Un miura dif¨ªcil de lidiar
La Iniciativa Legislativa Popular amenaza con causar un complejo problema jur¨ªdico y pol¨ªtico El Gobierno carece de competencias taurinas y no est¨¢ claro que el toro pueda ser bien cultural
?Menudo l¨ªo el de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pretende regular la fiesta de los toros como Bien de Inter¨¦s Cultural! El pasado d¨ªa 12, el Congreso de los Diputados la admiti¨® a tr¨¢mite a ra¨ªz de que casi 600.000 firmas la avalaran a propuesta de la Federaci¨®n de Entidades Taurinas de Catalu?a, presidida por Luis Mar¨ªa Gibert.
Comienza ahora un proceso parlamentario largo y no exento de dificultades. Como bien dice Gibert: ¡°Hemos ganado una batalla, pero no la guerra¡±. Se abre, adem¨¢s, un amplio abanico de interrogantes y son cada vez m¨¢s los que temen que lo que comenz¨® como una inocente, aunque en¨¦rgica y esforzada reivindicaci¨®n de los taurinos tras la prohibici¨®n acordada por el Parlamento catal¨¢n, pueda convertirse en un complejo problema jur¨ªdico y en una ruidosa bronca pol¨ªtica. ¡°Se ha abierto un mel¨®n de dimensiones desconocidas para bien y para mal¡±, asegura V¨ªctor V¨¢zquez, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla.
Mientras los taurinos se frotan las manos ante lo que consideran un paso de gigante de la fiesta hacia su reconocimiento como patrimonio hist¨®rico, cultural y econ¨®mico, los detractores de la fiesta ponen el grito en el cielo, los juristas expresan su preocupaci¨®n y los pol¨ªticos se preparan para lidiar un aut¨¦ntico miura por su tama?o, complejidad y aspereza del que la fiesta puede salir triunfante o empitonada para los restos. En otras palabras, del Parlamento y del Gobierno del Partido Popular dependen que la ley resultante sea un revulsivo para la tauromaquia o un texto descafeinado que la deje vapuleada y maltrecha.
El objetivo fundamental de la ILP, seg¨²n han reiterado sus promotores, es que los toros vuelvan a Catalu?a cuanto antes. Y si algo est¨¢ claro es que ese deseo no pasar¨¢ de ser una fantas¨ªa, a no ser que el Tribunal Constitucional resuelva favorablemente el recurso presentado por el PP contra la prohibici¨®n catalana, posibilidad lejana e incierta por motivos pol¨ªticos. Adem¨¢s, una declaraci¨®n de Bien de Inter¨¦s Cultural por parte del Estado ¡ªen el caso de que pueda hacerlo, extremo que tambi¨¦n es motivo de controversia¡ª, no supondr¨ªa la derogaci¨®n de las competencias exclusivas en materia taurina que poseen las comunidades aut¨®nomas, por lo que, llegado el caso, se podr¨ªa hablar de competencias compartidas, pero no excluyentes.
Existe la percepci¨®n de que la iniciativa puede prosperar, pero con cambios
Una ley que pretendiera lo contrario provocar¨ªa una cascada de recursos de inconstitucionalidad y un enfrentamiento con las autonom¨ªas, especialmente con Catalu?a, que no parece lo m¨¢s aconsejable actualmente.
Pero todav¨ªa hay m¨¢s: al tiempo que la ILP inicia su camino parlamentario, el ministro de Cultura presentar¨¢ el pr¨®ximo lunes, d¨ªa 25, el documento elaborado por la comisi¨®n ministerial creada en junio del pasado a?o que pretende definir los criterios, objetivos y medidas de un futuro Plan Nacional de Fomento y Protecci¨®n de la Tauromaquia, que ser¨¢ aplicado en colaboraci¨®n con el resto de Administraciones p¨²blicas y los sectores implicados. Fuentes cercanas al ministerio muestran su extra?eza sobre la necesidad de tramitar ahora una ILP cuando Cultura ya trabaja en un proyecto que propondr¨¢ la elaboraci¨®n de otra ley que no roce la inconstitucionalidad. No parece, insisten, el mejor ejemplo de oportunidad pol¨ªtica.
En una palabra, una protesta leg¨ªtima del sector taurino amenaza con convertirse en una patata caliente para el Gobierno del PP. De su cintura pol¨ªtica, capacidad de negociaci¨®n y compromiso con la tauromaquia depender¨¢ que la fiesta de los toros asista a un nuevo amanecer, o, por el contrario, sufra otra grave, y esta vez irreversible, decepci¨®n.
Mientras tanto, el espect¨¢culo no ha hecho m¨¢s que comenzar. La inc¨®gnita reside en saber si, finalmente, habr¨¢ vuelta al ruedo o una ruidosa bronca.
Existe la percepci¨®n de que la iniciativa puede prosperar, pero con cambios
Por el momento, Luis Mar¨ªa Gibert se muestra parcialmente satisfecho ¡ª¡°No entiendo la abstenci¨®n del PSOE¡±¡ª, y est¨¢ convencido de que solo mediante la declaraci¨®n de Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC) se podr¨¢ velar por la promoci¨®n de la fiesta en TVE, museos, colegios y universidades. Espera que el texto de la ILP no sufra muchos cambios en su proceso parlamentario, y que en los meses de julio o septiembre vuelvan las corridas a Barcelona.
En parecidos t¨¦rminos se expresa Juan Manuel Albendea, diputado popular, el m¨¢s activo defensor que tienen los toros en el Parlamento. ¡°Debemos hacer todo lo posible para que Catalu?a recupere la fiesta, aunque soy consciente de que no ser¨¢ f¨¢cil la negociaci¨®n con los nacionalistas, empe?ados en unos intentos soberanistas que dificultar¨¢n el debate¡±, afirma. No se arriesga a hablar de plazos y asegura que ¡°todo depender¨¢ de la actitud del Gobierno¡±.
Pero la realidad se abre paso entre las ilusiones de los taurinos. Y aquella est¨¢ plagada de obst¨¢culos. El primero es que la Constituci¨®n no reconoce al Gobierno central ninguna competencia b¨¢sica en materia taurina. Todas fueron transferidas a las comunidades de manera plena y exclusiva. Por esta raz¨®n, afirma Jos¨¦ Antonio Soriano, ex director general de Espect¨¢culos P¨²blicos de la Junta de Andaluc¨ªa y principal impulsor del Reglamento Taurino andaluz, ¡°la ILP puede ser un bal¨®n de ox¨ªgeno para la fiesta, pero no creo que tenga efectos positivos inmediatos; es muy dif¨ªcil dar marcha atr¨¢s en el proceso de asunci¨®n de competencias por parte de las autonom¨ªas, lo que dar¨ªa pie a recursos de inconstitucionalidad¡±. ¡°El Estado se pudo equivocar al no reservarse competencia alguna y permitir as¨ª la prohibici¨®n catalana¡±, concluye.
De todos modos, ?podr¨ªa el Estado ¡ªel Parlamento, en este caso¡ª declarar la fiesta de los toros Bien de Inter¨¦s Cultural? La pol¨¦mica alcanza aqu¨ª su punto culminante.
Los antitaurinos manifiestan un no rotundo. As¨ª, un informe de la Fundaci¨®n Franz Weber, defensora de los animales, considera que el Estado carece de competencias para tramitar y aprobar la ILP, parecer que comparten los partidos contrarios a los toros, incluido el PSOE. La plataforma La Tortura no es Cultura se?ala, adem¨¢s, que si el Congreso ha rechazado todas las iniciativas legislativas ciudadanas de cualquier ¨ªndole desde 1983, no entiende ¡°por qu¨¦ va a aprobar esta, que no es prioritaria y a la que se opone la mayor¨ªa de la sociedad¡±.
Lo cierto es que las competencias culturales est¨¢n transferidas a las comunidades, lo que a?ade complejidad al problema. En opini¨®n de Juan Antonio Carrillo, decano de Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas de la Universidad Loyola Andaluc¨ªa, y experto en Derecho Administrativo, la dificultad radica, por otra parte, en que el Estado tiene muy limitadas sus competencias para declarar un BIC. Una sentencia del Tribunal Constitucional de 1991 estableci¨® dos ¨²nicos supuestos: que el bien estuviera ligado a los servicios p¨²blicos o al Patrimonio Nacional. ¡°?Puede el Estado declarar BIC los toros? Es muy discutible¡±, dice Carrillo.
Adem¨¢s, explica el decano, en el caso de que as¨ª se decidiera, la ¨²nica t¨¦cnica de protecci¨®n del BIC que posee el Estado es actuar frente al expolio, lo que indica que est¨¢ pensado para bienes muebles e inmuebles y no para algo inmaterial como es la fiesta de los toros.
¡°Considero, en conclusi¨®n, que no basta con una ley que declare a los toros Bien de Inter¨¦s Cultural, sino que aquella debe estar dotada de un r¨¦gimen jur¨ªdico que permita la protecci¨®n m¨¢s all¨¢ del expolio¡±, concluye Carrillo.
Por su parte, V¨ªctor V¨¢zquez, profesor de Derecho Constitucional, considera que la ILP es una propuesta in¨¦dita ¡°porque plantea declarar BIC algo intangible como es el toreo¡±. A su juicio, este detalle a?ade novedad y complejidad al asunto, ¡°algo que, con toda seguridad, no persegu¨ªan los promotores de la iniciativa¡±. Entiende, adem¨¢s, que una ley de este tipo blindar¨ªa a la fiesta y cerrar¨ªa el paso a futuras prohibiciones. ¡°Las autonom¨ªas podr¨ªan regular, pero no prohibir porque afectar¨ªa a la competencia estatal de protecci¨®n de la cultura. Es m¨¢s, una prohibici¨®n siempre tiene un impacto sobre la libertad de las personas, porque afecta a algo de ti, a tu identidad; cuanto m¨¢s minor¨ªa eres, m¨¢s valor jur¨ªdico tienen tus derechos¡±, asegura.
De cualquier modo, tanto Carrillo como V¨¢zquez coinciden en que esta ILP plantea problemas pol¨ªticos de dimensi¨®n desconocida, motivo por el que aventuran que el Constitucional no aceptar¨¢ el recurso del PP sobre la prohibici¨®n catalana. No est¨¢ el horno para bollos, y mucho menos para provocar a Catalu?a por un asunto que todos los partidos, incluido el que gobierna, considera menor.
Existe, no obstante, la impresi¨®n generalizada de que la ILP en curso saldr¨¢ adelante y que, en mayor o menor medida, ser¨¢ buena para la fiesta de los toros. Con toda seguridad, el texto sufrir¨¢ importantes enmiendas a su paso por el Congreso y el Senado, y existe la posibilidad cierta de que se unifique con la propuesta que saldr¨¢ de la comisi¨®n del Ministerio de Cultura. Sea como fuere, lo cierto es que casi 600.000 firmas han conseguido que se hable y mucho de la cultura del toro y las contradicciones que provoca en la sociedad espa?ola. Y algo m¨¢s: el Gobierno se ha metido en un callej¨®n de dif¨ªcil salida.
La propuesta
Un texto deficiente. Todas las fuentes consultadas coinciden en que el texto de la Iniciativa Legislativa Popular carece de consistencia jur¨ªdica y deber¨¢ ser enmendado en profundidad si no quiere ser pasto de recursos ante el Constitucional.
Diez partes. Consta de una exposici¨®n de motivos, cinco art¨ªculos, una disposici¨®n derogatoria y tres finales.
Valor "indiscutible". Hace hincapi¨¦, primero, en el "indiscutible car¨¢cter cultural de la fiesta de los toros", a la que considera "parte indiscutible del patrimonio hist¨®rico, art¨ªstico, etnogr¨¢fico y socioecon¨®mico de Espa?a".
Promoci¨®n. Declara que "la fiesta constituye un bien cultural de car¨¢cter global" y como tal deber¨¢ ser protegida en todo el territorio nacional, y establece que los poderes p¨²blicos velar¨¢n por su promoci¨®n y desarrollo. Para ello, dice que se fomentar¨¢n los espect¨¢culos, se crear¨¢n materias universitarias para el estudio de la fiesta, se potenciar¨¢ el libre acceso de los menores al conocimiento de la cultura taurina, y el Gobierno se comprometer¨¢ a promover la declaraci¨®n de los toros como Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.
Derogaciones. La ley derogar¨ªa cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo establecido en ella.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.