Tarjeta amarilla al armario del f¨²tbol
La federaci¨®n alemana impulsa un plan para ayudar a los jugadores que quieran hacer p¨²blica su homosexualidad El gran miedo es el rechazo de los compa?eros y de la hinchada El objetivo es que los clubes se posicionen contra la homofobia
¡°?Ad¨®nde vas si quieres una rebanada de pan?¡±, le pregunt¨¦. ¡°Al panadero, supongo¡±. ¡°?Ad¨®nde vas si quieres una pata de cordero?¡±, ¡°Al carnicero¡±. ¡°Entonces, ?por qu¨¦ sigues yendo a ese maldito club de maricones?¡±. La extra?a conversaci¨®n figura en la autobiograf¨ªa de Brian Clough, el extravagante entrenador del Nottingham Forest y se refiere al futbolista Justin Fashanu, antes de que este anunciara p¨²blicamente su homosexualidad y comenzara un tortuoso camino profesional y personal que acab¨® llev¨¢ndole al suicidio. El 3 de mayo de 1998 apareci¨® ahorcado en un garaje de Shoreditch (Londres) con una nota manuscrita en la que expresaba que ¡°no quiero ser m¨¢s una verg¨¹enza para mis amigos y familia¡±. Fashanu hab¨ªa sido el primer futbolista profesional de ¨¦lite que manifest¨® p¨²blicamente su homosexualidad, algo que no le impidi¨® seguir jugando en distintos equipos de varios pa¨ªses, tras haber sido conocido como el primer futbolista negro por el que se pag¨® en Inglaterra un mill¨®n de libras (1,15 millones de euros) por su fichaje. Todo fue demasiado para Justine, al que su propio hermano John, tambi¨¦n futbolista, calific¨® como ¡°un paria¡±.
Fashanu es el emblema de la tragedia, que surgi¨® no por un hecho relacionado directamente con el f¨²tbol, sino por la denuncia nunca probada de acoso sexual que le interpuso un joven de 17 a?os en EE UU, tras una turbulenta vida de verdades y mentiras en los tabloides y revistas inglesas. ¡°Me pagaban mucho dinero por contar mentiras sobre aventuras amorosas con parlamentarios, deportistas o actores, pero me hubieran pagado m¨¢s por silenciar mi homosexualidad¡±, se?alaba en una entrevista.
El f¨²tbol ha utilizado el escudo de la virilidad para esconder un ambiente hom¨®fobo m¨¢s global que afecta tanto a hombres como a mujeres. Del f¨²tbol femenino se ha dicho que ni es f¨²tbol ni es femenino, expresi¨®n suprema de una intolerancia absoluta. Del mismo modo que se asegura que cuanto m¨¢s violento es el deporte, m¨¢s lesbianas lo practican. Las chicas del balonmano conocen bien ese estigma, aunque los ¨¦xitos a veces parapetan esa violencia social. Poco import¨® en EE UU que la entrenadora de la selecci¨®n de f¨²tbol femenino Pia Sundhage o una de sus futbolistas, Megan Rapinoe, fueran lesbianas: hab¨ªan conseguido el oro ol¨ªmpico. Lo otro puede esperar.
El viejo y popular refr¨¢n espa?ol ¡°m¨¢s vale prevenir que curar¡± cobrar¨¢ una in¨¦dita y crucial actualidad en el exquisito mundo del f¨²tbol profesional alem¨¢n, incluida la selecci¨®n, cuando la poderosa Federaci¨®n Alemana de F¨²tbol (DFB) env¨ªe a todos los clubes de la Bundesliga un documento que tiene como t¨ªtulo Umgang mit coming-outs im Fussball, que en espa?ol podr¨ªa llamarse C¨®mo hacer frente a la salida del armario en el f¨²tbol.
El documento est¨¢ siendo elaborado por un grupo de ocho expertos que se reuni¨®, por primera vez, en octubre del a?o pasado y enumera una serie de medidas que pueden ayudar a facilitar la vida de un jugador profesional que haya decidido salir, voluntariamente, del armario, una decisi¨®n que podr¨ªa revolucionar el mundo del f¨²tbol profesional alem¨¢n.
¡°La DFB siempre trabaja en temas sensibles y la homosexualidad en el futbol profesional es un tema altamente sensible¡±, dijo Stephan Brause, un portavoz de la Federaci¨®n Alemana de F¨²tbol, durante una entrevista telef¨®nica con EL PA?S. ¡°Esta iniciativa pretende abarcar dos escenarios posibles: tenemos que saber c¨®mo reaccionar si ma?ana un profesional sale voluntariamente del armario y tambi¨¦n tenemos que estar preparados, si un jugador nos pide ayuda¡±, a?adi¨®.
La in¨¦dita acci¨®n de la DFB tambi¨¦n encierra una verdad que a¨²n incomoda al mundo profesional del futbol alem¨¢n y a decenas de miles de fan¨¢ticos que acuden todos los fines de semana a los estadios germanos para aclamar a sus clubes favoritos. En el f¨²tbol profesional alem¨¢n, incluida la selecci¨®n, hay un n¨²mero no especificado de jugadores homosexuales que, por temor a ser abucheados en los estadios, no se atreven a hacer p¨²blica su sexualidad. Seg¨²n estudios realizados por distintas universidades inglesas, la mayor¨ªa de los futbolistas conocen la homosexualidad de varios de sus compa?eros de equipo, aunque son pocos los que lo hacen p¨²blico.
¡°La idea naci¨® despu¨¦s de que un jugador profesional homosexual diera una entrevista an¨®nima a la revista Fluter donde confes¨® la enorme presi¨®n que sufre al tener que ocultar su homosexualidad¡±, dijo Stephan Brause, al revelar c¨®mo naci¨® la idea de formar el grupo de trabajo que puede revolucionar el mundo futbol¨ªstico germano. ¡°La entrevista tuvo un enorme impacto, hasta el punto de que hasta la canciller Angela Merkel alent¨® a los jugadores a que salieran del armario¡±, a?adi¨® el portavoz de la DFB.
La entrevista en cuesti¨®n fue publicada en septiembre del a?o pasado y, aunque la revista juvenil Fluter no pertenece al mundo period¨ªstico comercial germano (est¨¢ financiada por un organismo oficial que se ocupa de difundir la ense?anza pol¨ªtica en el pa¨ªs), tuvo un gran impacto. El jugador an¨®nimo, adem¨¢s de admitir que so?aba con la posibilidad de visitar un restaurante junto con su compa?ero, tambi¨¦n confes¨® que conoc¨ªa a varios jugadores homosexuales de la Bundesliga.
La canciller reaccion¨® con un raro mensaje de solidaridad dirigido a todos los jugadores gais an¨®nimos de la Bundesliga. En el marco de una ceremonia deportiva y acompa?ada por Uli Hoeness, presidente del Bayern de M¨²nich, se?al¨® que la sociedad alemana era tolerante y que nadie deb¨ªa sentir miedo a causa de su homosexualidad, jugadores profesionales de la selecci¨®n nacional incluidos.
¡°Debemos enviar una se?al: No deb¨¦is tener miedo¡±, dijo la canciller en su mensaje dirigido a los jugadores an¨®nimos. ¡°Deb¨¦is saber que viv¨ªs en un pa¨ªs donde ya no hay que tener miedo¡±, insisti¨®. ¡°Yo creo que muy pronto uno o varios jugadores se atrever¨¢n a salir del armario¡±, a?adi¨® Ulli Hoeness, quien puso como ejemplo de la tolerancia que existe en el pa¨ªs al actual ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle. ¡°?l est¨¢ casado con un hombre¡±, dijo.
No es la primera vez que el mundo de la pol¨ªtica reacciona contra la homofobia en el deporte. Hace unos a?os, el primer ministro brit¨¢nico David Cameron se reuni¨® con directivos, activistas y exjugadores para abordar el problema del racismo y la homofobia en el deporte. El presidente de la federaci¨®n inglesa auspici¨® la iniciativa Opening doors and joining in (abriendo puertas e incluyendo), que trataba de hacer frente a la obligada invisibilidad de los deportistas gais. De hecho, el propio club de f¨²tbol de Liverpool estuvo representado oficialmente en el d¨ªa del orgullo gay celebrado en esa ciudad inglesa.
Pero, a pesar de las buenas intenciones de la canciller alemana, del poderoso y famoso presidente del Bayern y de la iniciativa de la federaci¨®n alemana, las salidas del armario de los jugadores profesionales est¨¢n marcadas por el miedo a la reacci¨®n de los fans que asisten religiosamente a los estadios. ¡°Un jugador homosexual ser¨ªa destrozado por los hinchas, porque el f¨²tbol, a pesar de la enorme presencia de mujeres en los estadios, sigue siendo un deporte de machos¡±, sentenci¨® Tim Wiese, un exportero de la selecci¨®n alemana.
Anton Hysen, hijo del que fuera central del Liverpool y del Fiorentina Glenn Hysen, ha sido uno de los ¨²ltimos en decir p¨²blicamente que es gay en la revista Offside. Hysen juega en del club sueco Utsiktens BK que milita en lo que en Espa?a ser¨ªa la Tercera Divisi¨®n. Nada m¨¢s anunciar su orientaci¨®n sexual, recibi¨® alg¨²n correo insultante mientras al mismo tiempo era invitado a participar en todo tipo de programas, realities o incluso en el Festival de Eurovisi¨®n. La amenaza o el folclore persigue a los o las deportistas gais.
El proyecto surgi¨® tras una entrevista a un jugador an¨®nimo
El miedo es libre, pero en el caso de los deportes superpopulares, tienen el argumento de la implicaci¨®n del mundo neofascista o neonazi en algunas de las aficiones. Los propios compa?eros de equipo no son siempre los mejores apoyos. Las palabras del italiano Cassano, exfutbolista del Real Madrid, entre otros equipos ¡ª¡°Espero que no haya maricones en la selecci¨®n¡±¡ª, dieron la vuelta al mundo en la historia de la intolerancia. John Amaechi, el primer jugador de la NBA que anunci¨® su homosexualidad, recordaba en una entrevista a EL PA?S el pasado a?o que Tim Hadaway afirm¨® que ¡°nunca habr¨ªa aceptado a un homosexual en el vestuario¡±. Steve Hunter, por su parte, asegur¨® que no le importaba tener un compa?ero gay, pero puso la siguiente salvedad: ¡°Siempre que no intente ligar conmigo, juegue como un hombre y se comporte como una buena persona¡±. Para rizar el rizo de la intolerancia, la primera pregunta que le hicieron a Amaechi tras decir que era homosexual en la emisora de televisi¨®n ESPN fue: ¡°?Tiene usted el virus del sida?¡±.
Robbie Rogers es un joven estadounidense que jug¨® en el Leeds ingl¨¦s una temporada. Cuando anunci¨® su homosexualidad, se retir¨® del f¨²tbol, con todo el dolor de su coraz¨®n: ¡°Era mi escape, mi prop¨®sito, mi identidad¡±. ¡°El f¨²tbol escond¨ªa mi secreto¡±, escribi¨® en su blog anunciando su orientaci¨®n sexual y su decisi¨®n de abandonar el deporte profesional. Otro estadounidense, David Testo, asegur¨® cuando hizo publica su homosexualidad que todos sus compa?eros, amigos y familia lo sab¨ªan y que nunca sinti¨® rechazo alguno por ello. Sin embargo, la palabra que m¨¢s se repite en el mundo del deporte es miedo: a la reacci¨®n de los dirigentes, de los compa?eros, del p¨²blico, de los medios de comunicaci¨®n...
Para evitar el esc¨¢ndalo y la verg¨¹enza de ser abucheados en los estadios, los jugadores recurren al enga?o y se dejan mostrar en compa?¨ªa de mujeres hermosas y llegan, incluso, al altar, una medida que les permite llevar casi una vida normal, algo m¨¢s propio de otros tiempos o de sociedades retr¨®gradas. Esta pantalla femenina cobr¨® actualidad cuando a fines de enero un conocido periodista deportivo confes¨® ante las c¨¢maras de la segunda cadena de televisi¨®n p¨²blica (ZDF) que hab¨ªa varias agencias especializadas en contratar compa?¨ªa femenina para los jugadores gais.
¡°Conozco personalmente a varios jugadores de la selecci¨®n que han recibido compa?¨ªa femenina e incluso se han casado, a pesar de ser homosexuales¡±, dijo Rolf T?pperwein. La confesi¨®n del periodista, que evit¨® mencionar nombres, confirm¨® tambi¨¦n unas pol¨¦micas declaraciones de la actriz y cantante Georgina Fleur, quien admiti¨®, tambi¨¦n en la televisi¨®n, que hab¨ªa recibido la oferta de una agencia para convertirse en la novia de un jugador gay de la Bundesliga.
En Espa?a no ha habido ninguna iniciativa en favor de la igualdad
El primer borrador del documento que est¨¢ preparando el grupo de expertos contratados por la Federaci¨®n Alemana de Futbol ser¨¢ presentado a comienzos de marzo a los responsables del organismo y posiblemente ser¨¢ repartido a los clubes en abril pr¨®ximo. ¡°El documento debe ofrecer respuestas a posibles preguntas y con ello permitir que un jugador pueda, despu¨¦s de salir del armario, llevar a cabo una vida normal¡±, dijo G¨¹nter A. Pilz, un acad¨¦mico que dirige el grupo de trabajo citado por la revista Der Spiegel. Una de las metas del documento es conseguir que los clubes admitan p¨²blicamente que no rechazan la homosexualidad en el f¨²tbol.
En Espa?a no se han dado pasos en ese sentido y contin¨²a triunfando un riesgo a¨²n peor que la declaraci¨®n p¨²blica de homosexualidad: el rumor, que ha afectado a futbolistas, entrenadores y deportistas en general, ha sido pasto de los programas del coraz¨®n, donde la intimidad es ese oscuro objeto de deseo que no reclama ni respeto ni comprobaci¨®n.
Las redes sociales e Internet en general est¨¢n llenas de especulaciones sobre la identidad sexual de los m¨¢s famosos deportistas, alimentando el cultivo de la sospecha. Iniciativas como las inglesas o alemanas no se han producido en Espa?a, como si todo el mundo siguiera la consigna que expres¨® hace unos a?os el entonces entrenador del Athletic de Bilbao, Joaqu¨ªn Caparr¨®s: ¡°En Espa?a no hay futbolistas gais, por eso no salen del armario¡±. Y punto.
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