¡°La amnist¨ªa fiscal es un insulto a toda la ciudadan¨ªa¡±

Acaba de publicar su s¨¦ptima y ¨²ltima novela, Cerdos y gallinas (Editorial Alreves), que supone un descenso a las cloacas, una radiograf¨ªa de un mundo podrido y corrupto. ¡°Escribir este libro ha supuesto para m¨ª una especie de catarsis, una liberaci¨®n personal¡±, revela Carlos Qu¨ªlez L¨¢zaro, de 46 a?os, jefe de An¨¢lisis de la Oficina Antifraude de Catalu?a que dirige Daniel de Alfonso Laso. Antes de ocupar este cargo, Qu¨ªlez trabaj¨® durante 20 a?os en la cadena SER y a¨²n lleva en sus venas el apasionado veneno del periodismo.

Ha viajado de Barcelona a Madrid para una reuni¨®n. Tiene antojo de comer un buen cocido madrile?o y se relame cuando el camarero anuncia que est¨¢ lista la sopa y los garbanzos con su pizca de chorizo, tocino y lo dem¨¢s. Un almuerzo contundente muy acorde con el car¨¢cter de Qu¨ªlez.

La conversaci¨®n, l¨®gicamente, discurre casi monopolizada por el asunto de la basura que emponzo?a la pol¨ªtica. ¡°Las pesquisas son tan complejas, y los corruptos y los corruptores son de tanto nivel que superan a los investigadores¡±, dice, antes de explicar que su departamento ha abierto 210 casos durante el a?o pasado, 30 de los cuales acabaron ante la justicia.

Coincide en que el llamado oasis catal¨¢n, la sensaci¨®n de que esta regi¨®n era un ejemplo de prosperidad, honradez y modernidad, era solo un espejismo. ¡°En Catalu?a, los corruptos se han movido amparados por ese oasis. Pero eso se ha empezado a agrietar¡±, recalca. Y, claro, ahora ha ca¨ªdo el velo y la gente contempla estupefacta lo que est¨¢ ocurriendo a derecha e izquierda.

Qu¨ªlez cree que hay que tener una tolerancia cero con la corrupci¨®n

Qu¨ªlez no acaba de entender la pasividad con que la sociedad asiste at¨®nita ante lo que est¨¢ ocurriendo. ¡°En 1930, el Gobierno subi¨® un c¨¦ntimo el billete del tranv¨ªa y hubo una revuelta en la que participaron ricos y pobres. El Gobierno tuvo que dar marcha atr¨¢s. Ahora, vemos que hay familias enteras que son echadas de sus casas... y no pasa nada. Algo sucede en esta sociedad para no rebelarse ante los abusos¡±, espeta con visceralidad y enfado.

A mitad del almuerzo salta la charla al pol¨¦mico asunto de la amnist¨ªa fiscal, una medida del Ejecutivo de Mariano Rajoy de la que se pueden haber beneficiado unos cuantos corruptos. ¡°El Derecho Penal cl¨¢sico parte de la base de que quien la hace la paga, que quien comete un delito debe pagar por ello. La amnist¨ªa fiscal facilita que el que pueda pagar, la hace. Que el que puede pagar la multa, hace la trampa. Esto es un insulto a toda la ciudadan¨ªa¡±.

¡°El c¨¢ncer de la corrupci¨®n se ve favorecido por el hecho de que no funcionan ¡ªo funcionan mal¡ª los grupos o las unidades de control interno de los partidos, de las empresas, de los jueces... Por desgracia, la corrupci¨®n se investiga desde fuera, no desde dentro¡±, se queja el jefe de An¨¢lisis de la Oficina Antifraude de Catalu?a. No obstante, se muestra esc¨¦ptico de que esta situaci¨®n cambie. Por eso, est¨¢ muy a favor de que existan los ¨®rganos de control anticorrupci¨®n ¡ªcomo en el que ¨¦l mismo presta ahora servicio¡ª as¨ª como los juzgados y las fiscal¨ªas.

Tras rematar la pi?a solicitada para coronar el abundante yantar, Qu¨ªlez lanza una proclama: ¡°Hay que implantar la tolerancia cero con la corrupci¨®n¡±.