?Podemos defender la Tierra de los asteroides?
Un objeto celeste de 50 metros ¡®rozar¨¢¡¯ el viernes el planeta Los astr¨®nomos aseguran que no hay riesgo de impacto Los ingenieros idean estrategias para desviar estos cuerpos
?Asteroides que chocan con la Tierra? ?Destrucci¨®n masiva? No, esas cosas no pasan... Bueno, a lo mejor cada mucho tiempo, una vez en millones de a?os, pero no va a tocar precisamente en la actualidad. ?O s¨ª? ¡°Un objeto de unos tres metros de di¨¢metro fue descubierto en el cielo a la altura de la Luna, el 6 de octubre de 2008, y 20 horas m¨¢s tarde explosionaba en la atm¨®sfera sobre Sud¨¢n, cayendo algunos fragmentos de meteorito en el desierto¡±, recuerda Jaime Nomen, astr¨®nomo espa?ol. Solo tres metros. No parece grave. Pero hay unos 500.000 objetos ah¨ª fuera, m¨¢s o menos cerca de la Tierra, con tama?os comprendidos entre 50 metros y un kil¨®metro. Y el choque con uno de ellos ser¨ªa catastr¨®fico. Los de medio centenar de metros provocar¨ªan da?os muy grandes locales o regionales. Los de mayor tama?o, m¨¢s. Para hacerse una idea basta recordar que fragmentos de uno o dos kil¨®metros del cometa Shomaker Levy 9 que colisionaron contra J¨²piter en 1994 provocaron cicatrices en la atm¨®sfera del planeta gigante de un tama?o superior a dos veces el di¨¢metro terrestre.
Esta misma semana, el viernes, pasar¨¢ casi rozando la Tierra (en t¨¦rminos celestes, no literales) un objeto de unos 50 metros de di¨¢metro. Los astr¨®nomos han calculado su m¨¢xima aproximaci¨®n, que ser¨¢ de 27.700 kil¨®metros. Es mucha distancia para suponer alg¨²n peligro, pero no tanta si la comparamos no ya con la Luna, que est¨¢ 13 veces m¨¢s lejos, sino con los sat¨¦lites artificiales de comunicaciones, que est¨¢n a unos 36.000 kil¨®metros de altura. De hecho, este objeto, denominado 2012 DA14 y descubierto hace un a?o desde el observatorio de La Sagra (Granada), pasar¨¢ por debajo de la ¨®rbita de los sat¨¦lites. Ser¨¢ el vuelo m¨¢s pr¨®ximo de un cuerpo celeste de esta envergadura del que se tiene registro.
¡°El asteroide 2012 DA14 tiene una ¨®rbita muy similar a la de la Tierra, cumpliendo una vuelta completa al Sol cada 366,24 d¨ªas¡±, explica Nomen, su descubridor. ¡°Durante una mitad del a?o se mueve acompa?ando a la Tierra por dentro de su ¨®rbita, cruz¨¢ndose con ella para pasar a su parte exterior el resto del a?o¡±, a?ade. Para dejarlo m¨¢s claro lo compara con los deportes de pista con calles: cuando la Tierra corre por la calle de fuera se retrasa y este asteroide, que va por la de dentro, la adelanta. Pero a los seis meses la situaci¨®n se invierte: la Tierra pasa a la calle interior y recupera la ventaja adquirida por el asteroide. Precisamente, en esos cruces es cuando la aproximaci¨®n de 2012 DA y nuestro planeta es m¨¢xima, como el viernes.
¡°Usted tiene aproximadamente una probabilidad entre 40.000 de morir por colisi¨®n de un NEO¡±, dice la NASA.
?Qu¨¦ pasar¨ªa si llegase a chocar con nosotros el 2012 DA14 o alg¨²n cuerpo similar? Ha sucedido ya antes en la historia del planeta. Hay un cr¨¢ter en Arizona (EE UU), el Barringuer, de 1,5 kil¨®metros de di¨¢metro, que hizo un asteroide de unos 75 metros que impact¨® hace 50.000 a?os. Si algo as¨ª cayese en una ciudad, la destrucci¨®n ser¨ªa enorme.
Un asteroide t¨ªpico como este, explica Don Yeomans, director del programa de NEO (siglas en ingl¨¦s de objetos pr¨®ximos a la Tierra) de la NASA, pasa cerca de la Tierra aproximadamente cada 40 a?os, pero solo choca cada 1.200. Nada que ver con el objeto de 10 kil¨®metros que hace 65 millones de a?os choc¨® contra la Tierra y que probablemente provoc¨® una extinci¨®n masiva de especies, incluida la de los dinosaurios. A¨²n as¨ª: ¡°Usted tiene aproximadamente una probabilidad entre 40.000 de morir como resultado de una colisi¨®n de un NEO¡±, afirman los expertos de la NASA.
Los planetas son constantemente bombardeados por estos objetos hechos de material residual de la formaci¨®n de los planetas. Basta con mirar la superficie llena de cr¨¢teres de impacto de la Luna. En la Tierra, la atm¨®sfera, la vegetaci¨®n, los fen¨®menos meteorol¨®gicos, el agua y la din¨¢mica geol¨®gica borran las cicatrices. ¡°La atm¨®sfera es capaz de neutralizar la mayor¨ªa de rocas provenientes del espacio con velocidades del orden de decenas de kil¨®metros por segundo y di¨¢metros inferiores a unos 15 metros, aunque produzcan explosiones en la alta atm¨®sfera de hasta un megat¨®n de energ¨ªa¡±, explica Nomen. En cuanto al polvo y las part¨ªculas, sencillamente se queman en el aire y crean las estrellas fugaces. ¡°La probabilidad de choque de un objeto del tama?o de un autob¨²s (unos 10 metros) es de uno cada 20 a?os, y este es el l¨ªmite de eficacia del escudo protector atmosf¨¦rico¡±.
Vigilancia remota
¡°Vivo junto al ordenador port¨¢til, lo llevo a todos lados¡±, dice Jaime Nomen. Y est¨¢ pendiente del cielo. Desde su ordenador, en cualquier lugar, por control remoto, Nomen y sus colegas vigilan las observaciones que hacen cinco telescopios autom¨¢ticos instalados en la sierra de La Sagra (Granada). Todos los datos que captan, tras una primera criba que hacen las computadoras all¨ª mismo, llegan a estos astr¨®nomos dedicados a la b¨²squeda de los llamados objetos cercanos a la Tierra (NEO, siglas en ingl¨¦s). Son ocho expertos. ¡°Siempre est¨¢ uno de guardia, y si surge alg¨²n potencial objeto interesante, avisa a los dem¨¢s: hay que trabajar r¨¢pido para confirmar y calcular las posiciones del NEO y transmitirlas a la red internacional para que otros telescopios en el mundo lo sigan¡±, explica Nomen.
La noche del 22 de febrero de 2012 vigilaban Miguel Hurtado, en La Sagra, y Nomen, verificando las detecciones de forma remota. Decubrieron el asteroide 2012 DA14, que este viernes pasar¨¢ muy cerca de la Tierra. Otro triunfo de ese observatorio modesto, en comparaci¨®n con los cuatro grandes sistemas estadounidenses de vigilancia y seguimiento. Estos espa?oles han descubierto ya 67 NEO, siete cometas y m¨¢s de 6.500 asteroides.
En La Sagra, del Observatorio Astron¨®mico de Mallorca, hay cinco telescopios: tres de rastreo (45 cent¨ªmetros de di¨¢metro) con visi¨®n de gran angular y dos de seguimiento (40 cent¨ªmetros). Un punto que aparezca desplazado en una imagen del cielo respecto a las tomas anteriores es el primer indicio de que algo se est¨¢ moviendo r¨¢pido ah¨ª fuera.
A partir de ah¨ª toda colisi¨®n entra?a un riesgo, mayor o menor. ¡°Vivimos en una galer¨ªa de tiro c¨®smica, lo que nos recuerda que tenemos que hacer nuestro trabajo encontrando esos objetos para prevenir el ¨²nico desastre natural que por ahora se puede evitar: el impacto de un asteroide¡±, declaraba hace poco Bruce Betts, cient¨ªfico de la Sociedad Planetaria estadounidense, a la p¨¢gina de noticias Space.com. ¡°Pero no estamos haciendo suficiente¡±, a?ad¨ªa. ?Y qu¨¦ est¨¢n haciendo los terr¨ªcolas para protegerse de los proyectiles que caen del cielo? Lo primero es buscarlos, catalogarlos, calcular sus trayectorias y seguirlos para saber qu¨¦ riesgo entra?an. Se conoce ya pr¨¢cticamente el 90% de aquellos que tienen un tama?o superior a un kil¨®metro y cuyos rumbos los acercan a la Tierra. Se vigila el cielo y se est¨¢n hallando y catalogando los de menor tama?o.
Tambi¨¦n es posible actuar para desviar los NEO que entra?an peligro de choque con el planeta. ¡°En los ¨²ltimos a?os se han estudiado muchas t¨¦cnicas para mitigar el problema de la colisi¨®n de un asteroide¡±, comenta el ingeniero aeron¨¢utico Miguel Bell¨®-Mora, experto en c¨¢lculos de din¨¢mica orbital y padre de la idea de una misi¨®n precisamente de ensayo para desviar uno de estos objetos, la Don Quijote, a la que ha dado el visto bueno la Agencia Europea del Espacio, aunque no la ha puesto en marcha. ¡°En EE UU, la t¨¦cnica m¨¢s estudiada es el uso de energ¨ªa nuclear: explotando una bomba colocada en la superficie del asteroide o haci¨¦ndola explotar cerca para que la onda expansiva lo desv¨ªe¡±, a?ade. ¡°Pero esto tiene dos inconvenientes: el posible fallo de un cohete que lleve una bomba at¨®mica puede provocar una cat¨¢strofe similar a que queremos evitar; y, si se fragmenta el asteroide, nos podemos encontrar con un problema de metralla en el cielo en lugar de un solo objeto¡±.
En Europa, los expertos prefieren el m¨¦todo, como la misi¨®n Don Quijote, que propone hacer impactar una sonda de casi 1.000 kilos, a una velocidad relativa de unos 80.000 kil¨®metros por hora, contra un asteroide. Esto permite desviar la trayectoria de un objeto de unos 500 metros. ¡°Existen otros m¨¦todos que ser¨ªan muy eficaces, pero que requieren mucho tiempo para deflectar el NEO, como el tractor gravitacional propuesto por el astronauta Ed Lu, que consiste en colocar una gran masa cerca del asteroide y moverlo por atracci¨®n gravitacional¡±, contin¨²a Bell¨®-Mora, director de la empresa Elecnor-Deimos. ¡°Otro m¨¦todo lento es el uso de un haz de iones que estudian Bombardelli y Pel¨¢ez en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid¡±.
Entre todas estas propuestas, de momento, lo que toca es conocerlos mejor. Muchos observatorios estar¨¢n pendientes del 2012 DA14 el pr¨®ximo viernes y la NASA transmitir¨¢ por Internet im¨¢genes captadas con los telescopios de La Sagra. Sobre los NEO, y especialmente sobre el 2012 DA14, hablar¨¢n Nomen, Bell¨®-Mora y Pedro Duque ma?ana en una jornada de divulgaci¨®n en el Caixaforum de Madrid.
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