¡°Sor Mar¨ªa ten¨ªa un poder absoluto sobre las adopciones¡±
Declaran ante el juez que investiga el robo de un beb¨¦ en 1982 cinco doctoras de la cl¨ªnica
El juez que investiga el robo de un beb¨¦ en la cl¨ªnica Santa Cristina de Madrid en 1982, Adolfo Carretero, ha tomado declaraci¨®n hoy, en calidad de testigos, a cinco doctoras que trabajaban entonces en el centro sanitario: Ana Elisa L¨®pez Delgado, Mar¨ªa Rosa Acero de Pablo, Mar¨ªa Teresa del Olmo Mombiedro, Carmen S¨¢nchez Calvo y Olga Fad¨®n P¨¦rez. Esta ¨²ltima ha declarado, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, que sor Mar¨ªa G¨®mez Valbuena, imputada por un delito de detenci¨®n ilegal permanente y otro de falsedad documental, "ten¨ªa un poder absoluto sobre las adopciones".
Una de las doctoras, seg¨²n las mismas fuentes, ha declarado al juez que ve¨ªa a sor Mar¨ªa capaz de "chantajear" a una madre para que diera a su ni?a en adopci¨®n.
Guillermo Pe?a, abogado de la madre denunciante, Mar¨ªa Luisa Torres, ha llamado la atenci¨®n sobre las contradicciones en las que han ca¨ªdo los distinto testigos citados a declarar por el juez que lleva el caso: hasta 24. "Algunos dicen conocer a sor Mar¨ªa solo de vista, de cruzarse por el pasillo, y otros como hoy, dicen que era soberbia, distante, que entraba en los nidos como quer¨ªa y que llevaba en exclusiva el asunto de las adopciones", ha dicho Pe?a. El abogado ha lamentado que "siguen sin aparecer" los libros de contabilidad de la cl¨ªnica Santa Cristina, cuya revisi¨®n reclamaba para comprobar si el dinero que sor Mar¨ªa reclam¨® a los padres que finalmente adoptaron al beb¨¦ de Mar¨ªa Luisa Torres fue para sufragar, como dec¨ªan las facturas, gastos de hospital o para comisiones por adopci¨®n.
El caso de Mar¨ªa Luisa es el m¨¢s avanzado en los tribunales. La mayor¨ªa han sido archivados por falta de pruebas debido al tiempo transcurrido. Representantes de las asociaciones de afectados se re¨²nen ma?ana con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, para pedirle que avance en los compromisos adquiridos, como la creaci¨®n de una base de datos de ni?os robados y un banco de ADN.?
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