Un patio de vecindario virtual
El atropello a la intimidad de una concejal se amplifica en las redes sociales Tras el escarnio inicial, se impone una marea de apoyo a la v¨ªctima que incluye a los pol¨ªticos
Una se?ora graba una escena ¨ªntima en su dormitorio. Madre de dos hijas, el supuesto destinatario de unas im¨¢genes en absoluto escabrosas es su marido. Nada de particular. Salvo que alguien con mala fe roba y piratea el v¨ªdeo desde su m¨®vil y se lo env¨ªa a un grupo de amigos.
A partir de ah¨ª, centenares de miles de personas contemplan y difunden la actividad privada de Olvido Hormigos, concejal socialista de Los Y¨¦benes (Toledo. 6.400 habitantes), y en apenas unas horas esos mismos centenares de miles de internautas pasan de la mofa y del insulto (machista, la mayor¨ªa de las veces) a la solidaridad, la empat¨ªa, el afecto hacia una persona que no puede defenderse.
?C¨®mo puede la Red convertirse en cuesti¨®n de horas en un patio de vecindad a escala planetaria?
Para Esther Romero, portavoz de Adicciones Digitales, la reacci¨®n de la gente con Olvido Hormigos ha sido fruto de un proceso com¨²n: ¡°Primero el choteo; despu¨¦s piensas: ¡®Esta mujer no ha hecho nada malo ni ha ido a exhibirse en mitad de la Gran V¨ªa¡¯. Y viene el arrepentimiento. Y la solidaridad con la v¨ªctima porque, a fin de cuentas, piensas: ¡®?Y si me hubiese pasado a m¨ª?¡±.
El estado de ¨¢nimo de Olvido Hormigos ha transcurrido en paralelo a la gigantesca ola humana y tecnol¨®gica: primero guard¨® un silencio cargado de bochorno y present¨® la dimisi¨®n de su cargo en el Ayuntamiento durante unas horas que probablemente se cuentan entre las m¨¢s amargas de su vida, el pasado mi¨¦rcoles. Sin embargo, ayer, una concejal decidida y firme dio la cara en radios y televisiones. La verg¨¹enza contra s¨ª misma la traslad¨® Olvido Hormigos a quien le caus¨® el da?o al robarle su intimidad ¡ª¡°y difundirla desde el ¨¢rea de la alcald¨ªa¡±, barrunt¨® con cierta imprecisi¨®n¡ª.
Alrededor de mediod¨ªa, el juez de instrucci¨®n de la localidad de Orgaz abri¨® diligencias previas por un delito contra la intimidad y por delitos de injurias y vejaciones, tras la denuncia presentada el pasado 13 de agosto por la edil socialista ante la Guardia Civil. El juez imput¨® a una persona de la que, m¨¢s tarde, se ha sabido que se trata de un futbolista local de 27 a?os, a quien el juez atribuye el pirateo y la difusi¨®n p¨²blica del v¨ªdeo. El PP local neg¨® que pueda relacionarse a la alcald¨ªa con la circulaci¨®n del v¨ªdeo y mostr¨® ¡°todo el apoyo¡± a la edil socialista.
Reportar la imagen fue lo que hizo Felipe Jos¨¦ Romero desde su Twitter. Romero, miembro de Nuevas Generaciones ¡ªla organizaci¨®n juvenil del PP¡ª, que se define a s¨ª mismo como ¡°dem¨®crata, comprometido con las causas justas, cat¨®lico, cofrade y del Real Madrid¡±, dice en su cuenta: ¡°Cuando recib¨ª el enlace no lo pude remediar y lo rebot¨¦¡±. Incluso se alegra: ¡°Ya era hora de que Twitter se fijara en m¨ª¡±.
La chufla inicial en el Red, en la que proliferaron las bromas, dio paso una reflexi¨®n m¨¢s pausada despu¨¦s de que la concejal anunciaba que dimit¨ªa porque no pod¨ªa soportar m¨¢s la situaci¨®n. Entonces muchos internautas se preguntaron si era justo que ella abandonara su cargo cuando tantos ¡°corruptos¡±, ¡°ladrones¡±, ¡°caraduras¡± e ¡°incompetentes¡± siguen en la pol¨ªtica activa ajenos a las cr¨ªticas o incluso a los procesos judiciales en los que una buena parte de ellos se hallan inmersos.
Finalmente, tras conocerse que ella no hab¨ªa tenido nada que ver con la difusi¨®n ¡ªmuy al contrario, le estaba generando gran sufrimiento¡ª, la masa tecnol¨®gica cambi¨® radicalmente de bando y las muestras de apoyo fueron constantes a lo largo de todo el d¨ªa de ayer. De villana a hero¨ªna. Su intimidad al alcance de todos.
¡°En cualquier patio de vecinos, para que se haya montado un l¨ªo semejante, hace falta como punto de partida alguien con muy mala fe y muchas ganas de fastidiar¡±, comenta el profesor de IE Bussines School de Madrid Enrique Dans, experto en nuevas tecnolog¨ªas. Lo que antes de Internet pod¨ªa ser la calumnia de una malvada comadre en un peque?o corrillo o los comentarios de alg¨²n chismoso despiadado, ahora se difunden aprovechando un descuido de la v¨ªctima. ¡°Tuvo que olvidar el m¨®vil, ella o el destinatario, aunque solo fuera unos momentos para que otra persona hackeara su contenido o capturase la contrase?a en alg¨²n lugar p¨²blico con wifi gratuita¡±, asegura Esther Romero. ¡°No es tan dif¨ªcil robar e-mails. Se han dado pirateos masivos¡±, a?ade.
Lo que ha vuelto a demostrar el incidente de la concejal socialista de Los Y¨¦benes es hasta qu¨¦ punto somos todos vulnerables en nuestra intimidad. El experto Dans aconseja: ¡°No hay que olvidar que todo lo que est¨¢ conectado es susceptible de ser pirateado. El ¨²nico ordenador seguro es el que est¨¢ apagado y enterrado en un b¨²nker a varios kil¨®metros de profundidad¡±. ?Significa eso que si no se quiere correr el riesgo de convertirse en la comidilla de las redes sociales no hay que grabar actos ¨ªntimos? ¡°S¨ª¡±, responde Dans. ¡°O que se empleen m¨¦todos m¨¢s seguros. Las webcams antiguas daban m¨¢s garant¨ªas. Desde el momento en el que una imagen se digitaliza aumenta el peligro, porque el bit es mucho m¨¢s escurridizo¡±.
Este experto confiesa que sigui¨® el comportamiento habitual: ¡°Primero te dejas llevar un poco por el morbo. Pero despu¨¦s reflexionas y dices: ¡®Por Dios, esto es un acto privado, algo que hace todo el mundo sin c¨¢maras y ves que difundirlo ser¨ªa repugnante, un acto da?ino para esa pobre mujer y para ti mismo¡±.
Son aristas sin pulir de una herramienta relativamente nueva que poco a poco se ir¨¢ perfilando. Es lo que opina el profesor del departamento de Psicolog¨ªa Social de la Universidad Complutense de Madrid Juan Carlos Revilla: ¡°El uso crea la norma moral sobre lo que est¨¢ bien y lo que es censurable en la Red. Por ejemplo, si se difunden im¨¢genes ¨ªntimas de alguien sin su consentimiento, pero esas im¨¢genes dieran pie a descubrir un delito, la reacci¨®n de los internautas no ser¨ªa la misma. El enfado general sobre la violaci¨®n de la intimidad de la edil socialista obedece¡±, opina, ¡°a que ella se limita a un acto privado que no perjudica a nadie¡±.
En el PSOE han arropado a la concejal y han mostrado su satisfacci¨®n porque haya decidido seguir en el cargo. Una de sus m¨¢s firmes defensoras ha sido la vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, quien desde el primer momento mostr¨® su simpat¨ªa con la v¨ªctima en su cuenta de Twitter, donde aclara que es ¡°feminista socialista, mediterr¨¢nea y madre¡±.
La presidenta de la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre, tambi¨¦n escribi¨® en la red social en defensa de la concejal desde una de las muchas etiquetas creadas al efecto. ¡°En defensa de tu intimidad. #Olvidonodimitas¡±, dej¨® dicho la dirigente popular.
La ¨²nica nota discordante la ha puesto en el PSOE la exministra Mar¨ªa Antonia Trujillo al escribir: ¡°[Olvido Horquillos] Debe dimitir. Si no sabes administrar tu vida privada. ?C¨®mo vas a administrar la p¨²blica?¡±
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