¡°La pr¨¢ctica lleva a la curiosidad, y esta a experimentar¡±
El m¨¦dico franc¨¦s fue el primero que recurri¨® a los electrodos para tratar el p¨¢rkinson
Quedar a las 12.00 con un franc¨¦s para tomar algo es ponerle en un compromiso. A ¨¦l le gustar¨ªa comer, pero sabe que para Espa?a es pronto, as¨ª que Alim-Louis Benabid (Grenoble, 1942) estira el agua con gas con gran profesionalidad. ¡°Hace una semana estaba en EE UU y me llevaron a cenar a las cinco; ayer la cena fue a las nueve. Yo me dejo llevar¡±, dice el m¨¦dico y f¨ªsico franc¨¦s.
Benabid est¨¢ en Madrid invitado por la multinacional Medtronic, que le ha organizado una gira para conmemorar los 25 a?os del primer implante de un electrodo en el cerebro para tratar los temblores del p¨¢rkinson, que fue una investigaci¨®n suya. ¡°El domingo salgo para Calgary (Canad¨¢)¡±, dice. Mucho viaje para alguien que ha hecho toda su carrera en su ciudad. ¡°Nac¨ª en Grenoble, estudi¨¦ en Grenoble y he trabajado toda mi vida ¡ªsalvo un a?o que fui al Instituto Salk en San Diego¡ª en Grenoble. Lo ¨²nico que no quiero es que me entierren en Grenoble, pero no tengo un sitio favorito. Los americanos piensan que si no te has movido es porque no eres bueno, pero yo soy la demostraci¨®n de que no es as¨ª. Grenoble es una ciudad peque?a, donde todos nos conocemos, muy avanzada y revolucionaria, con mucha ciencia (aqu¨ª est¨¢ el Sincrotr¨®n)¡±, afirma. ¡°Me gusta viajar. He conocido a gente muy interesante y he visitado todo el mundo, pero ya estoy un poco cansado¡±, dice.
En este aparente sedentarismo, Benabid no cuenta los 10 a?os que pas¨® en Argelia, el pa¨ªs de su padre. ¡°Nac¨ª durante la II Guerra Mundial. Cuando acab¨®, mi padre, que era m¨¦dico, quiso ejercer en su pa¨ªs. Pero la guerra de la independencia de 1956 hizo que el lugar se volviera peligroso, y volvimos a Grenoble¡±. ¡°Quiz¨¢ esa infancia marcada por dos guerras me haya hecho el ferviente pacifista que soy¡±.
Benabid estudi¨® medicina y f¨ªsica (esto ¨²ltimo, por satisfacer a su madre). ¡°Y eso me ayud¨® cuando trabajaba como neurof¨ªsico. Sab¨ªa lo que era la electricidad. Entonces, lo que hac¨ªamos era aplicar una corriente de 30 hercios a una parte del cerebro para quemarlo e intentar tratar el p¨¢rkinson. Hab¨ªa que tener cuidado, porque el sitio adecuado estaba entre dos, uno que pod¨ªa paralizar al paciente, y otro que le pod¨ªa dejar con calambres. Lo que yo vi es que aplicando una corriente variable, entre 1 y 100 hercios, los temblores paraban¡±. ¡°?Por qu¨¦ ese rango? Porque era el que me daban los aparatos¡±.
Aqu¨ª entra el concepto de serendipity, una palabra inglesa que ¡°la Academia francesa ha adoptado hace poco como s¨¦rendipit¨¦¡±: un concepto sin equivalente en espa?ol que va m¨¢s all¨¢ de la mera casualidad. ¡°Es ver lo que todos, pero ser capaz de ir m¨¢s all¨¢. Y para eso hay que estar preparado. La pr¨¢ctica lleva a la curiosidad, esta a las preguntas, y esta, a los hallazgos¡±, dice.
El investigador reconoce que aquello cambi¨® su vida. Pero, aunque est¨¢ oficialmente jubilado, todav¨ªa no descarta tener otro golpe de ¡°algo m¨¢s que suerte¡±. Porque, tras dejar la Universidad, se ha embarcado en un megaproyecto de neurociencia. Se trata de ¡°construir un exoesqueleto para personas con par¨¢lisis que lo puedan mover con el cerebro¡±, resume. ¡°El primer caso en pacientes ten¨ªa que haber estado a final de a?o, pero ha habido problemas y ser¨¢ en julio¡±, admite sin tapujos. ¡°Entonces, podr¨¦ empezar a pensar en retirarme parcialmente. Mi mujer me lo agradecer¨¢¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.