La Virgen que sab¨ªa de urbanismo
Arropados por la jerarqu¨ªa cat¨®lica, los seguidores de la vidente de El Escorial acumulan inmuebles, terrenos y un patrimonio de millones de euros
"Ya lo dijo el Se?or en 1996!¡±, clama el sacerdote ante un millar de fieles desde la colina donde se erige la capilla. Lo que vino a decir Cristo ese a?o es, en resumen, que hay que rezar m¨¢s y que la sociedad es incr¨¦dula y se ha dado al vicio y al libertinaje. Aclara el cura que la palabra de Cristo lleg¨® por boca de Luz Amparo Cuevas, la vidente de El Escorial, la asistenta escogida por el Se?or y la Virgen para lanzar sus mensajes. Ella es la raz¨®n de que m¨¢s de mil personas pasen esta fr¨ªa tarde de s¨¢bado rezando el Rosario en mitad de un prado a las afueras de este pueblo de la sierra madrile?a.
El Se?or y la Virgen empezaron a hablar por boca de Luz Amparo en 1980 y no dejaron de hacerlo hasta 2002, seg¨²n aseguran los fieles de la vidente, que falleci¨® el a?o pasado tras una larga enfermedad. El f¨¦retro con su cuerpo permanece al aire libre junto a la capilla desde entonces, pese a que las autoridades han ordenado recientemente que los restos sean enterrados en un cementerio. Sobre esos mensajes y sobre ese ata¨²d se levanta la llamada Obra de la Virgen de El Escorial. Para algunos, un movimiento religioso que reparte caridad; para otros, un enga?o dise?ado para sacar los cuartos a los ancianos y a la gente desesperada.
Esta tarde, la mayor¨ªa de los que asisten al prado son ancianos, familias numerosas y enfermos. Algunos se desplazan hasta all¨ª para llenar garrafas con el agua de una fuente curativa. No es un lugar para que los ciegos recuperen la visi¨®n o para que quienes no pueden caminar se levanten exclamando: ¡°?Milagro!¡±. La teatralidad y los artificios se ci?en al personaje de Luz Amparo. Antes de que empiece la misa, en una antigua nave para el ganado situada frente al prado y convertida en iglesia, otro cura, m¨¢s joven y de voz muy engolada, anuncia que se va a proyectar ¡°la pel¨ªcula de 1996¡±. La pantalla muestra a la vidente, de rodillas y con los ojos cerrados, hablando lentamente, con voz de falsete. Dios parece improvisar. El discurso est¨¢ lleno de errores, anacolutos y frases inacabadas, pero quienes lo oyen sienten que esa es la voz divina.
La Iglesia encarg¨® una comisi¨®n para estudiar los mensajes divinos en los ochenta: un psiquiatra desmont¨® el fen¨®meno
¡°Hombres con hombres, mujeres con mujeres. ?Sodoma y Gomorra!¡±, prosigue el cura m¨¢s mayor en la misa del prado. La Iglesia, inicialmente en contra de las visiones de Luz Amparo y que nunca reconoci¨® la presencia divina en sus mensajes, s¨ª autoriz¨® en los noventa la obra social del movimiento y la construcci¨®n de la capilla donde una docena de curas dan ahora la comuni¨®n. A qu¨¦ se debi¨® ese cambio repentino es todav¨ªa un misterio.
Tras la comuni¨®n, los feligreses llevan a la Virgen de los Dolores en procesi¨®n hasta el viejo fresno donde dicen que se le apareci¨® a Luz Amparo. Les escoltan unos hombres con un chaleco azul en el que se lee la palabra ¡°organizaci¨®n¡± y que no paran de comunicarse entre ellos por un pinganillo. All¨ª est¨¢ la fuente con el agua sanadora, all¨ª rezan todos el rosario y all¨ª contin¨²a el tono monocorde y afectado de las letan¨ªas, una y otra vez, junto a un portal de Bel¨¦n en el que la gente deja billetes de 20 euros y pide que se resuelvan sus males.
En ese fresno empez¨® todo.
LUZ AMPARO Y EL PSICOGRUPO
No hay muchas fuentes documentales fiables para conocer la historia de c¨®mo una empleada de hogar se convirti¨® de la noche a la ma?ana en una vidente capaz de arrastrar a miles de peregrinos hasta El Escorial.
El psiquiatra Francisco Alonso-Fern¨¢ndez fue el ¨²nico que pudo examinar a fondo el caso de Luz Amparo. El catedr¨¢tico em¨¦rito, a punto de cumplir los 90 a?os, recuerda en su casa de Madrid ¡ªllena de libros y recuerdos de sus investigaciones¡ª el a?o en el que trat¨® las apariciones de El Escorial. Sus conclusiones sirvieron para redactar un informe que se publicar¨ªa a?os m¨¢s tarde con el t¨ªtulo de Estigmas, levitaciones y ¨¦xtasis. De sor Magdalena al Palmar de Troya (Temas de Hoy, 1993).
Algunos datos biogr¨¢ficos est¨¢n recogidos en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de ese libro. Luz Amparo naci¨® en marzo de 1931 y su madre muri¨® a los 16 meses. ¡°Arrastraba una personalidad bastante complicada. Hab¨ªa sido maltratada f¨ªsica y ps¨ªquicamente por sus madrastras, sobre todo por la segunda¡±, explica el psiquiatra. ¡°Se refugi¨® en su hermana y en la religi¨®n¡±.
¡°Ni caso. Cada mes viene alguien diciendo que se le aparece la Virgen¡±, le dijo el cardenal Taranc¨®n al p¨¢rroco
Casada con un hombre enfermo de tuberculosis y con siete hijos, ella era la encargada de traer el dinero a casa. Hizo lo que hab¨ªa hecho desde muy peque?a: limpiar en casas. Pero un suceso en 1970 influy¨® directamente en su vida posterior como vidente. Tras acudir como peregrina al santuario de Lourdes desaparecieron varias dolencias cardiacas y digestivas que padec¨ªa. Unos diez a?os despu¨¦s empez¨® a tener visiones. En una ocasi¨®n, relatada por Alonso-Fern¨¢ndez, dijo ver a un hombre ¡°con una cazadora como de canguro y ropa oscura¡±: ¡°Hija m¨ªa, yo soy tu Padre, (...) el mundo est¨¢ en grave peligro¡±.
Las apariciones del Padre y de la Virgen se sucedieron. Primero, en el monasterio de El Escorial. Aquello no le gust¨® Patrimonio Nacional, que en ya intuy¨® entonces los problemas que podr¨ªan surgir si aquello cuajaba. Prohibidas las apariciones all¨ª, la Virgen acab¨® present¨¢ndose en el cercano fresno de la finca de Prado Nuevo el 14 de junio de 1981. Su mensaje fue similar al dado en otras apariciones como la de F¨¢tima. En esta ocasi¨®n, la Virgen tambi¨¦n pidi¨® que se construyera en el prado una capilla.
Pronto se estableci¨® un grupo en torno a la mujer. Ella era la l¨ªder carism¨¢tica, pero era el due?o de la casa donde trabajaba, Miguel Mart¨ªnez Pascual, el que empez¨® a organizar el movimiento. Mart¨ªnez se jactaba de haberlas pasado canutas en su juventud y haberse visto obligado a dejar los estudios para dedicarse a la reparaci¨®n y el barnizado de pianos. Sus visiones eran a m¨¢s largo plazo, seg¨²n cuenta con una sonrisa Alonso-Fern¨¢ndez. El psiquiatra les llama en su libro ¡°el psicogrupo¡±, compuesto por los mismos nombres que hoy conforman el patronato de las fundaciones que controlan el movimiento de El Escorial. ¡°Ella hab¨ªa pasado de ser una mandada a una l¨ªder carism¨¢tica. Pero el psicogrupo estaba en todo momento presente. Fue muy dif¨ªcil que me dejaran solo, y, aunque finalmente lo consegu¨ª, ellos escuchaban detr¨¢s de la puerta¡±, cuenta el psiquiatra.
LA VIRGEN HABLA DE URBANISMO
El n¨²mero de personas que se juntaban alrededor del fresno crec¨ªa con cada aparici¨®n de la Virgen. Poco a poco, el pueblo empez¨® a llenarse de autobuses que tra¨ªan a gente de distintos puntos de Espa?a y Portugal. Estamos a mediados de los ochenta. El asunto empieza a aparecer en los medios de comunicaci¨®n. Tambi¨¦n la Iglesia, interesada por el asunto, crea una comisi¨®n para analizar las apariciones. Esa comisi¨®n fue la que utiliz¨® el informe psiqui¨¢trico de Francisco Alonso-Fern¨¢ndez. El experto desmont¨® cada uno de los fen¨®menos que se daban en torno a Luz Amparo. Ni mensajes, ni apariciones ni estigmas. Se?al¨® los rasgos masoquistas y de inseguridad de su personalidad, los relacion¨® con la vida personal de la mujer y comunic¨® las dificultades que hab¨ªa tenido para examinarla. Poco despu¨¦s, el Arzobispado de Madrid difundi¨® un comunicado en el que se rogaba a los sacerdotes ¡ªun grupo de ellos hab¨ªan empezado a sumarse al psicogrupo¡ª que se abstuvieran de participar en los actos de Prado Nuevo. ¡°No consta del car¨¢cter sobrenatural de las supuestas apariciones y revelaciones¡±, dec¨ªa la nota, publicada en abril de 1985.
Nos dijeron: ¡®O pon¨¦is el testamento a favor de Prado Nuevo o no volver¨¦is a ver a vuestro hijo¡±?
Sin el apoyo de la Iglesia, el movimiento es considerado por muchos una secta peligrosa en manos de mentes manipuladoras que solo buscan el negocio. Como dec¨ªamos, los autobuses empiezan a llegar al pueblo. M¨¢s gente, m¨¢s presi¨®n. Alarmados por el cambio que estaba experimentando la localidad, surgen las primeras asociaciones en el municipio contra el movimiento. ¡°El pueblo pod¨ªa amanecer lleno de carteles con instrucciones de la Virgen sobre normas urban¨ªsticas. Iban a los plenos y montaban all¨ª el pollo para ordenar qu¨¦ hacer¡±, asegura ?scar Garc¨ªa Novo, que ten¨ªa solo 18 a?os cuando fund¨® una de esas asociaciones. ¡°En otra ocasi¨®n¡±, dice Asunci¨®n Mart¨ªnez, concejal del PSOE, ¡°el Ayuntamiento tuvo un enfrentamiento con ellos por el vallado y acceso a la finca. Luego nos enteramos de que la Virgen, por boca de Luz Amparo, hab¨ªa dicho no s¨¦ qu¨¦ sobre las normas subsidiarias¡±.
Las relaciones no eran buenas entre el Ayuntamiento y el jefe del psicogrupo, Miguel Mart¨ªnez Pascual. ¡°En una ocasi¨®n me amenaz¨® con empadronar a tanta gente en el pueblo que nos echar¨ªa del Ayuntamiento¡±, recuerda el alcalde socialista de entonces, Mariano Rodr¨ªguez. Seg¨²n la oposici¨®n, esas amenazas se cumplieron. ¡°Tendr¨ªais que haber visto las elecciones de 2007. Aparecieron un mont¨®n de monjas a votar. El PP gan¨® por poco¡±, dice Asunci¨®n Mart¨ªnez.
DE SECTA A IGLESIA
Pablo Camacho era el p¨¢rroco de El Escorial cuando Luz Amparo empez¨® a tener las visiones. ?l fue uno de los que m¨¢s se enfrentaron al movimiento. Camacho falleci¨® hace unos a?os, as¨ª que es su sobrino, del mismo nombre, el que cuenta las presiones a las que fue sometido. ¡°Primero intentaron sumarle a la causa. Como mi t¨ªo no quiso, le hicieron una campa?a en toda regla¡±. Seg¨²n ese relato, la primera reacci¨®n de Camacho ante el caso de Luz Amparo fue acudir al cardenal Taranc¨®n. ¡°Ni pu?etero caso, cada mes nos viene una diciendo que se le ha aparecido la Virgen¡¯, le dijo Taranc¨®n a mi t¨ªo¡±, recuerda Camacho.
Luz Amparo entraba en la iglesia de El Escorial cuando el p¨¢rroco estaba dando misa y empezaba a tener visiones. ¡°Una vez, casi le tira el cop¨®n para que se callara¡±. Empezaron a hablar mal de ¨¦l, a decir que iba con mujeres. A mediados de los noventa pas¨® algo que cambi¨® para siempre la historia del movimiento y tambi¨¦n la del p¨¢rroco. Una persona del pueblo se le acerc¨® y le dijo que hab¨ªa visto por all¨ª al cardenal ?ngel Suqu¨ªa con el vicario episcopal, Antonio Astilleros. Estaban con la gente del movimiento, que para entonces ya ten¨ªa residencias de ancianos y celebraba misas junto al terreno de Prado Nuevo. Nadie hab¨ªa avisado al p¨¢rroco de la visita de la m¨¢xima autoridad de la Iglesia en su territorio. ¡°Creo que me est¨¢n moviendo la silla¡±, le dijo Camacho a su sobrino.
El 14 de junio de 1994, sin previo aviso, Suqu¨ªa autorizaba la Asociaci¨®n P¨²blica de Fieles Reparadores de Nuestra Se?ora la Virgen de los Dolores. La Iglesia no entraba en el tema de las apariciones; oficialmente, la nota de Suqu¨ªa en 1985 (¡°no consta del car¨¢cter sobrenatural...¡±) segu¨ªa vigente, y con ella, las recomendaciones a los curas para que no se relacionaran con la organizaci¨®n. En la pr¨¢ctica, aquello fue oficializar lo que muchos hab¨ªan considerado hasta entonces una secta. ?Por qu¨¦ ese cambio? ?Por qu¨¦ despu¨¦s de no hacer caso a Luz Amparo y al psicogrupo, la Iglesia acab¨® asimilando el movimiento?
Camacho cuenta solo lo que su t¨ªo le cont¨®. Esa versi¨®n, la m¨¢s extendida en El Escorial, dice que el grupo de Luz Amparo us¨® las donaciones de sus miembros para dar a la Iglesia la cantidad de 30 millones de pesetas (180.000 euros) con los que terminar las obras de la catedral de La Almudena. Despu¨¦s de eso, al p¨¢rroco lo nombraron defensor del v¨ªnculo, un cargo eclesi¨¢stico cuyo trabajo consiste en oponerse a las nulidades matrimoniales. ¡°Le dieron la patada para arriba. Le pusieron detr¨¢s de una mesa y reventaron la parroquia, que ya no est¨¢ unida. Nunca le gust¨® aquello¡±, prosigue el sobrino. El Arzobispado de Madrid no ha querido hacer declaraciones sobre este tema.
La fundaci¨®n recibi¨® una donaci¨®n de nueve pisos en 1989. Pocos a?os despu¨¦s, los vendi¨® once veces m¨¢s caros
En cualquier caso, cesaron las cr¨ªticas de Luz Amparo al clero y sus mensajes contra la Iglesia. Pablo Camacho, el p¨¢rroco, muri¨® poco despu¨¦s. La vidente asegur¨® que su esp¨ªritu se le hab¨ªa aparecido para arrepentirse ante ella y para decirle que, gracias a sus oraciones, ¨¦l estaba en el cielo. Antonio Astilleros, el vicario de la zona, quien acompa?¨® a Suqu¨ªa en aquella visita al movimiento, fue nombrado en 1996 de¨¢n de La Almudena. Pedro Besari, portavoz del movimiento de la Virgen de El Escorial y ligado a ¨¦l desde ni?o ha formado parte hasta hace poco de la Vicar¨ªa de Asuntos P¨²blicos del Arzobispado, con sede en La Almudena.
UNA FE QUE MUEVE TERRENOS
Volvamos a Prado Nuevo, a la nave para el ganado que hace las veces de iglesia. En una de las salas est¨¢ la tienda en la que los peregrinos compran todo tipo de souvenirs con el rostro de la Virgen: abanicos, medallas, rosarios, velas... Por cada recuerdo, unos euros. Por una suscripci¨®n a la revista, 20 euros. Una limosna para el bel¨¦n de la Iglesia, la voluntad. Otra para mantener las tres residencias de ancianos de la Fundaci¨®n Virgen de los Dolores. Un buz¨®n junto al fresno para hacer peticiones a la Virgen.
Adem¨¢s de esos donativos, la organizaci¨®n recibe otras donaciones m¨¢s cuantiosas. Son los bienes que ponen en com¨²n los miembros de la Asociaci¨®n de Fieles Reparadores. Seg¨²n sus cr¨ªticos, esos bienes son, en realidad, las propiedades de muchos ancianos a los que se les ha manipulado.
Para recibir las donaciones, la organizaci¨®n ha creado varias fundaciones. La principal es la Fundaci¨®n Ben¨¦fica Virgen de los Dolores. En las cuentas presentadas en 2010 ante el Patronato de Fundaciones, se puede establecer claramente c¨®mo funciona el mecanismo. La entidad, cuyo presidente es Miguel Mart¨ªnez Pascual, el barnizador de pianos, ten¨ªa ese a?o un patrimonio de 21,5 millones de euros y unas deudas de 5,6. Casi el total de ese dinero sale de los inmuebles donados por particulares. Por ejemplo, en el a?o 1989, un industrial portugu¨¦s les don¨® nueve viviendas en la calle de La Ba?eza, en el barrio madrile?o de El Pilar. Las casas val¨ªan entonces un mill¨®n de pesetas. Algunas de ellas las vendieron a?os m¨¢s tarde por 11 millones. ¡°Se la compr¨¦ a dos curas. Les ped¨ª que me rebajaran un poco, pero no me hicieron caso¡±, dice una de las actuales propietarias. El resto de los pisos est¨¢n alquilados a particulares, que pagan entre 500 y 600 euros al mes.
Otras fundaciones ligadas a la organizaci¨®n hacen operaciones algo m¨¢s extra?as. En 2005, se cre¨® la Fundaci¨®n Ben¨¦fica San Andr¨¦s. El patronato lo conformaban varios miembros y simpatizantes del movimiento de la Virgen de El Escorial. La nueva fundaci¨®n compr¨® terrenos r¨²sticos en ?vila que iban a ser urbanizados. Uno de ellos, al menos, por valor de cuatro millones de euros. Para ello pidi¨® cr¨¦ditos millonarios a pagar en un a?o. Nunca devolvieron el dinero. La fundaci¨®n tiene ahora deudas con algunos de los propietarios iniciales de los terrenos y tambi¨¦n debe grandes sumas a los bancos. ¡°Nuestra entidad es acreedora y esperamos que alg¨²n d¨ªa se resuelva todo. Hoy no tenemos conocimiento de la actividad de esa Fundaci¨®n ni relaci¨®n con persona alguna de la misma¡±, dice un portavoz de Cajamar. Efectivamente, la fundaci¨®n, que oficialmente consta en el Patronato de Fundaciones y que nunca cumpli¨® con la obligaci¨®n de presentar sus cuentas, no tiene ya ninguna actividad. La mayor¨ªa de los miembros del patronato dejaron la organizaci¨®n tras la operaci¨®n. El arzobispado y un portavoz del movimiento aseguran que la Fundaci¨®n San Andr¨¦s no pertenece al movimiento. C¨¢ndido Mart¨ªn Hern¨¢ndez, su presidente, sigue asistiendo a las oraciones de Prado Nuevo.
Estas actividades pueden resultar sospechosas para una fundaci¨®n religiosa, pero nunca se ha probado nada delictivo. ¡°Las fundaciones est¨¢n bien tratadas en Espa?a. Su obligaci¨®n es que el dinero que reciben revierta en los fines fundacionales. Si se demostrase que estuviesen mandando capitales a para¨ªsos fiscales, entonces s¨ª estar¨ªan haciendo algo delictivo¡±, explica Jos¨¦ Mar¨ªa Pel¨¢ez, miembro de la Organizaci¨®n de Inspectores de Hacienda. Y eso es lo que dice el movimiento de la Virgen de El Escorial, que todo el dinero sufraga los gastos de las residencias de ancianos.
¡°NO LES VOLVIMOS A VER¡±
¡°Entraron en El Escorial porque la vidente les dijo que las puertas se les iban a cerrar para siempre¡±. Consolaci¨®n San Vicente, ama de casa de 75 a?os, del barrio de Orcasitas, acompa?¨® a sus hijas Ana Mar¨ªa y Mar¨ªa Luisa a los oficios en Prado Nuevo durante casi cinco a?os. Las chicas, entonces veintea?eras, hab¨ªan conocido el movimiento a trav¨¦s de una amiga. La fe de Consolaci¨®n termin¨® por quebrarse, pero sus hijas se trasladaron a las residencias de Gri?¨®n (Madrid) y de Pe?aranda de Duero (Burgos) para trabajar como enfermera y como cocinera. Ahora son ¡°hermanas reparadoras¡±, las monjas de la congregaci¨®n. Han pasado m¨¢s de dos d¨¦cadas desde ese momento.
¡°Miguel Mart¨ªnez Pascual nos dio a escoger a mi marido y a m¨ª: o pon¨ªamos nuestro testamento a favor de Prado Nuevo o no las volver¨ªamos a ver¡±, contin¨²a San Vicente. La mujer eligi¨® lo segundo. Ha conseguido una cita en tan solo una ocasi¨®n en todo este tiempo. ¡°Nos han destrozado la vida¡±. Sus hijas tienen una versi¨®n distinta, que ofrecen en un v¨ªdeo en YouTube: intentaron mantener el contacto con la familia. Pero sus padres no respetaban su decisi¨®n.
La misma espiral se reproduce en el caso de otras familias que tienen alg¨²n miembro en el movimiento: al principio hay visitas o llamadas ocasionales. Despu¨¦s, estas se interrumpen, porque, aseguran algunos seguidores, los progenitores no entienden que su decisi¨®n les hace ¡°felices¡±. Padre, hermanos o t¨ªos pasan a la categor¨ªa de ¡°no gratos¡± y se les niega el acceso al recinto.
Tom¨¢s Re?ones asegura que su hijo Esteban era ¡°un chico estupendo, trabajador y alegre¡±. Regentaba un negocio, era apreciado por su clientela, ten¨ªa novia y no demasiadas inquietudes religiosas. Comenz¨® a acompa?ar a su madre a El Escorial. ¡°Lo adoctrinaron, le hicieron jurar obediencia ante la imagen de la Virgen¡±. Un d¨ªa se enfrentaron y se rompi¨® la comunicaci¨®n. Re?ones no ve a su hijo. Solo recibe una postal por Navidad en la que Esteban les dice que reza por su familia.
ASUNTOS PENDIENTES
¡°Ella es la que nos ense?¨® a amar¡±, dice el epitafio en el sarc¨®fago de Luz Amparo. Ayer por la tarde, minutos antes de que comience una nueva misa, varios fieles rezaban en el prado, un lugar que se ha convertido ya en el santuario de Luz Amparo.
La Asociaci¨®n de V¨ªctimas de las Apariciones de Prado Nuevo ha denunciado recientemente que el f¨¦retro siga al aire libre junto a la capilla. El alcalde ha comunicado a la familia de la vidente que tienen tres meses para regularizar la situaci¨®n, pero van ya para cuatro y el sarc¨®fago no se ha movido de all¨ª. Es el ¨²nico tema del que habla el Ayuntamiento, que ha declinado hacer declaraciones para este reportaje.
Los portavoces de la organizaci¨®n se?alan que lo del ata¨²d es un asunto familiar y que nada tienen que ver con ello. No quieren hacer m¨¢s declaraciones para este reportaje y, simplemente, manifiestan su sorpresa por que la prensa se centre en el tema de las apariciones y no en el trabajo que hacen en las residencias de ancianos. Ellos forman ya parte de la Iglesia. Es lo ¨²nico que quieren ser: otra Obra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.