Un plan sin plan
En el Plan Estatal de I+D+i que elabora el Gobierno no habla de presupuestos, no menciona la investigaci¨®n b¨¢sica, propone un trasvase potencialmente grande de dinero p¨²blico al sector privado y no resuelve aspectos clave de la carrera investigadora.
Mientras escribimos o leemos estas l¨ªneas, el Plan Estatal de Investigaci¨®n, Desarrollo e Innovaci¨®n (I+D+i) estar¨¢ ultim¨¢ndose para su aprobaci¨®n definitiva. Este Plan es de gran importancia ya que regular¨¢ la inversi¨®n p¨²blica en I+D+i durante los pr¨®ximos cuatro a?os. En Octubre de este a?o que acaba se present¨® a consulta p¨²blica la Estrategia Nacional de I+D+i, proceso por el que pas¨® un mes despu¨¦s el propio Plan. En ambos casos, la respuesta de la comunidad cient¨ªfica espa?ola fue de completo rechazo. No solo los medios de comunicaci¨®n nacional e internacional se hicieron eco de los recortes sostenidos que viene sufriendo la I+D+i espa?ola sino que las revistas cient¨ªficas de mayor prestigio internacional, numerosos premios N¨®bel y premios nacionales y Jaime I de investigaci¨®n, y la propia Comisaria Europea de Investigaci¨®n, Innovaci¨®n y Ciencia han expresado su profunda preocupaci¨®n por el futuro de la investigaci¨®n made in Spain a ra¨ªz de las cr¨ªticas suscitadas por la publicaci¨®n de los borradores de la Estrategia y del Plan. ?Por qu¨¦ se ha generado toda esta movilizaci¨®n colectiva de rechazo? ?Es s¨®lo por los recortes presupuestarios o hay algo m¨¢s? Tal como se desprende de los documentos de an¨¢lisis suscritos por muchos miles de cient¨ªficos del pa¨ªs, el principal problema no es el recorte sino la falta de un aut¨¦ntico plan que asegure la rentabilidad real de la inversi¨®n espa?ola en I+D+i, por modesta que sea. Para asegurar esta rentabilidad, y m¨¢s a¨²n en tiempos de crisis econ¨®mica, lo primero es poner en valor y afirmar los puntales principales del sistema de I+D+i, o, dicho de otra manera, mantener funcionando lo que funciona. Y, en segundo lugar, evitar los errores del pasado o, dicho de otra forma, no insistir en las cosas que no han funcionado. Parece obvio y es por ello que un plan que no deja claros estos principios genera una contestaci¨®n colectiva global y sin fisuras.
El Plan Estatal actualmente en consideraci¨®n no menciona la ciencia b¨¢sica, sin la cual no es posible el progreso cient¨ªfico. La ciencia fundamental (b¨¢sica) no orientada debe ser rescatada, mencionada y programada expl¨ªcitamente, tal como se establece en los planes equivalentes de los pa¨ªses desarrollados de nuestro entorno, como Espa?a ven¨ªa haciendo hasta ahora con tan buenos resultados, y como se recoge en el ¡°Horizonte 2020¡± de la Uni¨®n Europea. Dado que s¨®lo es investigaci¨®n la que explora la frontera del conocimiento, la utilizaci¨®n reiterada del t¨¦rmino ¡°conocimiento o investigaci¨®n de frontera¡± lleva a una tautolog¨ªa poco f¨¦rtil que puede dar lugar a enga?o. Pero no es s¨®lo una cuesti¨®n de terminolog¨ªa.
El Plan propone un trasvase potencialmente grande aunque indeterminado de dinero p¨²blico al sector privado cuando esto no ha funcionado bien en el pasado y lo propone ante un escenario cr¨ªtico en el que los recortes generales est¨¢n comprometiendo la viabilidad a largo plazo de la investigaci¨®n espa?ola. Los problemas que plantea el Plan no acaban aqu¨ª. Hay aspectos relativos a la carrera investigadora y a la formaci¨®n de cient¨ªficos que no est¨¢n bien resueltos, comprometiendo la atracci¨®n y consolidaci¨®n del talento. Muchos de los mejores se ir¨¢n (de hecho, se est¨¢n yendo ya), y aun peor, muchos de los mejores j¨®venes no se sentir¨¢n atra¨ªdos por la investigaci¨®n. El Plan pretende orientar la investigaci¨®n hacia unos retos que denomina ¡°retos globales para la sociedad¡± pero estos retos son incompletos y sesgados. Los indicadores que se propone para evaluar el rendimiento cient¨ªfico y tecnol¨®gico no son adecuados ni permiten la comparaci¨®n con otros pa¨ªses del entorno. Los criterios habituales de valoraci¨®n curricular no son compatibles con objetivos clave del Plan. Y podr¨ªamos continuar¡
La investigaci¨®n de calidad no se improvisa ni se genera de un d¨ªa para otro. Hace falta un cierto tiempo para ser experto y m¨¢s a¨²n ser l¨ªder en una determinada l¨ªnea, como lo es Espa?a en diversas ¨¢reas del conocimiento. Por ello, si se desea un sistema de investigaci¨®n conceptualmente diferente al que se ha estado desarrollando en las ¨²ltimas d¨¦cadas, la transici¨®n debe ser gradual. Si los instrumentos para desarrollar un nuevo sistema (como el Plan) dejan sin posibilidad de financiaci¨®n a muchos grupos de calidad y sin futuro a muchos j¨®venes que est¨¢n contribuyendo al desarrollo de la investigaci¨®n en Espa?a, nuestro pa¨ªs perder¨¢ peso internacional inmediatamente, y costar¨¢ mucho tiempo y dinero recuperarlo.
El proceso seguido en Espa?a con esta consulta p¨²blica del Plan y la Estrategia no s¨®lo irrita a los afectados (en primera l¨ªnea, los cient¨ªficos, pero al final, la sociedad espa?ola al completo pues la ciencia es un pilar clave del bienestar social), sino que desperdicia mucho de lo conseguido hasta ahora y desaprovecha la oportunidad de contar con la propia comunidad cient¨ªfica para optimizar los ajustes presupuestarios. Esta falta de visi¨®n estrat¨¦gica y sobre todo esta incomunicaci¨®n con los cient¨ªficos contrasta con el estilo y la efectividad de muchos pa¨ªses de nuestro entorno. Sin ir m¨¢s lejos, nuestra vecina Francia, en las mismas fechas en las que la Estrategia y el Plan de I+D+i estaban en consulta p¨²blica sin m¨¢s efecto que el de generar documentos cr¨ªticos, notas de prensa y algunas manifestaciones, culmin¨® en un congreso de dos d¨ªas con mas de 700 participantes un proceso de sondeo interactivo de la comunidad cient¨ªfica de m¨¢s de cuatro meses de duraci¨®n en el que un equipo liderado por la vir¨®loga y premio Nobel Fran?oise Barr¨¦-Sinoussi recogi¨® sistem¨¢ticamente sugerencias, iniciativas y propuestas para mejorar su sistema de I+D. Se nos ocurren muchas preguntas, tan ret¨®ricas como trascendentales, que podr¨ªan resumirse en una: ?puede Espa?a permitirse ignorar las cr¨ªticas de su comunidad cient¨ªfica, una de las mejores del mundo, a los planes que de forma unilateral ha esbozado el Gobierno?
Dice la Real Academia Espa?ola que un plan es un ¡°modelo sistem¨¢tico de una actuaci¨®n p¨²blica o privada, que se elabora anticipadamente para dirigirla y encauzarla.¡± En el Plan Estatal que est¨¢ por aprobarse no se ve el rumbo claro, ni su direcci¨®n, ni cauce alguno. Y si buscamos en otra acepci¨®n del t¨¦rmino (¡°escrito en que sumariamente se precisan los detalles para realizar una obra¡±) tampoco tenemos fortuna. El Plan no habla de presupuestos ni en valor absoluto ni relativo, y emplea conceptos difusos que despiertan alertas, sin ning¨²n detalle que permita vislumbrar como se pretende realizar una obra de este calado. Me temo, mejor dicho, nos tememos varias decenas de miles de cient¨ªficos espa?oles, que estamos ante un plan que no es tal.
Fernando Valladares es Profesor de Investigaci¨®n del CSIC
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