Una legislaci¨®n antiterrorista a revisar
Espa?a dispone de la legislaci¨®n penal adecuada para combatir la tortura. Esa excrecencia de la dictadura pervive como comportamiento excepcional de algunos malos profesionales de pa¨ªses democr¨¢ticos. La existencia de un fen¨®meno terrorista como el que hemos padecido es un elemento multiplicador de las posibilidades de que se produzcan estas pr¨¢cticas. Y la estrategia tras la detenci¨®n de denunciar sistem¨¢ticamente haber sido v¨ªctima de ella como consigna de la banda no ha contribuido ¡ªal rev¨¦s¡ª a su erradicaci¨®n, y ha podido servir hasta como elemento incentivador, pues el torturador oculta con m¨¢s facilidad su miserable comportamiento.
Tenemos una legislaci¨®n antiterrorista que puede facilitar la tortura y eso deber¨ªa revisarse. Esta bien mantener la incomunicaci¨®n respecto a los abogados que solicite el detenido, pues pueden tener alg¨²n nivel de implicaci¨®n en la misma organizaci¨®n, pero los poderes p¨²blicos pod¨ªan haber establecido mecanismos que garanticen la imposibilidad de que ning¨²n ciudadano sea sometido a esa brutalidad despreciable.
No se trata solo de garantizar que se investigue, identifique y juzgue al culpable, sino de crear mecanismos y protocolos que impidan, y no solo para los terroristas sino para cualquier ciudadano, por muy execrable que sea su crimen, que pueda ser v¨ªctima de torturas. Una medida elemental es la transparencia, la instalaci¨®n de c¨¢maras en los calabozos y dependencias en las que se encuentre el detenido (impide tambi¨¦n las denuncias falsas) y que la responsabilidad sobre la integridad se garantice por polic¨ªas distintos a los que llevan a cabo la investigaci¨®n por la que ha sido detenido. Polic¨ªas formados espec¨ªficamente para garantizar los derechos de los detenidos. Aunque algunos sindicatos lo consideren muy burocr¨¢tico y que detrae efectivos del servicio ordinario, quiz¨¢s deber¨ªa estudiarse la implantaci¨®n del sistema de atenci¨®n al detenido y los protocolos de actuaci¨®n de la Ertzaintza en estos casos.
Preguntarse por qu¨¦ no hay condenas por tortura es presuponer que las hay y no se investigan. Puede haber alg¨²n caso, pero se trata de m¨ªnimas excepciones, que deben combatirse con los protocolos y medidas adecuadas. No dispongo de datos de denuncias, pero hace a?os que los servicios jur¨ªdicos del SUP no reciben solicitud de defensa por esta materia. Ojal¨¢ sea un s¨ªntoma de que, al menos en eso, vamos por buen camino.
Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez-Fornet es secretario general del Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP)
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