Espa?a reclama a 136 ni?os sacados del pa¨ªs por uno de sus padres
Las sustracciones internacionales de menores se triplican en una d¨¦cada Menos de un 20% de casos se resuelve con una orden judicial de regreso
¡°No quiero que mi hija, cuando crezca, me diga: ¡®Tu no ven¨ªas¡±. Antonio Blanco, profesor de m¨²sica de 50 a?os, ha tenido que viajar a Jap¨®n este verano para poder reunirse con su hija de 6. Su exmujer, nativa de ese pa¨ªs, se la llev¨® en agosto de 2009 pese a que una sentencia prohib¨ªa su salida de Salamanca, lugar de residencia de la familia. El periplo hasta el reencuentro en 2011 y el posterior acuerdo con la madre para establecer un r¨¦gimen de visitas ha sido arduo. Blanco se ha dejado por el camino sus ahorros y dos a?os perdidos de la infancia de la peque?a.
El caso de Blanco es cada vez m¨¢s habitual. El n¨²mero de sustracciones internacionales de menores no ha dejado de aumentar. En 2011 el Ministerio de Justicia tramit¨® 136 requerimientos de retorno de ni?os llevados al extranjero por uno de sus progenitores sin consentimiento del otro. Es una cifra ¡°alarmante¡±, seg¨²n denunci¨® el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, esta semana en Salamanca. El dato del a?o pasado es muy superior a los 41 casos de 2001, los 70 de 2007 y los 95 de 2008. Y pueden ser muchos m¨¢s porque el ministerio solo contabiliza los procesos en los que el pa¨ªs al que ha ido a parar el menor es firmante del convenio de La Haya. Jap¨®n no es uno de ellos.
La principal raz¨®n de este aumento es, seg¨²n los expertos consultados por este peri¨®dico, el incremento de matrimonios entre c¨®nyuges de distinta nacionalidad en Espa?a durante la ¨¦poca de bonanza. El conflicto surge cuando esas parejas se rompen y uno decide volver a su pa¨ªs de origen llevando a los hijos consigo sin consentimiento del otro. El convenio de La Haya establece que debe primar el lugar de residencia habitual. ¡°Una vez se demuestra que es Espa?a, con matriculaciones de colegio o la tarjeta sanitaria, lo requerimos a la autoridad judicial del otro pa¨ªs¡±, explican desde el Ministerio de Justicia. ¡°Pero la justicia tiende a ser muy proteccionista con sus nacionales¡±, a?aden las mismas fuentes. Los datos lo corroboran. En 2011 solo 20 de los 136 requerimientos se resolvieron con una orden judicial (sin posibilidad de apelaci¨®n) del pa¨ªs al que fue sustra¨ªdo el menor que obligase a su retorno. Esta cifra podr¨ªa aumentar si se resuelven en este sentido procesos a¨²n abiertos. Pero en a?os anteriores, con m¨¢s cantidad de casos cerrados, el dato es muy parecido.
No quiero que mi hija me diga que yo no iba a verla¡±, dice un afectado
Los padres cuyos hijos han sido sustra¨ªdos a pa¨ªses firmantes del convenio de La Haya pueden acudir al Ministerio de Justicia para que los reclamen. Cuentan adem¨¢s con asistencia legal gratuita. ¡°Si el pa¨ªs implicado no forma parte del convenio no podemos hacer nada¡±, aseguran fuentes ministeriales. Blanco no tuvo esta oportunidad porque Jap¨®n no est¨¢ entre los firmantes. Tard¨® un a?o en localizar a su hija para lo que tuvo que contratar a un detective privado. Ning¨²n abogado nip¨®n quer¨ªa hacerse cargo de su caso. Cuando lo consigui¨® en verano de 2011 pudo viajar a Jap¨®n para reunirse con su hija, dos a?os despu¨¦s de su marcha. ¡°Ella pregunt¨® qui¨¦n era yo y le ense?¨¦ fotos juntos. Tuve ganas de llorar pero no me parec¨ªa apropiado que lo primero que viera fuera un se?or llorando y me contuve¡±, relata el padre. Tras seis meses de litigio lleg¨® a un acuerdo con su exmujer para establecer un r¨¦gimen de visitas. Seis horas a la semana siempre que ¨¦l vaya al pa¨ªs nip¨®n. A partir de 2016 podr¨¢ traerse a la peque?a un mes a Espa?a. Pese a que tiene reconocida la patria potestad de su hija, Blanco se conforma con estos t¨¦rminos. ¡°?Qu¨¦ otra cosa puedo hacer?¡±, lamenta al otro lado del tel¨¦fono. No deja de quejarse, sin embargo, de la indefensi¨®n que ha sentido, sin apoyo por parte de la justicia espa?ola.
El incremento de matrimonios mixtos explica el fen¨®meno
Francisco Javier Forcada, miembro de la red internacional de jueces de la Convenci¨®n de La Haya, apunta que en Espa?a no hay jueces especializados en el tema, situaci¨®n que cree que deber¨ªa cambiar. Pero mientras se ¡°moderniza la legislaci¨®n¡± recomienda que se proh¨ªba expresamente, en las sentencias de divorcio, la salida de los hijos sin consentimiento de los dos progenitores o sin que lo autorice un juez, en caso de desacuerdo. ¡°Evita que se malinterprete nuestra legislaci¨®n en otro pa¨ªs¡±, explica.
La Uni¨®n Europea ha habilitado una red de mediadores para que los padres puedan resolver qu¨¦ hacer con los hijos cuando uno de los dos quiere marcharse a otro pa¨ªs. Ana Criado es una de las tres espa?olas que han formado para este tipo de intervenciones. La experta apunta que cuanto antes se comience un proceso de mediaci¨®n, m¨¢s f¨¢cil es que haya un acuerdo. ¡°Se evita adem¨¢s el proceso judicial que es demoledor¡±, se?ala. Pero este mecanismo es siempre voluntario y ¡°normalmente las personas buscan la protecci¨®n jur¨ªdica de su pa¨ªs¡±, subraya Forcada. Lo que en la pr¨¢ctica se traduce en la sustracci¨®n del menor en busca de una sentencia favorable en casa. El tiempo transcurre, los procesos se dilatan m¨¢s de lo establecido y los padres dejan de ver durante a?os a sus hijos. Los peque?os son en ¨²ltima instancia las v¨ªctimas de esta clase de conflictos al verse privados de una parte de su familia y, en muchos casos seg¨²n los expertos, manipulados para creer que fueron abandonados.
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