Los obispos reciben 247 millones del IRPF tras un leve descenso en 2012

La crisis econ¨®mica apenas la notar¨¢n los obispos espa?oles, seg¨²n los datos facilitados este lunes por su portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, el jesuita Juan Antonio Mart¨ªnez Camino, sobre la campa?a de la renta del a?o pasado, correspondiente al IRPF del ejercicio de 2011. La cantidad total recaudada por Hacienda para salarios del clero y el culto cat¨®lico asciende a 247,1 millones de euros. La cifra se extrae de la llamada ¡°asignaci¨®n tributaria¡± a la Iglesia romana en Espa?a marcando la equis correspondiente en el impreso del IRPF. Lo hicieron el a?o pasado 7.357.037 de sus fieles. ¡°Teniendo en cuenta que el 23,24% de las declaraciones son conjuntas, se puede estimar que en torno a 9,1 millones de declarantes asignaron a favor de la Iglesia, un mill¨®n m¨¢s de los que asignaban en el a?o 2007¡±, ha concluido el portavoz episcopal. Esa cifra no incluye los contribuyentes que no est¨¢n obligados a hacer declaraci¨®n.

En comparaci¨®n con la declaraci¨®n de la renta anterior, el n¨²mero de declaraciones en favor de la confesi¨®n cat¨®lica ha disminuido en 97.786, con 1,2 millones de euros de asignaci¨®n menos (0,49%), cifras que Mart¨ªnez juzga ¡°satisfactorias teniendo en cuenta la coyuntura econ¨®mica¡±. El porcentaje de declaraciones cat¨®licas, el llamado inicialmente impuesto religioso, se sit¨²a en apenas el 34,83% de los contribuyentes netos y baja un poco con respecto al obtenido en 2010 (35,71%).

El actual sistema de asignaci¨®n tributaria entr¨® en vigor en enero de 2007, pactado entre el Estado de la Santa Sede y el Gobierno del socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y supuso un incremento del 37% del coeficiente vigente en aquella fecha, ahora en el 0,7% de la cuota fiscal de cada contribuyente cat¨®lico. Adem¨¢s, el Ejecutivo libr¨® a los prelados de su compromiso de llegar un d¨ªa a autofinanciarse con las donaciones de sus fieles. Pese a que los obispos subrayan que renunciaron entonces a la exenci¨®n del IVA vigente para numerosas operaciones eclesi¨¢sticas (entonces de unos 30 millones de euros), el acuerdo les supuso al a?o siguiente un aumento de algo m¨¢s de 100 millones de euros, hasta llegar a los 250 millones de ingresos, ahora ligeramente decrecientes. El acuerdo entre el Vaticano y Espa?a se concret¨® en un simple canje de notas entre los embajadores de los dos Estados. Ninguna otra confesi¨®n goza de ese privilegio en Espa?a.

¡°Con el nuevo sistema, el Estado no garantiza ya ning¨²n m¨ªnimo para el sostenimiento b¨¢sico de la Iglesia. Ha dejado de existir el llamado complemento presupuestario, de modo que la Iglesia, para su sostenimiento, solo recibe lo que resulta de la asignaci¨®n voluntaria de los contribuyentes y nada de los Presupuestos Generales del Estado¡±, se dice en el tercer p¨¢rrafo del comunicado emitido hoy por la Conferencia Episcopal Espa?ola. Sin embargo, l¨ªneas m¨¢s abajo, se afirma que ¡°la decisi¨®n personal de los contribuyentes a la hora de marcar la casilla¡± [en el impreso del IRPF], no significa ¡°que el contribuyente vaya a tener que pagar m¨¢s ni que le vayan a devolver menos¡±.

¡°Marcar la casilla del IRPF no cuesta nada y, sin embargo, rinde mucho¡±, a?ade el comunicado. ¡°La labor religiosa y espiritual de la Iglesia, ya de por s¨ª de gran significado social, lleva adem¨¢s consigo otras funciones sociales: la ense?anza; la atenci¨®n integral a los ni?os, los ancianos, los discapacitados; la acogida de los inmigrantes; la ayuda personal e inmediata a quienes la crisis econ¨®mica pone en dificultades; los misioneros en los lugares m¨¢s pobres de la tierra. Todo ello surge de las vidas entregadas y de la generosidad suscitada en quienes han encontrado su esperanza en la misi¨®n de la Iglesia. Con poco dinero, y gracias a la generosidad de millones de personas en todo el mundo, la Iglesia sigue haciendo mucho por tantos que todav¨ªa necesitan tanto¡±, concluye despu¨¦s de se?alar que, sin embargo, ¡°las otras formas de colaboraci¨®n al sostenimiento de la Iglesia, como son por ejemplo las colectas o las suscripciones, contin¨²an siendo absolutamente indispensables¡±.