Aprender a programar como se aprende a leer
Un n¨²mero creciente de pa¨ªses ense?a a los alumnos a escribir c¨®digo El objetivo es formar a creadores y no solo a meros consumidores Potencia la creatividad y la mente l¨®gica
¡°?Hola chicos! Olvidaos de ser doctores, estrellas del f¨²tbol o raperos. Aunque os vacilen y llamen frikis en el colegio, el futuro est¨¢ en los ordenadores¡±, alerta en un v¨ªdeo Bill Gates. El fundador de Microsoft comparte pantalla con el de Facebook, Mark Zuckerberg, que apostilla: ¡°Aprender a programar no significa querer conocer todo de la ciencia de la computaci¨®n o ser un maestro¡±. Ambos apoyan a la fundaci¨®n Code.org, que pretende introducir la programaci¨®n en las escuelas de Estados Unidos. Tan solo en una de cada diez se aprenden los c¨®digos. A Code.org le resulta insuficiente, pero el porcentaje est¨¢ a a?os luz de Espa?a, donde los ni?os navegan sin parar por la Red sin saber desarrollar sus propias aplicaciones.
¡°No sirve de nada que te ense?en unas herramientas como Word que habr¨¢n desaparecido o habr¨¢n cambiado mucho cuando terminen sus estudios. Cualquier aplicaci¨®n, si est¨¢ bien dise?ada, no se tarda en aprender¡±, sostiene Luis de Marcos, profesor de Inform¨¢tica en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares. ¡°Hay que usar el ordenador como herramienta para resolver problemas. Lo que los anglosajones llaman el computational thinking. Porque el debate es: ?somos creadores digitales o consumidores de contenidos?, ?queremos que los chavales agoten en 15 minutos la tarifa de datos del m¨®vil o que desarrollen algo y compartirlo?¡±, prosigue.
A Juan Corzo, analista de tecnolog¨ªa con GPS, sin embargo, no le entusiasma la idea de que su hija Tala, hoy de dos a?os, aprenda a programar con seis. ¡°Que estructure su cabeza como quiera. Encuentro m¨¢s ¨²til que a esa edad le ense?en con el m¨¦todo ?baco a sumar o multiplicar n¨²meros largos. Para el d¨ªa a d¨ªa no hace falta programar. Ayuda a ordenar las ideas, pero deber¨ªa aprenderse como pasatiempo. As¨ª empezaron los grandes genios. Es como escribir. Tienes una idea, piensas en los personajes, en la estructura y en c¨®mo los introduces en la historia¡±.
?Podr¨ªa incluirse entre los contenidos escolares en Espa?a? El panorama no es muy halag¨¹e?o
¡°Est¨¢ bien que los ni?os aprendan las bases de la programaci¨®n, pero tambi¨¦n deben de conocer las herramientas. Aunque el mundo cambie, no todo es tecnolog¨ªa. Aprendiendo el Word o PowerPoint uno no s¨®lo adquiere competencias inform¨¢ticas, tambi¨¦n ling¨¹¨ªsticas, sociales y ciudadanas¡±, media In¨¦s Andr¨¦s, coordinadora de TICS de Ineverycrea, una plataforma que asesora a los profesores en la integraci¨®n de las tecnolog¨ªas. Sostiene que sobre todo hay que aprender a trabajar en Red. ¡°La ven como algo l¨²dico y no saben moverse por ella. Es curioso, no les dejamos solos en casa, pero no nos preocupamos de la Red. Mis alumnos en Burgos contactaron con un aula de Palencia. Se establecieron v¨ªnculos por carta, videoconferencia...¡±.
Conscientes de los beneficios de este aprendizaje, el Ministerio de Educaci¨®n brit¨¢nico ha pedido ayuda a la industria para crear un nuevo contenido para las clases de inform¨¢tica. Finlandia e Israel ya han incorporado la programaci¨®n a sus curr¨ªculos escolares. La palabra ¡°programaci¨®n¡± asusta, pero los monitores no se cansan de repetir que resulta tan f¨¢cil de controlar como la lectura o la escritura.
?Podr¨ªa incluirse entre los contenidos escolares en Espa?a? El panorama no es muy halag¨¹e?o.
¡°Es verdad que los profesores son reticentes a la inform¨¢tica, pero tampoco se les pone f¨¢cil. No hay suficientes ordenadores y nadie se ocupa del mantenimiento, as¨ª que la mitad no funcionan¡±, asegura ?ngeles Araguz, profesora t¨¦cnica de FP y tutora del Centro de Formaci¨®n de formadores de la Comunidad de Madrid. ¡°Para impartir clase de programaci¨®n tendr¨ªa que existir un proyecto com¨²n de los profesores y que se ense?ase en F¨ªsica o Matem¨¢ticas. No hay tiempo para idearlo, como en Finlandia, y cuando se cierra la puerta del aula es el reino del docente¡±, prosigue esta profesora de un instituto de Vallecas.
Aunque en los centros haya medios, el personal docente no est¨¢ preparado para acometer la tarea. ¡°Un profesor con conocimientos b¨¢sicos de inform¨¢tica en dos o tres meses aprende lo que tiene luego que ense?ar¡±, cuantifica De Marcos. Comparte opini¨®n In¨¦s Andr¨¦s, profesora de Lengua: ¡°Se est¨¢n haciendo cosas interesantes, pero es algo nuevo y descoloca. Por eso, yo como consultora resuelvo dudas metodol¨®gicas. Aprender de forma autodidacta lleva mucho tiempo¡±.
En la sala 102 de la Facultad de Inform¨¢tica de la Universidad de Valladolid hay un oasis. Dan las cinco de la tarde y por tercer lunes consecutivo se llena con 18 ni?os de entre ocho y 13 a?os que quieren aprender scratch, una aplicaci¨®n destinada a la creaci¨®n de juegos para la web mediante una sencilla interfaz gr¨¢fica. Muchos no llegan al perchero y los monitores les ayudan a colgar el anorak. Cargan con un port¨¢til desde casa, a veces tan pesado que les hace trastabillar. Todo normal y corriente hasta que abren la boca, mostrando una curiosidad inmensa y envidiable por todo lo que les rodea. Aqu¨ª adquirir¨¢n conocimientos que podr¨ªan servirles para crear los nuevos Google, Twitter o Zynga.
Es verdad que los profesores son reticentes a la inform¨¢tica, pero tampoco se les pone f¨¢cil
Los 18 peque?os se sientan en unas mesas hexagonales y despliegan sus ordenadores. ¡°Son ni?os y necesitan por lo menos un metro de espacio. Mucho m¨¢s que un adulto, porque no se sientan bien¡±, explica con media sonrisa Bel¨¦n Palop, la coordinadora de este curso de scratch, el sistema de programaci¨®n infantil ideado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Efectivamente, est¨¢n desparramados y ansiosos por empezar. Viven pensando en el lunes, el d¨ªa que se entienden con ni?os que hablan el mismo lenguaje que ellos. Cada vez en m¨¢s ciudades espa?olas se convocan masivos encuentros de estos locos por el scratch.
Lo primero es tener claro qu¨¦ tipo de programa se quiere crear: narrativo o videojuego. Casi la totalidad se decanta por este ¨²ltimo. ¡°Quiz¨¢ a las chicas ¡ªs¨®lo hay tres¡ª les gusten m¨¢s las historias, pero a la hora de manejar el scratch no hay diferencias¡±, diferencia Palop. Seguidamente hay que plasmar en un papel A3 la idea a desarrollar en el ordenador. Se establece entonces un ¡°compromiso¡± que los ni?os, dispersos como todos en la infancia, intentan saltarse. Por eso los dos monitores y Palop les remiten todo el tiempo a su planteamiento original que suele titularse Super Mario. Ansiosos dibujan y entran en scratch, que es en espa?ol y gratuito. Su lema se repite hasta la saciedad: ¡°Imagina, programa y comparte historias, m¨²sica, juegos y arte¡±.
Dibujan en la Red sus personajes y, a?adiendo ¨®rdenes muy sencillas, estos monigotes empiezan a tener autonom¨ªa y movilidad. ¡°Cuando consiguen pintar un simple punto o hacer que el gato ma¨²lle, se emocionan¡±, dice Palop. Scratch se puede usar desde los seis o siete a?os, pero en este taller no admiten a estos menores porque necesitan la atenci¨®n constante de un adulto. Casi todos son hijos de inform¨¢ticos o hijos de padres sensibles a sus enormes ganas de aprender. ¡°Mi hijo quer¨ªa aprender a programar desde hace dos a?os. Yo, que soy inform¨¢tica, le ense?¨¦ a hacer p¨¢ginas web, pero ¨¦l quer¨ªa tambi¨¦n animaciones. Es muy curioso a sus 10 a?os. De mayor quiere ser ingeniero de monta?as rusas y las dise?a con un programa¡±, sostiene orgullosa Alicia Novo, madre de Daniel.
Ministerio de Educaci¨®n brit¨¢nico ha pedido ayuda a la industria para crear un nuevo contenido
¡°No es solo que aprendan a programar, sino que desarrollan una mente l¨®gica que les va a venir bien para cualquier faceta de la vida¡±, subraya Palop. A Mar¨ªa Vegas, madre de Sabino, y a la de Daniel las convence que sus hijos trabajen en un proyecto en equipo, algo poco usual en las aulas, que convivan con chicos de otras edades sin complejos y, sobre todo, que durante unas horas se sientan entre iguales. ¡°Me encanta que mi hijo no entre en Internet por las redes sociales, sino para mirar en YouTube un v¨ªdeo sobre parques de atracciones o seguir tutoriales¡±, explica Novo. Con el proyecto concluido, escriben un cuento con el proceso y, orgullosos, lo exponen a sus compa?eros que no pierden el hilo. ¡°Es incre¨ªble su desparpajo. No les cuesta hacerlo, cuando hay alumnos m¨ªos que lo primero que cuentan en p¨²blico es su proyecto de fin de carrera¡±. Tambi¨¦n se asombra Pablo Espeso, uno de los monitores: ¡°Entienden algoritmos que nosotros en primero de Inform¨¢tica desconoc¨ªamos. Matem¨¢tica pura que ellos aplican naturalmente porque es m¨¢s sencilla de lo que parece¡±. No cree que los ni?os lleguen a aburrirse: ¡°Las posibilidades son infinitas. En inform¨¢tica hay pocas cosas que dominen del todo¡±.
Espeso pone a David Mart¨ªn, de 13 a?os, como ejemplo de precocidad. T¨ªmido, le cuesta reconocer que tiene ciertos conocimientos de Java. ¡°Me interes¨¦ por Internet y sigo viendo tutoriales¡±. A su lado, Sabino Codesal, de 12 a?os, se acerca al micro de su port¨¢til para grabar la banda sonora de su videojuego. Pide silencio a la concurrencia y tararea una melod¨ªa que recuerda a la Indiana Jones. Se comporta como el ni?o que es, por eso sorprende saber que en sus ratos libres estudia Alice, un sistema para hacer animaciones y escenarios en 3D.
Si el scratch deja con la boca abierta, ?qu¨¦ decir del mundo de la rob¨®tica que suena ya a ciencia ficci¨®n en manos de mini-hombrecitos? A ello se dedica el ingeniero en Telecomunicaciones Toni Ferrat¨¦, quien aburrido de programar para empresas en 2007 fund¨® Ro-botica, una tienda online y con sede f¨ªsica en Barcelona. ¡°No se trata de aprender rob¨®tica, sino de aprender con rob¨®tica. Trasteando con el ordenador aprenden de los errores y de los aciertos de los dem¨¢s compa?eros y se reduce el fracaso escolar. El profesor adquiere un rol m¨¢s de facilitador, gu¨ªa, inspirador¡±, precisa. De esta forma, estos ni?os hipermotivados descubren la programaci¨®n al controlar dispositivos reales de entrada y salida, f¨ªsica (energ¨ªas, fuerza y velocidad) y conceptos matem¨¢ticos (trigonometr¨ªa, geometr¨ªa). ¡°Si en el aula te dan una clase magistral llena de f¨®rmulas ni entiendes ni recuerdas lo que te han contado. Sin embargo, con el robot entiendes la aceleraci¨®n o la inercia. Nosotros hacemos materiales que expliquen los fen¨®menos f¨ªsicos¡±, remarca Ferrat¨¦. Incluso, asegura, ¡°coges un episodio hist¨®rico, lo recreas virtualmente y luego lo pasas al mundo real con los robots¡±.
Es indiscutible que al sector inform¨¢tico no ha afectado tanto el paro en Espa?a
Ferrat¨¦ organiza talleres para profesores de infantil a la Universidad, asesora en el aula y monta competiciones de rob¨®tica. ¡°Parad¨®jicamente, cuando m¨¢s se necesitan inform¨¢ticos menos vocaciones hay. Antes ¨¦ramos 200 en clase. Ahora son 20¡±. La comunidad universitaria es menor, pero es evidente que ha decrecido el inter¨¦s en todo el Mundo. La fundaci¨®n Code.org reclama la formaci¨®n de m¨¢s ingenieros de software. S¨®lo, cuantifican, lo son el 2,4% de los graduados hoy en su pa¨ªs ¡ªun porcentaje m¨¢s bajo que hace una d¨¦cada¡ª y tienen el doble de posibilidades de encontrar trabajo que la media universitaria.
Es indiscutible que al sector inform¨¢tico no ha afectado tanto el paro en Espa?a. ¡°Tengo amigos que han perdido el trabajo y en pocos d¨ªas les sale algo nuevo. Las empresas cierran pero enseguida hay alguien que les llama. Desde hace cinco a?os vivimos rodeados de programas. En los indicadores del coche, Instagram en el m¨®vil, contenidos interactivos en la TDT...¡±, opina Juan Corzo, que vive en Valladolid.
¡°Cada vez m¨¢s profesiones obligan a tener conocimientos de programaci¨®n: la biogen¨¦tica, las artes gr¨¢ficas, el mundo empresarial¡ As¨ª que la Inform¨¢tica se deber¨ªa incluir en secundaria, en especial para los de ciencia y arte¡±, propone de Marcos. Por eso el peque?o Sabino, a quien nada ni nadie le retiene, lo tiene claro: ¡°Cuando sea mayor quiero dedicarme a la biorob¨®tica. Necesito aprender programaci¨®n para hacer nanorobots y trabajar con c¨¦lulas madre¡±.
Se integre o no la programaci¨®n en clase, nadie pone en duda estas palabras del pensador chino Confucio (551-478 a. C.): ¡°Me lo contaron y lo olvid¨¦; lo vi y lo entend¨ª; lo hice y lo aprend¨ª¡±.
Programas y robots
Scratch. Desarrollado por el MIT, permite contar historias, m¨²sica o arte con un lenguaje muy f¨¢cil.
Small Basic. De Microsoft. Ense?a a programar mediante c¨®digo simplificado.
Alice. De la Universidad Carnegie Mellon. Es un sistema de programaci¨®n 3D para crear animaciones.
Kodu. Un software de creaci¨®n de videojuegos para ni?os adaptado al PC.
Bee-Bot. Para ense?ar lenguaje direccional, a contar historias y programaci¨®n desde los tres a?os.
Lego WeDo. Ideal para contar historias y cuentos construyendo modelos con sensores simples y un motor.
Ollo. Nuevo sistema para construir robots con mu?ecos y radiocontroles.
Arduino para robots. Placas para construir m¨¢quinas con sistemas y programarlas.
Fischertechnik.Un sistema de rob¨®tica integral y progresivo que puede empezar a utilizarse a los siete a?os.
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