?Quiere Ford menos coches en el planeta?
La centenaria compa?¨ªa se presta a contribuir a la reducci¨®n del n¨²mero de veh¨ªculos
Ford acaba de abrir un frente en pro de la ecolog¨ªa que, aparentemente, atenta contra su propio negocio. La multinacional norteamericana lleva a?os reban¨¢ndose el seso para lanzar al mercado motores m¨¢s ecol¨®gicos y poder colgarse la etiqueta de ¡®marca verde¡¯. Por ahora ha reducido el tama?o de sus motores y ha desarrollado veh¨ªculos h¨ªbridos que ayudan a reducir las emisiones. Esto le ha permitido lograr una bajada del 30% en la emisi¨®n de CO2 de su flota para 2020, pero es la primera vez que se plantea, al menos te¨®ricamente, contribuir a la reducci¨®n del n¨²mero de autom¨®viles en el planeta. ?Quiere Ford que haya menos coches circulando? Resulta parad¨®jico pero ellos dicen que s¨ª, aunque atente contra el que ha sido su negocio durante m¨¢s de 100 a?os.
¡°Reconocemos que tenemos una responsabilidad en la congesti¨®n del planeta y en las emisiones de el CO2. Como compa?¨ªa somos conscientes de este reto medioambiental. Por eso nos planteamos soluciones que le permitan a las personas desplazarse pero de una manera que sea consecuente con las necesidades del planeta¡±, asegur¨® la semana pasada en Londres la vicepresidenta de Ford, Barb Samardwich, en una charla con EL PA?S.
Entre las ideas m¨¢s revolucionarias que propuso en el debate en que particip¨® en Londres est¨¢n la de fomentar la parte de su negocio que se dedica al transporte p¨²blico, como la construcci¨®n de chasis para autobuses, o promover centros desde los cuales moverse con coches Ford que no son de propiedad. La idea ser¨ªa inventar una figura intermedia entre el coche de alquiler y compartir veh¨ªculo: si al concesionario llegan varios clientes que se quieren desplazar al mismo punto se les instar¨¢ a que utilicen un mismo autom¨®vil.
Adem¨¢s est¨¢n trabajando en la creaci¨®n de una base de datos donde centralizar informaci¨®n relevante de los veh¨ªculos que circulan por el mundo. ¡°Igual que est¨¢n interconectados nuestros tel¨¦fonos, queremos interconectar los coches porque su ubicaci¨®n da informaci¨®n muy precisa del estado del medio ambiente y de la carretera. Los coches hablar¨¢n entre ellos y con el medio que les rodea ayudando a reducir el n¨²mero de accidentes y tambi¨¦n a que fluya el tr¨¢fico y reducir la congesti¨®n¡±, dijo la directiva de Ford. Seg¨²n este paradigma para afrontar el futuro de la movilidad se necesita colaboraci¨®n entre los usuarios de los coches.
Barb Samwardich se desplaz¨® a Londres desde Estados Unidos para participar en un debate propiciado por Ford bajo el t¨ªtulo El futuro de la movilidad en el que participaron, adem¨¢s de la vicepresidenta de Ford, la directora para Reino Unido de la consultora de dise?os de ingenier¨ªa de Arup, Susan Claris; Silvain Haon, el secretario general de Polis, una red de ciudades europeas que trabajan juntas para desarrollar tecnolog¨ªas y pol¨ªticas para el transporte; y Fabio Orechini, profesor en sistemas de energ¨ªa en la Universidad de la Sapienza de Roma.
Silvain Haon comenz¨® el debate resaltando que ¡°el modelo de movilidad de hoy sencillamente no funcionar¨¢ ma?ana¡±. Con la masiva emigraci¨®n hacia ¨¢reas urbanas y un n¨²mero creciente de coches en la carretera, la libertad que necesita la movilidad se ve amenazada por el problema de la congesti¨®n, especialmente en ¨¢reas metropolitanas en el mundo.
La directora de la consultora Arup, Susan Claris asegur¨® que hoy en d¨ªa ¡°los coches representan la libertad de movimiento y que es necesario cambiar esa percepci¨®n¡±.
Este cambio de percepci¨®n y de h¨¢bitos fue uno de los puntos m¨¢s interesantes del debate. Fabio Orechini se mostr¨® partidario de la creaci¨®n de nuevas leyes como el ¨²nico modo efectivo de modificar comportamientos a gran escala. Puso como ejemplo positivo el cobro por congesti¨®n de la ciudad que pagan todos los coches que entran en el centro de Londres. La famosa congestion charge tuvo una feroz oposici¨®n ciudadana cuando fue introducida en 2003 pero que hoy se ve como una medida ecol¨®gica de gran ¨¦xito para la ciudad. Seg¨²n una encuesta hecha por Ford a 6.000 ciudadanos europeos, s¨®lo un 3% de la poblaci¨®n est¨¢ dispuesta a pagar m¨¢s por un coche por beneficiar al medio ambiente. Eso s¨ª, un 76% de esos europeos dijeron que les afecta el estr¨¦s de los atascos y el coste del combustible.
Durante el debate se dieron algunos datos espectaculares. En 2010, en China se registr¨® un atasco que dur¨® 10 d¨ªas y en Sao Paulo (Brasil) las filas de coches exceden diariamente los 160 kil¨®metros. Esto es lo que sucede hoy, con mil millones de coches en activo seg¨²n datos de Ford, pero en 2050 se espera que el n¨²mero de veh¨ªculos se cuadruplique llegando a los 4.000 millones.
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