¡°Mi clase sobre el hombre hist¨¦rico est¨¢ llena de chicas¡±
El escritor estadounidense, uno de los m¨¢s destacados de su generaci¨®n, es profesor de literatura y un reconocido cr¨ªtico gastron¨®mico
Al escritor estadounidense Gary Shteyngart le gusta hablar de Leningrado y no de San Petersburgo, ciudad en la que naci¨® en 1972 y de la que emigr¨® con sus padres a los siete a?os para instalarse en Nueva York, donde hoy es uno de los escritores m¨¢s reconocidos de su generaci¨®n. Elegido en 2007 por Granta y en 2010 por The New Yorker como uno de los mejores autores j¨®venes de su pa¨ªs, la Embajada de EE UU le invita ahora a tres ciudades espa?olas (Madrid, Valladolid y M¨¢laga) para charlar sobre una obra que, marcada por una singular destreza para resultar tan hilarante como profundamente melanc¨®lica, est¨¢ publicada en Espa?a por Alfaguara (El manual del debutante ruso y Absurdist¨¢n) y Duomo (Una s¨²per triste historia de amor verdadero).
¡°Solo tengo buena memoria de mi infancia en Rusia. Para m¨ª lo atroz fue llegar a Estados Unidos durante la era Reagan. Incluso en mi colegio hebreo ten¨ªa que disimular y decir que era jud¨ªo alem¨¢n en lugar de jud¨ªo ruso¡±. Shteyngart escribi¨® a los cuatro a?os su primer relato para su abuela, que le regalaba bolitas de queso a cambio de palabras. ¡°Mi abuela quer¨ªa que escribiera sobre Lenin. As¨ª que le escrib¨ª una f¨¢bula sobre Lenin y un ganso m¨¢gico. Juntos pretenden invadir Finlandia, aunque la cosa se complica...¡± Su pr¨®ximo libro, del que ya lleva m¨¢s de 200 p¨¢ginas, versar¨¢ sobre sus recuerdos del pa¨ªs que le ense?¨® a leer. ¡°Sencillamente, no hab¨ªa nada mejor que hacer¡±.
Un malentendido ¡°diplom¨¢tico¡± obliga hoy al escritor a comer dos veces. As¨ª que, despu¨¦s de un denso rabo de toro disfrutado en solitario, Shteyngart cruza atorado la ciudad para empezar de nuevo en un local elegido por el personal de su Embajada, atentos al buen paladar de un escritor conocido por sus amplios reportajes gastron¨®micos para el Travel & Leisure. Con el est¨®mago lleno pide dos raciones capaces de entrar bajo cualquier circunstancia: jam¨®n y ostras. ¡°Crec¨ª con los guisos sovi¨¦ticos de mi madre. Y cuando uno pasa el hambre de la patata descubrir la comida de verdad te vuelve literalmente loco¡±. Entre esas locuras destaca una que ¨¦l encuentra irresistible: ¡°Verm¨² y matrimonio¡ una constelaci¨®n de sabores¡±. La tapa de anchoa y boquer¨®n est¨¢ incluida en el amplio reportaje que escribi¨® la pasada primavera sobre Madrid. Adora Espa?a, dice, porque le salv¨® en un momento fatal de su vida. ¡°Me vine a Valencia con 22 a?os, a la casa en Gata de Gorgos de una amiga americana. Llegu¨¦ para curarme de una crisis nerviosa provocada por mi primer trabajo, en una oficina. Mis padres quer¨ªan que fuera abogado. Pero Valencia y el hach¨ªs me curaron. Volv¨ª a EE UU nuevo y con una idea clara: no volver¨ªa a trabajar. Empec¨¦ a escribir¡±.
Hoy Shteyngart vive en el campo, a dos horas de Manhattan, donde solo reside cuando imparte sus clases de literatura en la universidad de Columbia. All¨ª es conocido por su asignatura sobre ¡°El hombre hist¨¦rico¡±, en la que indaga en h¨¦roes masculinos desnortados como el de El lamento de Portnoy de Philip Roth o el Herzog de Saul Bellow y en la que ha tenido como ilustre alumno al actor James Franco. ¡°Un chico muy listo. Era el ¨²nico alumno en una clase llena de chicas. Ellas y yo le escuch¨¢bamos absortos. Es curioso, estoy seguro de que ni un solo hombre se apuntar¨ªa a una asignatura sobre la mujer hist¨¦rica en literatura. En cambio, las mujeres, siempre tan emp¨¢ticas, llenan mi clase sobre el hombre hist¨¦rico¡±.
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