Un modelo rescatado y desigual
La primera experiencia de gesti¨®n privada, en Alzira, fracas¨® y tuvo que ser reformulada. El hospital de D¨¦nia teme entrar en p¨¦rdidas
Entre 1997 y 1998 un ejecutivo de la empresa de seguros sanitarios Adeslas se lanz¨® a la b¨²squeda de socios para un nuevo negocio que consist¨ªa en construir y gestionar un hospital p¨²blico a cambio de cobrar una cuota a la Administraci¨®n por cada habitante asignado al centro. El experimento se llevar¨ªa a cabo en Alzira (Valencia). ¡°Analizamos los n¨²meros y no nos sal¨ªan de ninguna forma¡±, recuerda 15 a?os despu¨¦s uno de los empresarios a los que se les invit¨® a incorporarse al proyecto y que decidi¨® quedar al margen.
El mismo modelo del hospital de Alzira, la concesi¨®n administrativa, es el que el Gobierno de Madrid tiene previsto extender a seis hospitales como parte de un contundente plan privatizador de la gesti¨®n sanitaria que aplicar¨¢ este a?o. ?Ha demostrado ser esta una f¨®rmula eficaz?
Como supon¨ªa el empresario al que se le ofreci¨® participar en el hospital de Alzira, al principio los n¨²meros no salieron. Ni el primer a?o (con unas p¨¦rdidas de un mill¨®n de euros), ni el segundo, ni el tercero, ni el cuarto (n¨²meros rojos por valor de 2,67 millones en 2002). Pese a que Adeslas, a trav¨¦s de sus portavoces, hab¨ªa dejado bien claro que en caso de perder dinero ¡°lo pondr¨ªan los accionistas de la empresa [concesionaria del servicio] y no el Estado¡±, pas¨® todo lo contrario. La Generalitat, comprometida como el que m¨¢s con el proyecto, rescat¨® el hospital y volvi¨® a sacarlo a concurso. Lo hizo en 2003, con unas renovadas reglas del juego, m¨¢s favorables a la concesionaria. Esta vez incluy¨® en el lote la atenci¨®n primaria (los centros de salud). Adem¨¢s, subi¨® la cuota por habitante en un 68% (pas¨® de 225 a 379 euros; ahora est¨¢ en 639). Desde entonces la uni¨®n de empresas que gestiona el centro (Adeslas, con un 51%; Ribera Salud, con un 45%, y Lubasa y Dragados, con un 2% cada uno) no ha vuelto a entrar en p¨¦rdidas.
Desde que en 2003 se pusiera el contador a cero, la compa?¨ªa ha obtenido unos beneficios de 28 millones de euros hasta el ejercicio de 2011 (en el que fueron de 1,6 millones), seg¨²n las cuentas que ha trasladado a los sindicatos. Y ello no solo gracias a los cambios introducidos respecto al contrato original, tambi¨¦n por las caracter¨ªsticas particulares de gesti¨®n.
Un 20% del salario en la gesti¨®n privada es variable; el sueldo fijo es un 10% inferior la de la red p¨²blica
Una de ellas es la pol¨ªtica de recursos humanos. Seg¨²n el Sindicato de M¨¦dicos de Asistencia P¨²blica (Simap), las condiciones laborales y salariales de los trabajadores con contratos laborales (la amplia mayor¨ªa, a excepci¨®n del 20% de los heredados de la red p¨²blica) son peores que las de los empleados de la Consejer¨ªa de Sanidad. Trabajan 180 horas m¨¢s al a?o y el salario fijo es un 10% inferior, de acuerdo con el sindicato. ¡°Los ritmos son abusivos por la existencia de plantillas sobreexplotadas e infradimensionadas¡±, sostiene Pedro Dur¨¢n, m¨¦dico de urgencias y responsable del Simap en Alzira.
Un portavoz del hospital se?ala que gracias al importante porcentaje variable que perciben los empleados (en torno al 20%), el salario final ¡°se equipara al de la p¨²blica, y es superior en el caso de muchos m¨¦dicos¡±. Adem¨¢s, sostiene que las encuestas muestran una elevada satisfacci¨®n de los trabajadores y que solo el 3% de los empleados dej¨® la empresa en 2012, ¡°lo que refleja que est¨¢n a gusto¡±.
Otro de los rasgos que definen el modelo es que siempre ha enfocado su actividad a atraer pacientes de otras comarcas. La explicaci¨®n es sencilla. La empresa adjudicataria cobra una suma fija (639 euros) por cada uno de los 250.000 ciudadanos que residen en el departamento de salud de La Ribera. Todos los pacientes de fuera atendidos suponen ingresos a?adidos, ya que se facturan a la Generalitat.
Por ello, desde el primer d¨ªa, el hospital se ha esforzado por atraerlos. Alzira no es un hospital comarcal m¨¢s. Tiene casi todos los servicios de un hospital general, lo que funciona como un polo de atracci¨®n de enfermos de poblaciones cercanas que carecen de servicios especializados. Tambi¨¦n ha fichado a especialistas relevantes (anestesistas, ginec¨®logos, neurocirujanos, cirujanos tor¨¢cicos o pl¨¢sticos) con capacidad de atraer pacientes y, por ello, dinero. Un ejemplo de esta pol¨ªtica es el elevado n¨²mero de partos registrados. La cobertura de anestesia epidural y la privacidad que ofrecen sus habitaciones individuales han sido un reclamo para parturientas de m¨¢s all¨¢ de La Ribera. Gracias a todo ello, un 15% de los ingresos de la concesionaria en 2011 (28,8 de 193 millones de ingresos totales) procedieron de tratamientos a residentes de otros departamentos de salud.
La Generalitat ha repetido la f¨®rmula Alzira en Torrevieja, D¨¦nia, Elche y Manises. Pero no en todos los casos los resultados son los mismos. En D¨¦nia, la concesionaria recurri¨® el a?o pasado a la nueva legislaci¨®n laboral y modific¨® las condiciones de los trabajadores (50 horas m¨¢s anuales, vacaciones repartidas a lo largo de todo el a?o para evitar contratos de sustituci¨®n) con el objetivo de limitar las p¨¦rdidas del ejercicio, que el a?o 2012 rondar¨¢n el mill¨®n de euros, seg¨²n fuentes sindicales. La empresa, consultada por este diario, no quiso valorar esta circunstancia. En Manises, en julio y agosto, la concesionaria retras¨® el abono a sus trabajadores de parte del salario por los impagos de la Generalitat.
Aquel alto ejecutivo de Adeslas que hace 15 a?os buscaba compa?eros de viaje para el hospital de Alzira y que sosten¨ªa que si la experiencia iba mal los accionistas asumir¨ªan las consecuencias es Antonio Burgue?o. El que fuera ide¨®logo del hospital de La Ribera ya no trabaja en el sector privado. Ahora, como director general de Hospitales del Gobierno de Madrid es el principal responsable del programa de privatizaci¨®n de la sanidad p¨²blica en esta regi¨®n.
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