Los agujeros negros giran y lo devoran todo a gran velocidad

Una esfera con una masa de dos millones de soles y un di¨¢metro de m¨¢s de tres millones de kil¨®metros (ocho veces la distancia de la Tierra a la Luna), cuya superficie gira casi a la velocidad de la luz, es lo que m¨¢s se aproxima al agujero negro que han observado astrof¨ªsicos estadounidenses y europeos con dos telescopios espaciales. Lo que han conseguido confirmar por primera vez es que los agujeros negros situados en el centro de las galaxias giran a gran velocidad, lo que da pistas sobre c¨®mo y cu¨¢ndo se formaron y crecieron.

¡°Es la primera vez que se ha podido medir con precisi¨®n la velocidad de rotaci¨®n de un agujero negro supermasivo¡±, explic¨® ayer Guido Risaliti, de la Universidad de Harvard (EE UU) y del observatorio de Arcetri (Italia). Pero esa velocidad es pr¨¢cticamente imposible darla en kil¨®metros por hora, reconoc¨ªa Fiona Harrison, de Caltech (EE UU), porque ¡°los agujeros negros son muy extra?os¡±. Harrison est¨¢ contenta porque han resuelto un problema de hace dos decenios, un plazo muy corto pero que indica la velocidad a la que avanza el conocimiento de estos enigm¨¢ticos fen¨®menos c¨®smicos.

La masa de los agujeros negros gal¨¢cticos puede ser hasta miles de millones de veces superior a la del Sol. En la V¨ªa L¨¢ctea existe uno de estos monstruos, pero los astrof¨ªsicos se han fijado esta vez en el que ocupa el centro de una galaxia espiral cercana, la NGC 1365, situada a 56 millones de a?os luz de la Tierra. Con el nuevo telescopio espacial Nustar de la NASA y el XMM-Newton de la ESA, han podido probar que el agujero negro rota r¨¢pidamente, aunque sin sobrepasar los l¨ªmites que impone la teor¨ªa, basada en las ecuaciones de Einstein. Los resultados se publican en la revista Nature.

El hallazgo da pistas sobre su origen en la evoluci¨®n del Universo

A pesar de su nombre, los agujeros negros son uno de los espect¨¢culos m¨¢s luminosos del Universo, recuerda el experto estadounidense Christopher Reynolds en la misma revista. Al engullir el gas y posiblemente tambi¨¦n las estrellas cercanas al centro gal¨¢ctico, liberan cantidades enormes de energ¨ªa, incluidos rayos X, que permiten detectarlos.

El Nustar en un telescopio lanzado en junio pasado que est¨¢ dise?ado especialmente para detectar los fotones de mayor energ¨ªa dentro del rango de los rayos X, que a su vez son la banda m¨¢s energ¨¦tica del espectro electromagn¨¦tico, tras los rayos gamma.

Lo que m¨¢s interesa a los astrof¨ªsicos es que la velocidad de giro de un agujero negro e (que se revela en la deformaci¨®n del espacio-tiempo en la zona cercana al horizonte de sucesos, m¨¢s all¨¢ del cual ni la materia ni la luz escapa) puede considerarse el remanente f¨®sil de su proceso de formaci¨®n.

La conclusi¨®n en este caso es que se form¨® muy r¨¢pidamente, trag¨¢ndose enormes cantidades de gas y materia en poco tiempo, a partir de su origen muy poco despu¨¦s de la Gran Explosi¨®n (unos centenares de millones a?os de los m¨¢s de 13.000 millones de antig¨¹edad del Universo). Todav¨ªa no se sabe c¨®mo pudo suceder esto, as¨ª que habr¨¢ que esperar a nuevos instrumentos para conocer los detalles de uno de los mayores misterios c¨®smicos.