¡°Estoy harto de que me retraten como un superintenso¡±
El actor se ha reciclado en director teatral una veintena de filmes despu¨¦s
En agosto de 2009, Rub¨¦n Ochandiano toc¨® fondo. Se divorci¨®, se rompi¨® el pie, se apunt¨® a terapia y decidi¨® que para levantarse deb¨ªa empezar por cortar una relaci¨®n con sus padres que consideraba ¡°t¨®xica¡±. Tres a?os despu¨¦s, y apenas 12 horas antes de que su debut literario alcance las librer¨ªas, el actor se reconoce en paz con el mundo, no tanto con su estirpe. ¡°Estoy buscando el momento de llamar a mi madre para pedirle que no lea la novela desde el dolor¡±, confiesa. A ella le dedica Historia de amor sin t¨ªtulo (Suma de letras). ¡°Con todo mi amor y el deseo de que alg¨²n d¨ªa sea feliz¡±.
Tras dejarse la mitad de sus 32 a?os entre plat¨®s, el madrile?o arrastra un curr¨ªculo que acomplejar¨ªa a cualquiera (Los abrazos rotos, Biutiful, La flaqueza del blochevique, Guerrilla, Descong¨¦late, Tapas¡). Am¨¦n de cierta fama de neur¨®tico, que ¨¦l rechaza. ¡°Estoy cansado de verme retratado como un ser superintenso y al l¨ªmite. Ya no soy as¨ª. Soy m¨¢s aburrido que todo eso¡±, r¨ªe. ¡°M¨¢s que neuras, he tenido un entorno familiar complicado, pero he conseguido poner esos problemas al servicio de la creatividad¡±. Por ello se invent¨® al protagonista de su libro, Mario, un paciente psiqui¨¢trico ¡°excepcional¡± con el que se ceba la herencia geneal¨®gica. No oculta los paralelismos. ¡°A mi padre le cuesta asumir mi sensibilidad. Si yo fuera un tipo duro quiz¨¢ nuestra relaci¨®n ser¨ªa distinta. O eso interpreto; nunca he conseguido que lo confiese¡±.
El bullying del que fue v¨ªctima en el colegio agrav¨® el aislamiento: ¡°Me pegaban, escup¨ªan y humillaban. Mi instinto de supervivencia me llev¨® a inventarme un personaje de macarra. Col¨®. Hasta el punto que me ha costado a?os abandonar esa pose¡±, admite.
Ochandiano estrena 'Ant¨ªgona' en febrero en Madrid
Una t¨ªa actriz despert¨® su vocaci¨®n y a los 16 se present¨® al casting de Al salir de clase. ¡°Aspiraba a los papeles de guapo. Pero no lo era. Aun as¨ª les gust¨¦, y me escribieron un personaje a medida. Nunca acab¨¦ el BUP¡±. A los seis meses, su protagonismo en la serie se multiplic¨®. ¡°En 1998 era un adolescente porrero y desequilibrado que ganaba un mill¨®n de pesetas con el que ni siquiera acababa el mes. Los fans me acosaban como si fuera uno de los actores guapos, y yo me sent¨ªa como un mierda rodeado de oportunistas. Medio a?o despu¨¦s lo dej¨¦¡±. ?Se arrepiente? ¡°Ahora estoy encantado de haber hecho esa serie¡±, reflexiona. ¡°Fue ic¨®nica. Y ya estoy en paz con mis compa?eros, a muchos de los cuales entonces despreciaba con la mirada, a lo Mi¨¦rcoles Addams. Lo s¨¦: lo hice rematadamente mal¡±.
En cuesti¨®n de semanas, Montxo Armend¨¢riz le llam¨® para Silencio roto y el actor empez¨® a doctorarse en papeles de rarito. Una veintena de pel¨ªculas despu¨¦s, Ochandiano se ha reciclado en director teatral. ?Por necesidad? ¡°?Qu¨¦ pel¨ªculas existen hoy en proyecto en Espa?a? Los recortes han llegado demasiado lejos. Envidio a Francia, donde velar por el patrimonio cultural es una prioridad. A m¨ª la crisis no es que me haya venido bien, es que me lo he tenido que inventar. Un d¨ªa dije que quer¨ªa ser escritor y una editorial se lo crey¨®¡±.
En abril cosech¨® aplausos con La gaviota, de Ch¨¦jov, y el 6 de febrero estrenar¨¢ su versi¨®n de Ant¨ªgona en el Matadero de Madrid, con producci¨®n del Teatro Espa?ol. Una feliz fase vital que en julio consagr¨® a reunir 50.000 euros para codirigir su primer largo, Cuento de verano. Lo rod¨® solo un mes despu¨¦s. ¡°Parte de una idea del libro, pero esto es un viaje a la luz¡±, se encoge, como avergonzado de la cursilada.
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