Comisarios morales para el debate bio¨¦tico
El comit¨¦ que asesorar¨¢ al Gobierno queda bajo una mayor¨ªa en postulados muy conservadores El partidismo ideol¨®gico y la falta de pluralidad afectan a la autoridad e influencia del organismo
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El descubrimiento de un nuevo inmunosupresor, la ciclosporina, permiti¨® en los a?os ochenta la revoluci¨®n de los trasplantes y la sociedad tuvo que decidir si se pod¨ªa o no compensar econ¨®micamente a los donantes. M¨¢s tarde lleg¨® la fecundaci¨®n in vitro, y tuvo que decidir qu¨¦ hacer de los embriones sobrantes y si era l¨ªcito o no alquilar el vientre de una mujer para gestar un hijo concebido en la probeta. Ahora llegan la ingenier¨ªa de tejidos y los cambios asociados a la revoluci¨®n de la gen¨¦tica, entre ellos la posibilidad de saber de qu¨¦ vamos a enfermar cuando a¨²n estamos sanos. Y a m¨¢s largo plazo, pero tal vez no tanto, la posibilidad de resucitar especies extinguidas, por ejemplo la de los neandertales, o de tener hijos a la carta.
Sobre asuntos tan complejos deliberan y aconsejan los comit¨¦s de bio¨¦tica, pero tambi¨¦n sobre otros mucho m¨¢s cotidianos, como el derecho a una muerte digna o los requisitos para poder abortar, cuestiones en todo caso que tienen que ver con la vida de la gente, sus creencias y sus valores. Por eso los comit¨¦s de bio¨¦tica son tambi¨¦n organismos de alta tensi¨®n ideol¨®gica. La renovaci¨®n, el pasado 12 de enero, de todos los miembros del Comit¨¦ de Bio¨¦tica de Espa?a ha levantado una intensa pol¨¦mica, suscitada por quienes consideran que el nuevo comit¨¦ ha sufrido un claro corrimiento ideol¨®gico hacia posiciones ultraconservadoras. En un momento en el que se espera que llegue a la agenda pol¨ªtica la reforma de la ley del aborto anunciada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, la composici¨®n del nuevo comit¨¦ no ha pasado desapercibida. Siete de sus doce miembros se han pronunciado en discursos, conferencias o trabajos acad¨¦micos en contra de la vigente ley del aborto, y algunos de ellos, incluso contra el derecho a abortar en ning¨²n supuesto. Y varios se han pronunciado tambi¨¦n en contra de la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre embrionarias.
?Para qu¨¦ crean un comit¨¦ de bio¨¦tica si no saben para qu¨¦ lo quieren? Victoria Camps
El Comit¨¦ de Bio¨¦tica se cre¨® en julio de 2007, dentro de la Ley de Investigaci¨®n Biom¨¦dica. Espa?a fue uno de los ¨²ltimos pa¨ªses en incorporar este intrumento de deliberaci¨®n y la forma en que se ha operado despu¨¦s revela una cierta falta de convencimiento. Fue un comit¨¦ de parto lento ¡ªsus miembros no tomaron posesi¨®n hasta octubre de 2008¡ª y escasa incidencia. ¡°El Gobierno nunca nos encarg¨® ning¨²n informe ni dictamen¡±, relata su presidenta, Victoria Camps, catedr¨¢tica em¨¦rita de Filosof¨ªa Moral y Pol¨ªtica de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Ahora, la forma en que se ha hecho la renovaci¨®n indica que si del anterior Gobierno recibi¨® indiferencia, de este ha recibido desd¨¦n. El comit¨¦ deb¨ªa renovarse por mitades cada cuatro a?os, de manera que ninguno de sus miembros pod¨ªa estar m¨¢s de seis, pero nunca lleg¨® a detallarse el procedimiento. En octubre pasado, al cumplirse los cuatro a?os, el Ministerio de Sanidad decidi¨® la renovaci¨®n, pero no de la mitad, sino de la totalidad de los miembros. Nadie del Gobierno se dirigi¨® ni a la presidenta ni a los integrantes del comit¨¦ para comunicarles la decisi¨®n. Ni siquiera pudieron celebrar una ¨²ltima reuni¨®n. Los asuntos pendientes quedaron sobre la mesa. Victoria Camps expres¨® a la secretaria de Estado de Investigaci¨®n, Carmen Vela, su disgusto por estas formas, impropias e injustas con un comit¨¦ que hab¨ªa elaborado a pesar de todo y por propia iniciativa un considerable n¨²mero de documentos y resoluciones, y cuyos miembros hab¨ªan decidido al tomar posesi¨®n no cobrar por su dedicaci¨®n, ni siquiera dietas. ¡°El comit¨¦ podr¨ªa haber tenido mucha m¨¢s incidencia si hubiera tenido la confianza y la complicidad de las instituciones¡±, lamenta Victoria Camps. ¡°Muchas veces me he dicho: ?para qu¨¦ crean un comit¨¦ de bio¨¦tica si no saben para qu¨¦ lo quieren?¡±.
Varios de los miembros cesados coinciden en que, si bien el Gobierno socialista no les dio interlocuci¨®n, tampoco interfiri¨® en sus decisiones. ?Cambiar¨¢ eso ahora? De momento, la composici¨®n del nuevo comit¨¦ ha causado sorpresa en medios relacionados con la bio¨¦tica. Varios de los miembros del nuevo comit¨¦ han destacado por su activismo en favor de posiciones situadas en la ortodoxia cat¨®lica m¨¢s conservadora. Nicol¨¢s Jouve de la Barreda, catedr¨¢tico de Gen¨¦tica de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, es uno de los impulsores del Manifiesto 25 de marzo a favor de una investigaci¨®n biom¨¦dica respetuosa con la vida humana y en 2009 se opuso a la reforma legal del aborto impulsada por el Gobierno socialista. Jouve ha publicado varios trabajos en los que defiende la tesis de que ¡°la ciencia est¨¢ a favor de la vida desde el momento de la concepci¨®n¡±, y por tanto, no es l¨ªcito interrumpirla. Tambi¨¦n critica la fecundaci¨®n in vitro porque ¡°deja indefensos al 90% de los embriones producidos¡±, posici¨®n en la que coincide con otros miembros como Jos¨¦ Miguel Serrano Ruiz-Caldera o Vicente Bellver Capella, que tambi¨¦n se han opuesto en diferentes foros a la investigaci¨®n con c¨¦lulas embrionarias.
Jouve ve en la homosexualidad un ¡°modo de vida desordenado¡±
En un art¨ªculo presentado en unas jornadas del Instituto Pontificio Juan Pablo II con el t¨ªtulo La homosexualidad a la luz de la gen¨¦tica, Jouve sostiene tambi¨¦n que la aceptaci¨®n moral de la homosexualidad depende de si se considera una tendencia cong¨¦nita o ¡°una opci¨®n libremente aceptada como un modo de vida en cualquier caso irregular y desordenado¡±. Por su parte, Natalia L¨®pez de Moratalla, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Bio¨¦tica, se ha declarado en varias ocasiones contraria a despenalizar el aborto en cualquier supuesto. En un art¨ªculo titulado El amor a la vida naciente, sostiene que ¡°los hijos no son un derecho de los padres humanos, aunque hayan sido engendrados por ellos (¡) Es Dios quien llama a la existencia a esa persona en concreto y encarga a los padres engendrarle¡±. No es l¨ªcito, pues, interferir en los designios de Dios. En otro art¨ªculo publicado en la revista Cuadernos de Bio¨¦tica en 2012 con el t¨ªtulo ?C¨®mo cambia el aborto el cerebro? sostiene que las mujeres que deciden abortar tienen ¡°un 81% m¨¢s de riesgo de padecer problemas de salud mental¡±. Seg¨²n esta posici¨®n, lo que atenta contra la salud de la mujer no es obligarla a mantener un embarazo no deseado, sino la decisi¨®n de abortar, aunque sea libre y voluntaria.
Prohibir o limitar el derecho al aborto ser¨ªa, en esta l¨ªnea argumental, la forma de defender a las mujeres, una idea que tambi¨¦n ha utilizado el ministro Ruiz-Gallard¨®n. En un intento de darle la vuelta al argumentario feminista, el ministro present¨® su proyecto de reforma como una iniciativa para proteger el derecho de las mujeres a la maternidad y a la salud. El proyecto de Gallard¨®n ha recibido el apoyo expl¨ªcito y entusiasta de otros miembros del comit¨¦, entre ellos el de Mar¨ªa Teresa L¨®pez L¨®pez, vicepresidenta de la Fundaci¨®n Acci¨®n Familiar.
El peso que estas posiciones tienen en el nuevo comit¨¦ ha sido considerado excesivo. ¡°No conozco antecedentes, ni en Europa ni en el mundo, de una composici¨®n tan sesgada en favor de unas determinadas posiciones¡±, afirma Margarida Boladeras, catedr¨¢tica de Filosof¨ªa Moral y Pol¨ªtica de la Universidad de Barcelona. ¡°Existe un amplio consenso en el mundo de la bio¨¦tica sobre la necesidad de que estos comit¨¦s representen la pluralidad de la sociedad. Un comit¨¦ ad hoc como este no puede ser considerado propiamente un comit¨¦ nacional de bio¨¦tica¡±, sostiene. Pablo Sim¨®n Lorda, profesor de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica y miembro del anterior comit¨¦, cree que la mayor parte de los nuevos miembros ¡°tienen un sesgo ideol¨®gico marcad¨ªsimo¡± y que ¡°sus postulados forman parte de un proyecto moral muy radical y muy alejado de la ¨¦tica c¨ªvica p¨²blica, que tiene en la reforma de la ley del aborto su objetivo inmediato¡±.
Una revista sostiene que el aborto cambia el cerebro a las mujeres
Entre los tres miembros del anterior comit¨¦ que han sido nombrados de nuevo figura C¨¦sar Nombela, catedr¨¢tico de Microbiolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid. Nombela rechaza las cr¨ªticas de sesgo pol¨ªtico y recuerda que la elecci¨®n es fruto de un procedimiento democr¨¢tico. ¡°De acuerdo con la ley que lo regula, una parte de los miembros han sido nombrados por las comunidades aut¨®nomas y el resto por diferentes ministerios. Cada uno ha decidido como ha cre¨ªdo oportuno. Por otra parte, es un ¨®rgano consultivo cuyos miembros act¨²an con total independencia¡±. ¡°Que el procedimiento de elecci¨®n sea democr¨¢tico no excluye la posibilidad de sesgo partidista, como ocurre en otros organismos, como el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder Judicial¡±, se?ala Mar¨ªa Casado, directora del Observatorio de Bio¨¦tica y Derecho de la Universidad de Barcelona. Casado destaca la ¡°debilidad argumental y cient¨ªfica¡± de los trabajos publicados por algunos de los nuevos miembros y considera que la composici¨®n configura ¡°un comit¨¦ a medida de la agenda del Gobierno y nos remite a los tiempos m¨¢s oscuros porque sigue las directrices de la Iglesia m¨¢s reaccionaria¡±. Casado lamenta que Espa?a pueda estar representada en los organismos internacionales de bio¨¦tica por personas de posiciones tan retr¨®gradas y acient¨ªficas. ¡°En muchos de los trabajos publicados no se hace un esfuerzo por adaptar las creencias a la evidencia cient¨ªfica, sino por adaptar la ciencia a las creencias¡±.
El cardi¨®logo Manuel de los Reyes L¨®pez, uno de los nuevos miembros elegido a propuesta del Consejo Interterritorial de Salud, afirma que desconoce los criterios aplicados, pero pide que se d¨¦ al nuevo comit¨¦ ¡°al menos la m¨ªnima oportunidad de demostrar que es capaz de encontrar los consensos deliberativos¡± que permitan llegar a resoluciones representativas. ¡°Aunque es cierto que cada uno llega con una biograf¨ªa y una mochila previa, en un Estado aconfesional y una sociedad con pluralidad de valores, cualquier resoluci¨®n ha de estar basada en el respeto a los valores de los dem¨¢s, la razonabilidad y la deliberaci¨®n¡±, afirma. Sobre las posiciones previas, C¨¦sar Nombela precisa: ¡°Tambi¨¦n los miembros del comit¨¦ anterior hab¨ªan publicado y ten¨ªan posiciones previas sobre los temas a debatir. Nadie est¨¢ obligado a hacer abstracci¨®n de sus opiniones y creencias. El comit¨¦ act¨²a como un ¨¢rbitro en un debate que normalmente cristaliza en un criterio mayoritario, aunque a veces pueda expresarse tambien con votos particulares¡±. Nombela recuerda que el suyo fue el ¨²nico voto particular que se expres¨® en contra del dictamen emitido por el comit¨¦ anterior sobre la ley del aborto del Gobierno socialista, que fue aprobado por los restantes 11 miembros, incluido el jesuita Alonso Belate, que tambi¨¦n repite, aunque m¨¢s tarde este se retract¨® en un escrito difundido por la orden. Preguntado sobre si optar¨¢ a la presidencia, Nombela responde que no ha recibido ninguna propuesta al respecto, pero en todo caso no se lo plantea porque su responsabilidad al frente de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, de la que fue nombrado rector en diciembre, le exigir¨¢ total dedicaci¨®n.
El comit¨¦ belga es plural y hace un trabajo deliberativo de calidad
Para Pablo Sim¨®n Lorda, en un comit¨¦ de ¨¦tica es muy importante que sus miembros, ¡°aunque tengan puntos de vista ¨¦ticos particulares, sean capaces de dejarlos de lado y buscar puntos de encuentro¡±, cosa que resulta muy dif¨ªcil si en su composici¨®n predominan los ¡°comisarios morales¡±. Boladeras advierte de que la sospecha de partidismo moral es lo peor que le puede ocurrir a un comit¨¦ de bio¨¦tica, pues cuando eso ocurre, deja de tener autoridad e influencia.
En un libro que prepara Boladeras, Gilbert Hottois, profesor em¨¦rito de la Universidad Libre de Bruselas y miembro del Comit¨¦ Consultivo de Bio¨¦tica de B¨¦lgica, considera que adem¨¢s de plural, un comit¨¦ de bio¨¦tica ha de estar formado por personas capaces de deliberar, de asumir los puntos de vista de las otras partes. Hottois recuerda que estos comit¨¦s han sido creados para ayudar a tomar decisiones sobre cuestiones dif¨ªciles, y para que puedan cumplir su misi¨®n, han de ser capaces de llegar a consensos program¨¢ticos, es decir, buscar aquello en lo que se est¨¢ de acuerdo, aunque no sea por las mismas razones.
¡°Yo era un fil¨®sofo feliz en el Grupo Europeo de ?tica¡±, recuerda el profesor, ¡°porque el pragmatismo era muy importante¡±. Pero tambi¨¦n se siente feliz en el comit¨¦ belga porque es realmente plural y aunque tarda en ocasiones en emitir sus dict¨¢menes (tiene 40 miembros) puede hacer un trabajo deliberativo de calidad, entre otras cosas porque tiene como divisa ¡°la negativa a ponerse en el lugar de lo pol¨ªtico y tomar posiciones unilaterales o partidistas¡±. Lo fundamental, a la hora de elegir a los miembros de un organismo deliberativo no es tanto su posici¨®n de partida como lo que Hottois denomina ¡°el esp¨ªritu de apertura y tolerancia¡±. Y eso es precisamente lo que se echa de menos en muchos de los nuevos miembros del comit¨¦.
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