El Alto Guadiana vuelve a correr
El r¨ªo llega a las Tablas de Daimiel por primera vez en m¨¢s de 25 a?os
Julio Escudero parece m¨¢s que satisfecho. A sus 85 a?os, el ¨²ltimo pescador de las Tablas de Daimiel sonr¨ªe en su modesta casa en el parque nacional: ¡°El Guadiana est¨¢ hermoso¡±. La noche del domingo, el r¨ªo Guadiana comenz¨® a entrar a Las Tablas, algo que no ocurr¨ªa desde hace m¨¢s de 25 a?os (unos dicen que la ¨²ltima vez fue en 1984 y otros, que en 1986). El acu¨ªfero 23, sobreexplotado durante d¨¦cadas por el regad¨ªo, sigue asombrando a expertos y se recupera debido a lluvias de a?os anteriores. Puede que sea un espejismo, una situaci¨®n que dure poco, pero demuestra que con control e inversiones hasta el ecosistema m¨¢s ajado puede recuperarse.
Bajo el restaurado molino de Molemocho, a la entrada del parque nacional, se escucha el rumor del agua. Es una fina l¨¢mina constante que crece por momentos. Normalmente, el molino estaba cerrado para evitar que el agua de Las Tablas escapara por el Guadiana, en un fen¨®meno esperp¨¦ntico que ha dado lugar en ocasiones a un Guadiana remontante. En esos casos, el agua del parque ¡ªa veces bombeada desde el subsuelo¡ª corr¨ªa en direcci¨®n contraria a la natural. La topograf¨ªa del terreno es tan llana, que casi todo es posible en este rinc¨®n de Ciudad Real.
Pero hoy no. Desde la noche del domingo, el agua fluye como anta?o: desde el cauce del Guadiana hacia Las Tablas, donde se juntar¨¢ con las aguas del r¨ªo Cig¨¹ela para formar un humedal protegido desde los a?os setenta, cuando los planes de desecaci¨®n que el r¨¦gimen de Franco comenz¨® dos d¨¦cadas antes comenzaban a notarse.
¡°Es una situaci¨®n excepcional, muy esperanzadora¡±, explica Miguel Mej¨ªas, responsable de Hidrogeolog¨ªa del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME), que la semana pasada comprob¨® en la zona el resurgir del acu¨ªfero.
Aparte de las abundantes lluvias, la mejora refleja el mayor control durante a?os
Unos 5,5 kil¨®metros m¨¢s arriba, en el Molino del Nuevo, comienza a discurrir Guadiana. A¨²n no es muy ancho, mucho menos que el original, y del que solo se conoce el rastro por el suelo oscuro resto de la turba. Las Tablas de Daimiel se hab¨ªan mantenido con agua los ¨²ltimos a?os. A veces, con bombeos de agua, a veces, bloqueando la salida del caudal. Pero el antiguo cauce del Guadiana llevaba seco d¨¦cadas.
A¨²n m¨¢s arriba, en diciembre pasado aparecieron unos nuevos ojos del Guadiana, afloramientos de agua por la mejora del acu¨ªfero, pero en junio, con el est¨ªo y los riegos, se secaron.
Mej¨ªas explica que lo que ha pasado es que en los ¨²ltimos tres a?os el acu¨ªfero 23, una enorme balsa subterr¨¢nea que al rebosar formaba La Mancha H¨²meda, ha mejorado enormemente: ¡°Entre marzo de 2009 y marzo de 2012, el acu¨ªfero se ha recuperado una media de 14,5 metros¡±. Aunque el a?o m¨¢s h¨²medo fue el 2009- 2010, ese curso el nivel ascendi¨® cuatro metros. El curso siguiente otros ocho, y el 2011-2012 recuper¨® otros 2,5 metros. Esto es chocante porque ese curso hidrol¨®gico fue extremadamente seco, pero el acu¨ªfero es tan grande que mantiene inercia de varios a?os: ¡°El agua que se filtra tarda mucho en llegar al acu¨ªfero¡±.
En volumen impresiona a¨²n m¨¢s la recuperaci¨®n: a finales de 2009, el acu¨ªfero ten¨ªa un d¨¦ficit de 3.000 hect¨®metros c¨²bicos y en marzo pasado era de 800. El volumen ganado es pr¨¢cticamente el mismo que el que acumula el embalse de La Serena, en Badajoz, el mayor de Espa?a.
El agua a¨²n no ha llegado al nivel que ten¨ªa en los a?os setenta, cuando el sistema a¨²n funcionaba con fluidez y el acu¨ªfero rebosaba en los Ojos del Guadiana. Pero tampoco hace falta. Mej¨ªas cuenta que las extracciones del terreno, las siembras y los incendios de turba en el cauce han reducido unos metros el nivel. Lo suficiente para que el agua mane, aunque est¨¦ unos metros por debajo de la cota de entonces. Este experto compara la situaci¨®n actual con la de diciembre de 1983, cuando el agua en el entorno de los Ojos estaba a 610,17 metros sobre el nivel del mar. En septiembre, el piez¨®metro del IGME marc¨® 610,01, solo 16 cent¨ªmetros por debajo. ¡°La situaci¨®n es espectacular¡±, recalca encantado.
Aparte de las abundantes lluvias, la mejora refleja el mayor control durante a?os. Cuando Las Tablas tocaron fondo y comenz¨® a arder la turba del subsuelo, la Administraci¨®n asumi¨® que un parque nacional no pod¨ªa estar seco. No era de recibo que uno de los r¨ªos m¨¢s importantes de la Pen¨ªnsula surgiera en la depuradora de Ciudad Real, mientras en el te¨®rico nacimiento hab¨ªa un puesto de venta de melones ¡ªque ah¨ª sigue porque el agua a¨²n no ha llegado¡ª.
El antiguo cauce del Guadiana llevaba seco desde hace d¨¦cadas
En los ¨²ltimos 10 a?os, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadiana legaliz¨® 4.000 pozos e instal¨® m¨¢s de 8.000 caudal¨ªmetros en los pozos gracias a una inversi¨®n de 1.000 millones. Adem¨¢s, el parque, gestionado por el Ministerio de Medio Ambiente, ha comprado 1.904 hect¨¢reas de tierra de regad¨ªo alrededor, que se han dejado de cultivar. El actual Gobierno, del PP, ha paralizado las compras de fincas. Los recortes, que azotan especialmente al Organismo Aut¨®nomo de Parques Nacionales.
Adem¨¢s, el ministerio ha dejado de comprar derechos de agua a los regantes y ha establecido un sistema de compraventa entre particulares. Los ecologistas temen que esto impida culminar el sue?o de la recuperaci¨®n de La Mancha H¨²meda. WWF denunci¨® en octubre que lo que ocurre es que hay compras fantasmas, que solo vende caudal quien tiene un derecho de un pozo del que no saca agua. El resultado, seg¨²n la ONG, es que la explotaci¨®n del acu¨ªfero crece aunque sobre el papel se mantiene o incluso disminuye. Otro problema creciente es la amenaza de la mala depuraci¨®n de los pueblos cercanos.
Julio Escudero no parece preocupado por los cambios legales. ¡°Lo que me tiene mareado es que las garzas imperiales este a?o no han criado y el pez ese nuevo¡±. Se refiere al pez gato, una especie invasora que lleg¨® hace dos a?os a Las Tablas. No todo iba a ser buenas noticias.
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