Francia abre la puerta al suicidio asistido y a la sedaci¨®n terminal
Un informe encargado por Hollande certifica que el 56% de los ciudadanos desea ser ¡°ayudado a morir¡± El Gobierno socialista enviar¨¢ la ley de eutanasia al Parlamento en junio de 2013
El profesor Didier Sicard recibi¨® hace seis meses un encargo de Fran?ois Hollande para elaborar un informe sobre ¡°el final de la vida¡± y hoy ha entregado al jefe del Estado un documento que se considera el primer paso hacia una ley de eutanasia, que el Gobierno socialista planea enviar al Parlamento en junio de 2013. El informe, adelantado hoy por Le Monde, afirma sin ambages que es preciso abrir v¨ªas legales para regular la asistencia m¨¦dica que ayude a ¡°terminar la vida con dignidad¡±, enfatiza que es necesario ¡°cumplir las esperanzas y expectativas de los ciudadanos sobre el fin de la vida¡±, certifica que el 56% de los franceses desea recibir ¡°ayuda m¨¦dica para mejor morir¡±, y propone dos soluciones llamadas a suscitar viva pol¨¦mica.
La primera es interrumpir los tratamientos y aplicar la sedaci¨®n terminal (opi¨¢ceos que conducen al coma y a la muerte) ¡°siempre que el paciente lo solicite de forma reiterada¡±, y la segunda es que el Estado ¡°asuma la responsabilidad, si la sociedad desea ir en esa direcci¨®n¡±, de regular el suicidio asistido y ayudar a los ¡°enfermos incurables y conscientes¡± que deseen dejar de vivir.
Citando los casos de Suiza y el estado de Oreg¨®n, el estudio afirma que el suicidio asistido quedar¨ªa reservado ¡°a las personas afectadas por una enfermedad degenerativa e incurable en estado terminal a quienes la perspectiva de vivir su vida hasta el final les pueda parecer insoportable¡±. El informe afirma que si se adoptara esta propuesta, la responsabilidad no puede ser dejada en manos de las asociaciones militantes del derecho a morir, sino que deben ser ¡°el Estado y los m¨¦dicos quienes se ocupen de facilitar los medicamentos y de acompa?ar al enfermo¡±.
El informe descarta sin embargo la eutanasia activa, legal en pa¨ªses como B¨¦lgica y Holanda, y que consiste en pedir a los m¨¦dicos ¡°un gesto radical¡± que produzca la muerte de un paciente, ya que estima que esto ¡°franquear¨ªa la barrera de lo prohibido¡±.
Hollande ha reaccionado deprisa a las recomendaciones de la comisi¨®n cient¨ªfica reunida en torno al profesor Sicard, y el El¨ªseo ha solicitado el parecer del Comit¨¦ Consultivo Nacional de ?tica sobre tres puntos espec¨ªficos: las instrucciones anticipadas de los pacientes por escrito (que el informe pide regular mejor); "las condiciones estrictas para permitir a un paciente consciente y aut¨®nomo, afectado por una enfermedad grave e incurable, ser acompa?ado y asistido en su voluntad de poner ¨¦l mismo fin a su vida¡±, y las condiciones para ¡°hacer m¨¢s dignos los ¨²ltimos momentos de un paciente cuyo tratamiento haya sido interrumpido por los m¨¦dicos tras una decisi¨®n tomada por ¨¦l mismo o por su familia¡±.
Elaborado con las opiniones de nueve especialistas (un fil¨®sofo, un jurista, varios m¨¦dicos) que han realizado debates por todo el pa¨ªs y 80 entrevistas directas, el informe es un alegato contra la sordera de la clase m¨¦dica actual hacia las necesidades de los pacientes terminales. ¡°Entre el 80% y el 90% de los franceses desea una legislaci¨®n de la eutanasia. Se trata de una petici¨®n profunda de gente que no quiere verse sometida en ese periodo de extrema vulnerabilidad a una medicina sin alma¡±, afirma Sicard, quien a?ade que su misi¨®n ha detectado ¡°el malestar, la c¨®lera, la obsesi¨®n (de los franceses) por verse abocados a un final de la vida insoportable, a sufrir o ver sufrir a sus allegados¡±.
El estudio revela adem¨¢s la existencia de desigualdades entre enfermos en el acceso a los cuidados paliativos en funci¨®n de si la muerte se produce en hospitales privados o p¨²blicos, donde expira la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Los m¨¦dicos de la red p¨²blica, afirma Sicard, suelen privilegiar la t¨¦cnica, consideran la muerte ¡°como un fracaso¡±, apenas escuchan a los enfermos que desean dejar de vivir y ponen el acento en la atenci¨®n paliativa sin abrazar ¡°la cultura de mitigar el olor¡±.
Sicard denuncia tambi¨¦n una tendencia creciente a lo que llama ¡°el dejar morir", una interpretaci¨®n laxa de la actual ley sobre el final de vida (la ley Leonetti) que consiste en aliviar el dolor del enfermo en peligro de muerte sin tener intenci¨®n real de ayudarle a morir. ¡°Privilegiar las sedaciones ligeras y cortas, en el inter¨¦s del m¨¦dico que no quiere ser acusado de eutanasia, puede ser de una gran crueldad contra las personas¡±, afirma el estudio. De ah¨ª procede la principal recomendaci¨®n: cuando una persona pide expresamente interrumpir todo tratamiento susceptible de prolongar su vida, hace falta, tras una decisi¨®n colegiada, ¡°darle la posibilidad de un gesto realizado por un m¨¦dico que acelere la llegada de la muerte¡±. La Academia de Medicina ya advirti¨® el 12 de diciembre de que ¡°ning¨²n m¨¦dico ser¨¢ autorizado a dar la muerte¡±.
El informe no preconiza una nueva legislaci¨®n sino abrir un periodo de reflexi¨®n y aprobar un reglamento de ¡°buenas pr¨¢cticas¡± del ejercicio m¨¦dico que complete la ley actual. ¡°La muerte¡±, ha dicho el profesor Sicard a Le Monde, ¡°es el momento de la vida en que la autonom¨ªa de la persona debe ser m¨¢s respetada¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.