La Administraci¨®n se fue de aqu¨ª

El silencio en la plaza del Ayuntamiento de Piqueras dif¨ªcilmente ser¨¢ roto por el tono de un m¨®vil. No hay cobertura. En sus calles, delimitadas por las piedras de los muros las casas, no pasea ninguno de sus 57 habitantes. Es el paisaje de muchos municipios del entorno del Parque Natural del Alto Tajo, al este de la provincia de Guadalajara. Bel¨¦n Portero, alcaldesa de Cobeta, llora al enumerar los servicios que paulatinamente han dejado de tener por falta de inversi¨®n tanto p¨²blica como privada. Este enero hace 20 a?os que regres¨® de la ciudad a su tierra natal, que ha visto crecer y ahora decaer con la crisis. Sin servicios, la gente se marcha; y cuanta menos poblaci¨®n hay, m¨¢s decrecen los recursos. Un bucle que aboca a los peque?os pueblos a la desaparici¨®n.

?En poblaciones como Piqueras o Cobeta, que no superan la centena de empadronados, los servicios p¨²blicos son b¨¢sicos. Por eso cuando se mete la tijera para ahorrar en zonas rurales, los habitantes ven mermado su acceso a lo fundamental: la educaci¨®n, la sanidad o el empleo. ¡°Los recortes han ido poco a poco. Lo de las urgencias nocturnas lo ve¨ªamos venir¡±. A Laura Jim¨¦nez, joven alcaldesa socialista de Alcoroches, no le sorprende la decisi¨®n del Gobierno regional de suprimir las urgencias nocturnas en 21 municipios. Pero ha sido la chispa que ha encendido su indignaci¨®n y la de los vecinos de los pueblos de la zona, que en muchos casos se han movilizado por primera vez en su vida para defender la comarca.

Jim¨¦nez, sin embargo, no ha dejado de batallar contra el abandono institucional desde que lleg¨® a la alcald¨ªa, en mayo de 2011. Ella apost¨® por el pueblo cuando en 2005 dej¨® su Sabadell natal ¡ª¡°aunque soy hija de Alcoroches¡±, apostilla¡ª para formar una familia con su marido, que incluso mont¨® un restaurante en el municipio. Los temores de los padres de la joven, que consideraban un retroceso su regreso, se han ido confirmando. Desde entonces, la reducci¨®n de servicios ha sido paulatina y las carencias se han acentuado. ¡°Sab¨ªa que aqu¨ª hay ciertas precariedades, pero estamos hablando de derechos, como tener un m¨¦dico o la educaci¨®n¡±, dice.

"Nos dijeron que la escuela ya no era viable", cuenta una alcaldesa

Los recortes tambi¨¦n han afectado a Jim¨¦nez como ciudadana. Perdi¨® su trabajo de educadora en la mancomunidad de la Sierra cuando se redujo el personal destinado a la atenci¨®n de la infancia. Ahora regenta el bar, actividad que compagina con la alcald¨ªa, por lo que no recibe retribuci¨®n alguna, subraya.

¡°Y vino el duro septiembre¡±, as¨ª define el comienzo del actual curso escolar. El consejero de Educaci¨®n, Cultura y Deporte de Castilla-La Mancha, Marcial Mar¨ªn, ya lo hab¨ªa anunciado en mayo del a?o pasado. Se cerrar¨ªan las 64 peque?as escuelas rurales con menos de 10 alumnos. La de Alcoroches estaba entre ellas y cerr¨®. ¡°Nos dijeron que no era viable¡±, explica. Los ocho peque?os que asist¨ªan, tambi¨¦n la hija de Jim¨¦nez, ahora van al colegio en Checa, un pueblo a siete kil¨®metros al que se llega por una carretera estrecha y serpenteante. Un traslado para el que no les han facilitado transporte escolar. ¡°Todos somos conscientes de la crisis, pero est¨¢n aprovechando. Esto lo cierran porque les da la gana. He intentado ser paciente y dialogante¡±, aumenta el tono de enfado la alcaldesa. Porque tras los servicios, se van los habitantes. ¡°Una de las familias se ha ido, aunque trabajan en el pueblo, para que el ni?o est¨¦ cerca del colegio¡±, lamenta. En Adobes, municipio de la comarca, temen que en primavera se cierre tambi¨¦n su escuela rural. Peligran adem¨¢s, por el n¨²mero de alumnos, las de Alustante y Tordesilos. ¡°Invitan a la gente a marcharse. Un pueblo sin ni?os es un pueblo cerrado¡±, se queja Juana Jim¨¦nez, alcaldesa de Adobes. Sin negocio, la ¨²nica gasolinera del municipio desapareci¨® hace unos meses. Ahora ven amenazadas las urgencias nocturnas a las que tendr¨ªan que acudir si necesitan atenci¨®n m¨¦dica, situadas en Pobo de Due?as.

Es mediod¨ªa y al bar de Alcoroches llegan como un goteo los clientes. En una mesa, Terencio, de 78 a?os, toma un caf¨¦. En un rato, dice, se ir¨¢ a la casa tutelada, donde los mayores del municipio pasan el d¨ªa y les dan comida y cena. ¡°Tambi¨¦n la veo en peligro inminente, hace meses que la Junta no abona su parte¡±, denuncia Jim¨¦nez. ¡°Sin los convenios con la Junta esto es insostenible. Desde que llegu¨¦ a la alcald¨ªa no han pagado nada¡±, a?ade. Ante la pregunta de qu¨¦ pasar¨¢ si cierra este centro de d¨ªa, Terencio responde con otra cuesti¨®n: ¡°?Y d¨®nde nos van a meter? All¨ª juego a las cartas con los amigos¡±.

Si cierran el centro de d¨ªa, "?d¨®nde nos van a meter?", dice Terencio, de 78 a?os

En la barra est¨¢ Carlos P., de 28 a?os. ¡°Cabreado¡±, as¨ª es como se siente. ?l es uno de los j¨®venes del pueblo, pero no descarta marcharse. Trabaja habitualmente en Geacam, empresa p¨²blica de la comunidad encargada de la gesti¨®n de los montes, pero los meses de invierno ¡ª¡°cuando dicen los mayores que se apagan los incendios¡±, alerta¡ª no trabaja. Y no sabe con certeza si en la primavera le volver¨¢n a contratar. La misma situaci¨®n vive Alberto G¨®mez, concejal sin retribuci¨®n del Pobo de Due?as. Trabajaba como ret¨¦n de incendios, en una zona que ha sufrido varios en los ¨²ltimos a?os, pero ahora est¨¢ desempleado. No puede evitar el llanto al relatar su situaci¨®n y la de muchos de sus vecinos a los que les han quitado la ayuda a la dependencia por los ¨²ltimos cambios en la valoraci¨®n, les han retirado asimismo la ayuda a domicilio y la teleasistencia. ¡°Lo m¨¢s importante en estos momentos es la salud. Y est¨¢n penalizando a los m¨¢s d¨¦biles, a las personas mayores y los enfermos¡±, recalca G¨®mez.

La intenci¨®n del Gobierno de Mar¨ªa Dolores de Cospedal de quitar 21 puntos de atenci¨®n continuada en Castilla-La Mancha ha movilizado a los habitantes de las zonas rurales. ¡°No recuerdo manifestaciones en el pueblo¡±, asegura Concepci¨®n Ib¨¢?ez, vecina de 59 a?os de Pobo de Due?as. Pero no han sido las concentraciones lo que ha paralizado el cierre de las urgencias nocturnas, sino la justicia. ¡°Aqu¨ª no hay votos, no les importamos¡±, opina Juana Jim¨¦nez.

Para evitar el olvido y abandono institucional del entorno rural en la provincia castellano-manchega, surgi¨® en 2005 La otra Guadalajara, un movimiento ciudadano que reclama inversiones para revitalizar la zona. Aunque todas las medidas que se est¨¢n tomando van, en opini¨®n de miembros de la plataforma, en sentido contrario. Juan Manuel Monasterio, concejal de IU en Molina de Arag¨®n, pero que se define, sobre todo, como parte de esta asociaci¨®n civil, cree que ¡°estos movimientos ¡ªdel tipo Teruel existe¡ª surgen en territorios donde los habitantes se dan cuenta de que la Administraci¨®n hace dejaci¨®n de sus funciones. Y reclaman derechos reconocidos por la Constituci¨®n que no ven satisfechos¡±. ¡°Somos ciudadanos de segunda clase¡±, zanja.

?"Reclamamos derechos de la Constituci¨®n", dice un vecino

Uno de los participantes de La otra Guadalajara, que prefiere no decir su nombre, cree que se est¨¢ asistiendo al ¡°exterminio de la comarca¡±. ¡°Sufrimos varias crisis: la general de todo el mundo, la del ladrillo de Espa?a, la de la despoblaci¨®n que barre nuestro comercio, y la del p¨¢nico, cuando pasan estas cosas [cierre de urgencias nocturnas] se transmite que aqu¨ª no se puede vivir¡±, afirma.

Cada recorte aleja a los ciudadanos del Alto Tajo de ver cumplido el plan de revitalizaci¨®n de la zona que pasaba por la construcci¨®n del Parador de Molina de Arag¨®n y la puesta en marcha de la f¨¢brica de biomasa de Iberdrola en Corduente. Estos fueron compromisos adquiridos por la Junta tras el terrible incendio que destruy¨® los montes en 2005. El complejo hotelero no ha comenzado a levantarse. La f¨¢brica, sin embargo, se puso en marcha en 2009. Era la primera instalaci¨®n de Espa?a que utilizaba ¨²nicamente residuos forestales para generar energ¨ªa el¨¦ctrica. El pasado 31 de diciembre ces¨® su actividad. No solo no se crearon los casi 300 empleos prometidos, sino que la docena de trabajadores fueron despedidos.

La empresa explic¨® que se trataba de ¡°una parada t¨¦cnica para mejorar su eficiencia¡±. Iberdrola aleg¨® que la biomasa era una tecnolog¨ªa nueva que necesitaba ¡°ajustes y reenfoques¡±. Los extrabajadores, los alcaldes y vecinos de la zona opinan que los motivos son otros. Sin la madera que recog¨ªan los retenes, que han sido despedidos de la empresa p¨²blica Geacam durante el invierno, la f¨¢brica se queda sin materia prima para producir energ¨ªa.

"Si falta inversi¨®n p¨²blica se destruye tambi¨¦n la privada", opina Bel¨¦n Pontero

Un camino de barro lleva a las instalaciones que, sin fecha de reapertura, permanecen vac¨ªas. Se trata, dice Bel¨¦n Pontero, alcaldesa de Cobeta, de un ¡°claro ejemplo de que si falta inversi¨®n p¨²blica, se destruye tambi¨¦n la iniciativa privada¡±. ¡°Es una pena¡±, dice mientras observa el edificio donde antes ve¨ªa oportunidades y ahora, un fantasma.