El Supremo de EE UU estudia si se puede analizar el ADN de detenidos
Los nueve jueces emitir¨¢n en junio su dictamen sobre si es constitucional tomar muestras gen¨¦ticas en caso de cargos menores
?Pueden las fuerzas del orden tomar una muestra de ADN de la boca de un detenido que todav¨ªa no ha sido juzgado? ?Son esas pruebas una invasi¨®n de la intimidad? En definitiva, ?son constitucionales las leyes estatales que permiten obtener muestras gen¨¦ticas de los detenidos? Durante una hora de vista oral, los nueve jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos han debatido hoy lo anterior despu¨¦s de que un hombre condenado a cadena perpetua en 2009 por la violaci¨®n y asesinato de una mujer tuviera que ser puesto en libertad por haberse vulnerado su derecho constitucional protegido por la cuarta enmienda ¨Cla que protege de registros arbitrarios y garantiza el derecho a una orden judicial-.
El Supremo, como en todos sus casos, emitir¨¢ su dictamen en el mes de junio antes de concluir su curso.
Alonzo Jay King fue detenido en 2009 por cargos de asalto en un condado de Maryland. Acogi¨¦ndose a una ley estatal que permite tomar muestras de ADN a los arrestados por delitos violentos, los agentes hicieron lo propio e introdujeron un bastoncillo en el carrillo de King y enviaron el especimen al sistema computerizado de perfiles de ADN conocido como CODIS.
El ordenador emiti¨® su respuesta poco despu¨¦s y mostr¨® la palabra m¨¢gica en la pantalla: coincidencia. El ADN de King correspond¨ªa con el almacenado en el sistema despu¨¦s de que la polic¨ªa encontrase muerta en su casa en 2003 a una mujer de 53 a?os que hab¨ªa sido violada y cuyo caso dorm¨ªa en los archivos policiales del condado de Salisbury, en Maryland.
El ADN de King correspond¨ªa con el almacenado en el sistema despu¨¦s de que la polic¨ªa encontrase muerta en su casa en 2003 a una mujer de 53 a?os que hab¨ªa sido violada y cuyo caso dorm¨ªa en los archivos policiales
King nunca fue condenado por el cargo por el que hab¨ªa sido detenido y durante el que le tomaron la muestra de ADN. Sin embargo, s¨ª fue condenado a pasar el resto de su vida en la c¨¢rcel por la violaci¨®n y el asesinato del que su muestra de ADN dec¨ªa que era culpable. Pero sus abogados argumentaron que la prueba tomada no deber¨ªa de haberse usado para conectarle con el crimen entre otras cosas porque no se utiliz¨® una orden judicial para ello ni se daban los criterios b¨¢sicos de causa probable para obtener dicha muestra.
King tiene el respaldo de los grupos de defensa de derechos civiles que consideran que el Gobierno deber¨ªa de tener limitaciones a la hora de recoger esas pruebas de ADN. Como m¨ªnimo, argumentan, la polic¨ªa debe de tener en su poder una orden judicial basada en lo que los letrados denominan ¡°sospecha individual¡± de que una determinada persona sea sospechosa de haber cometido un crimen en particular.
Todos los Estados de la Uni¨®n exigen que se tomen muestran de ADN de aquellos condenados por cr¨ªmenes violentos. Pero solo 26 y el Gobierno federal permiten hacerlo en casos menores. Desde el a?o 2000, los 50 Estados y el Distrito de Columbia requieren recolecci¨®n de ADN de todos los criminales convictos. El n¨²mero actual de perfiles en CODIS es de unos diez millones, con m¨¢s de un mill¨®n de perfiles de personas que han sido detenidas pero no condenadas.
Maryland argumenta a su favor que la recolecci¨®n y an¨¢lisis de ADN es similar a la toma de huellas dactilares. Y sin embargo, los grupos de derechos civiles puntualizan que el objetivo de las huellas es lograr identificar a alguien que ha sido detenido. En opini¨®n de estos colectivos, Maryland usa el ADN para investigar en lugar de identificar.
El Tribunal de Apelaciones de Maryland fue quien dio la raz¨®n a King y anul¨® su condena. El Estado entonces pidi¨® la intervenci¨®n del Supremo de EE UU diciendo que la decisi¨®n de la corte de apelaciones hab¨ªa privado a Maryland de una de ¡°sus m¨¢s valiosas herramientas para luchar contra el crimen. E insistieron en que las tomas de ADN son las huellas dactilares del siglo XXI.
El presidente del Supremo, John Roberts, permiti¨® en julio del a?o pasado que el Estado siguiera adelante con la toma de muestras y en su exposici¨®n dej¨® entrever cu¨¢l podr¨¢ haber sido hoy su postura. ¡°La recolecci¨®n de ADN de individuos detenidos por delitos violentos supone una herramienta muy valiosa para investigar cr¨ªmenes sin resolver y por tanto ayudan a apartar a los violentos de la poblaci¨®n general¡±, escribi¨® Roberts. ¡°Que Maryland no pueda emplear esta figura para prevenir futuros males constituye un da?o irreparable¡±.
Si el Tribunal Supremo fallase a favor de King, el mill¨®n de perfiles de ADN de sospechosos que a d¨ªa de hoy est¨¢n almacenados en CODIS deber¨ªan ser destruidos y ciertos convictos tendr¨ªa que ser puestos en libertad.
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