¡°Las afganas son extraordinarias por su valent¨ªa¡±
La vicesecretaria general de la ONU combate la falta de sensibilidad social
¡ª?C¨®mo quiere el caf¨¦?
¡ªEn vena, por favor.
Ni el que sea primera hora de la ma?ana ni el jet-lag logran que Rebeca Grynspan pierda el sentido del humor ni una risa constante que se hace presente en cada respuesta. Esta economista costarricense, que desempe?a el cargo de secretaria general adjunta de Naciones Unidas, es la administradora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), una posici¨®n que le obliga a viajar permanentemente y a estar en contacto con multitud de personas. ¡°Yo quer¨ªa tener una vida acad¨¦mica tranquila y hacia eso iba cuando un d¨ªa me llam¨® el ministro de Presidencia para que aceptara un cargo de asesora del Gobierno¡±. Grynspan no ten¨ªa experiencia pol¨ªtica y lleg¨® al despacho del ministro Danilo Jim¨¦nez con su mejor sonrisa y un ¡°no¡± en los labios. Pero no tuvo opci¨®n. ¡°El ministro simplemente me dijo: ¡®Rebeca, alg¨²n d¨ªa tiene que empezar... Venga el lunes¡±.
Y desde que ¡°empez¨®¡± ya no ha parado, ampliando cada vez m¨¢s el horizonte en el campo de la ayuda al desarrollo y el di¨¢logo social. Primero en Costa Rica, pa¨ªs del que lleg¨® a ser vicepresidenta entre 1994 y 1998, luego en Latinoam¨¦rica al frente de la direcci¨®n regional del PNUD y ahora en todo el mundo. ¡°Dentro de poco tengo que volver a Afganist¨¢n. Siempre que voy a alg¨²n sitio pido dos cosas: ver un proyecto concreto que el PNUD est¨¦ realizando y reunirme con las mujeres de la sociedad civil. En Afganist¨¢n tuve una reuni¨®n con mujeres. Son extraordinarias por su valent¨ªa. Son situaciones en las que uno se encuentra con los verdaderos h¨¦roes de la historia¡±.
Rebeca Grynspan dirige una organizaci¨®n que va mucho m¨¢s all¨¢ de la simple aportaci¨®n de ayudas econ¨®micas. El PNUD ha tenido un papel determinante en numerosos procesos de paz de sociedades divididas incluso por las armas. ¡°El PNUD es un actor que permite un espacio de imparcialidad donde acuden todos los actores de la sociedad. Esto es muy importante en los di¨¢logos nacionales que han sucedido en varios pa¨ªses¡±, explica, pero advierte que nada puede sustituir a la voluntad de acuerdo por parte de las diferentes fuerzas de un pa¨ªs. ¡°No hay nada m¨¢s importante que un compromiso nacional. Ninguna organizaci¨®n internacional lo puede sustituir¡±.
Cuando puede, Grynspan pasea por Central Park, en Nueva York, o se re¨²ne con amigos. ¡°Me gusta leer, lo ¨²ltimo ha sido La desigualdad en Am¨¦rica, de Kemal Dervis, pero, honestamente, hace siglos que no abro una novela¡±. Optimista por naturaleza ¡ª¡°tal vez porque soy de Costa Rica y veo lo que ha conseguido¡±¡ª, Grynspan considera que no es necesario ver los resultados a corto plazo, sino que lo importante es lo que suceda al final. ¡°En mi puesto no se puede ser pesimista. El di¨¢logo no es lo mismo que un acuerdo definitivo, pero es una inversi¨®n permanente que vale la pena¡±, asegura mientras mira por los ventanales.
Para Grynspan, hay algo peor que las dificultades materiales: las personas que no ven la necesidad de superarlas. ¡°Lo que m¨¢s me frustra es encontrarme a gente en puestos de responsabilidad que no manifiestan sensibilidad hacia la pobreza o la exclusi¨®n¡±: Y a?ade: ¡°Mire, el Talmud dice que quien salva una vida, salva a la humanidad. Yo veo el mundo con optimismo. Siempre pienso en las soluciones¡±. Y como muestra, acto seguido se retoca para la foto. A falta de espejo, bueno es el cristal de un cuadro.
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