial. Si quiere estar protegido en varios pa¨ªses, deber¨¢ obtenerla en cada uno de ellos.
¡°Saber si algo ha sido publicado antes es dificil¨ªsimo¡±, lamenta un experto
Varios expertos, incluido un juez federal estadounidense, aseguran que el sistema norteamericano no funciona, al validar patentes obvias o sin originalidad, lo que incrementa los litigios. La mayor¨ªa de los pleitos en el sector son por patentes de software: la invenci¨®n donde la maquinaria mencionada (hardware) no es nueva cuando se presenta la solicitud. Es decir, solo son innovaciones en la programaci¨®n. Tambi¨¦n ocurre en la mayor¨ªa de patentes de comunicaci¨®n sobre est¨¢ndares como el 3G. ¡°En realidad, hay pocos litigios por hardware. Por ejemplo, Nokia reclama a Blackberry por una patente de antena y Apple atesora otra por el hardware multit¨¢ctil¡±, dice Mueller.
En Europa, aunque la Euroc¨¢mara fren¨® las patentes de programaci¨®n, protegida por el derecho de autor, la Oficina Europea con sede en M¨²nich (Alemania) las concede bajo el eufemismo de invenciones implementadas por ordenador. Es decir, ¡°estas patentes cubren casi cualquier cosa que haga cualquier aparato con ordenador, que es casi todo hoy en d¨ªa¡±, explica Jes¨²s Gonz¨¢lez-Barahona, profesor de telem¨¢tica de la Universidad Rey Juan Carlos. M¨¢s trabajo para los tribunales.
El gran problema, dicen otros expertos, es que hay un ¨²nico sistema para distintos avances: maquinaria, f¨¢rmacos, productos qu¨ªmicos, software... y tienen los mismos a?os de protecci¨®n, 20 a?os. En opini¨®n de Gonz¨¢lez-Barahona, ¡°al menos en las industrias de innovaci¨®n los estudios y la experiencia muestran c¨®mo las patentes dificultan y retardan la innovaci¨®n. Entre estas, claramente, est¨¢n las del software, una de las m¨¢s afectadas negativamente¡±. Pomares a?ade: ¡°No es justo que el plazo sea el mismo para todos, porque no todos los sectores tardan lo mismo en poder comercializar el producto y, en consecuencia, en recuperar la inversi¨®n. Sin embargo, que sea igual garantiza la seguridad jur¨ªdica¡±.
Otro problema: uno de los requisitos b¨¢sicos para obtener una patente es que sea una novedad mundial, ¡°pero saber si una invenci¨®n ha sido publicada anteriormente es dificil¨ªsimo. Obliga a analizar todos los documentos de todas las oficinas del mundo y compararlo con la solicitud de patente¡±, explica Pomares. Como eso es imposible, las oficinas las conceden (cobran por ello), pero solo comprueban que tengan aplicaci¨®n industrial.
Una vez concedida, el titular tiene el derecho a excluir a terceros de la comercializaci¨®n. Es el caso de Apple, que quiere impedirle a Samsung la venta de casi una decena m¨®viles en Estados Unidos. Si usted pretende utilizar la innovaci¨®n de esta u otra patente, deber¨¢ esperar a que sea de dominio p¨²blico o llegar a acuerdos con el titular, lo que se conoce como licencias cruzadas. Es decir, el intercambio de cromos (patentes o dinero).
?Realmente es una innovaci¨®n la forma en que se desplazan las p¨¢ginas en la pantalla del iPhone? ¡°Las patentes multit¨¢ctiles de Apple son interesantes, porque hay ideas brillantes detr¨¢s¡±, dice Mueller.
Durante d¨¦cadas, la industria daba por v¨¢lido que si desplazas una lista en pantalla y llegas al final, el proceso termine abruptamente. Apple pens¨® m¨¢s all¨¢ y se dio cuenta de que si se hace con el dedo, no es nada intuitivo que el movimiento se frene. As¨ª que decidieron que el contenido se desplazara hasta que el dedo se parase, generando un rebote a la posici¨®n correcta. De esta manera evitas presionar m¨¢s instintivamente, porque piensa que la m¨¢quina no responde a tu gesto.
¡°Sin duda es una idea brillante, pero no hay ninguna tecnolog¨ªa seria que Apple haya inventado para esto. Las pantallas t¨¢ctiles existen desde mucho antes del iPhone. Y conseguir que el efecto rebote funcione, solo requiere unas pocas l¨ªneas de programaci¨®n y f¨®rmulas matem¨¢ticas simples: sumas y restas. Es decir, el m¨¦rito de esta patente est¨¢ en la psicolog¨ªa de la interfaz de usuario, no en el campo de la tecnolog¨ªa inform¨¢tica. Muchas de las patentes de Apple son as¨ª¡±, concluye Mueller.
Como Apple tiene esto registrado, nadie m¨¢s puede hacer que la pantalla rebote. ¡°?Por qu¨¦ solo ellos?, plantea Gonz¨¢lez-Barahona. ¡°Por el simple hecho de tener una idea novedosa, ya llevan una ventaja competitiva suficiente. No es necesaria una protecci¨®n m¨¢s especial. Si quiere seguir siendo el l¨ªder, que siga innovando¡±.
Detr¨¢s del registro de patentes no deja de haber negocio y poder, no solo de las empresas en liza, sino tambi¨¦n de los pa¨ªses donde residen. Nadie duda de que si el juicio Apple-Samsung, en lugar de en California se hubiera celebrado en Se¨²l, el resultado hubiera sido distinto (de hecho, un tribunal coreano fall¨® que se copiaban los dos). Y sin irse tan lejos, jueces alemanes han dictado sentencias contradictorias con las de sus colegas holandeses. El viernes se supo que un tribunal de Jap¨®n determin¨® que Samsung no copi¨® una patente de Apple sobre transferencia de contenidos desde ordenadores a tel¨¦fonos y tabletas.
El origen de casi todas estas batallas, no hay que olvidarlo, llegan gracias a un invento que vio la luz en 1991, y cuyo autor dijo: ¡°Esto es para todo el mundo¡±.
?Patente? ?Marca? ?Dise?o?
Patente. A cambio de describir la invenci¨®n, se reconoce el derecho a impedir que un tercero que no tenga el consentimiento del titular explote industrialmente la invenci¨®n. Dura 20 a?os. Aunque el sistema es bastante homog¨¦neo en el mundo, la protecci¨®n es nacional. No hay patentes internacionales. Existe un proyecto de patente unitaria, administrada por la Oficina Europea de Patentes, que proteger¨ªa en los pa¨ªses de la UE, salvo Espa?a e Italia que se autoexcluyen.
Modelo de utilidad. Protege lo mismo que una patente, pero dura 10 a?os. Es m¨¢s r¨¢pido y barato, pero tiene mayores restricciones respecto a lo que puede ser protegido y distintos requisitos de patentabilidad. La normativa no es homog¨¦nea; en Espa?a se limita a invenciones mec¨¢nicas de "novedad nacional".
Secreto industrial. Informaci¨®n t¨¦cnica, sustancial y bien identificada, que se mantiene confidencial. Dura lo mismo que el secreto. Complementa a la protecci¨®n de patente, y a veces es una alternativa recomendable.
Dise?o industrial. En EE UU, design patent. T¨ªtulo que protege la forma o apariencia (no la funci¨®n) del producto industrial tridimensional (modelo industrial) o del bidimensional (dibujo industrial). Dura 25 a?os. Existe un t¨ªtulo comunitario que administra la Oficina de Armonizaci¨®n del Mercado Interior (OAMI) de Alicante.
Marca. T¨ªtulo que protege a un signo susceptible de ser objeto de representaci¨®n gr¨¢fica, que sirve para distinguir en el mercado productos o servicios de una persona, de productos o servicios id¨¦nticos o similares de otra persona. Si se usa, puede durar indefinidamente. Existe un t¨ªtulo comunitario, administrado por la OAMI.
Derechos de autor. Copyright, en ingl¨¦s; propiedad intelectual, en espa?ol. Conjunto de derechos morales y de derechos de explotaci¨®n (reproducci¨®n, distribuci¨®n, transformaci¨®n...) que protegen creaciones originales, expresadas por cualquier medio (obras literarias y art¨ªsticas, programas de ordenador, etc¨¦tera). No requiere registro. Algunos duran toda la vida del autor y 70 a?os m¨¢s.
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