Jap¨®n lucha para dejar atr¨¢s la crisis de Fukushima
Unas 300.000 personas contin¨²an desplazadas dos a?os despu¨¦s de la cat¨¢strofe
El 11 de marzo de 2011, la tierra tembl¨® bajo el mar frente a la costa nororiental de Jap¨®n y desencaden¨® una de las mayores cat¨¢strofes de la historia del pa¨ªs. El terremoto, de magnitud 9 en la escala Richter, gener¨® un tsunami gigante que caus¨® m¨¢s de 19.000 muertos y provoc¨® la mayor crisis nuclear que ha sufrido el mundo desde Chern¨®bil (1986).
El se¨ªsmo y el tsunami dejaron sin suministro el¨¦ctrico y destruyeron los generadores de emergencia de la central at¨®mica de Fukushima 1, unos 240 kil¨®metros al noreste de Tokio. La falta de sistema de refrigeraci¨®n provoc¨® fusi¨®n en sus reactores y explosiones, forzando la evacuaci¨®n de m¨¢s de 100.000 personas para evitar la radiactividad, que contamin¨® suelo, alimentos y agua.
Dos a?os despu¨¦s, Jap¨®n ha realizado una labor enorme de desescombro y avanza en el desmantelamiento de la central. Pero unas 300.000 personas contin¨²an desplazadas de sus hogares, y expertos y organizaciones medioambientales critican la lentitud en las tareas de reconstrucci¨®n y el pago de las indemnizaciones.
?Central nuclear. Las autoridades aseguraron, en diciembre de 2011, que los reactores hab¨ªan sido estabilizados y situados en parada fr¨ªa. Los niveles de radiaci¨®n han bajado en la planta desde el inicio de la crisis, pero se desconoce su distribuci¨®n exacta porque hay zonas en las que a¨²n no se est¨¢ trabajando.
Tras el tsunami, tres de los seis reactores de la central registraron fusiones, mientras que explosiones de hidr¨®geno en la unidad n¨²mero 4 da?aron el edificio del reactor y una piscina de enfriamiento. A pesar de las repetidas declaraciones de la empresa propietaria de la planta ¡ªTepco¡ª y el Gobierno sobre la seguridad del edificio tras haber sido reforzado, la situaci¨®n de la piscina preocupa a algunos expertos. ¡°No se puede decir que la central est¨¢ totalmente bajo control o estabilizada, dado que hay muchas zonas que a¨²n no son accesibles. Los sistemas de refrigeraci¨®n son provisionales y los reactores da?ados contin¨²an contaminando el medio ambiente y siguen siendo vulnerables ante los frecuentes terremotos que hay en Jap¨®n¡±, afirma Aslihan Tumer, directora internacional para asuntos nucleares de Greenpeace.
Tepco ha dicho esta semana que el trabajo avanza y que planea retirar las barras de combustible de la piscina en noviembre. La operaci¨®n durar¨¢ un a?o. La compa?¨ªa prev¨¦ extraer el combustible fundido de los reactores da?ados en los pr¨®ximos 10 a?os, pero el desmantelamiento completo de la planta llevar¨¢ tres o cuatro d¨¦cadas. Uno de los principales desaf¨ªos para los t¨¦cnicos es el de las fugas y la gesti¨®n del agua utilizada para refrigerar los reactores, que est¨¢ siendo almacenada en dep¨®sitos en la planta. Se estima que el achatarramiento de la central costar¨¢, al menos, 76.900 millones de euros.
En la planta nuclear ha bajado la radiaci¨®n pero hay zonas sin analizar
?Radiactividad en alimentos. El Gobierno endureci¨® en abril de 2012 las normas de seguridad en comida y bebidas. Para alimentos generales, el l¨ªmite de radiactividad fue fijado en 100 bequerelios de cesio radiactivo por kilogramo, y para la leche y preparados infantiles, en 50. Entre entonces y hasta enero pasado, han sido detectados niveles que exceden los m¨¢ximos permitidos en unas 2.000 muestras ¡ªprincipalmente, setas, pescado y carne¡ª, sobre un total de 230.000 tomadas en 17 prefecturas, seg¨²n ha informado esta semana el diario Asahi. El peri¨®dico precisa que la mayor¨ªa de los alimentos con niveles excesivos de cesio no estaban destinados a distribuci¨®n comercial. El cesio 137 tiene un periodo de semidesintegraci¨®n de 30 a?os. Granjeros y pescadores se quejan de que, pese a los rigurosos controles que muestran que sus productos son seguros, mucha gente rechaza comprarlos.
En un informe hecho p¨²blico a finales de febrero, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud dijo que los habitantes de los lugares m¨¢s cercanos a la central tienen mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de c¨¢ncer ¡ªcomo tiroides, mama o leucemia¡ª, pero que fuera de estas zonas no se prev¨¦ un alza de casos de la enfermedad. Greenpeace, que ha hecho sus propias mediciones, critica que ¡°las autoridades han subestimado continuamente tanto los riesgos como el alcance de la contaminaci¨®n radiactiva en Fukushima¡±.
Ha habido denuncias de que la limpieza de las poblaciones alrededor de la central ha sido encargada en gran parte a empresas de construcci¨®n con poca experiencia, y la descontaminaci¨®n va con retraso, mientras que los residuos y restos extra¨ªdos por los equipos de limpieza se acumulan en muchos lugares, a falta de decisi¨®n oficial sobre qu¨¦ hacer con ellos. El Gobierno central pensaba haber limpiado las principales ¨¢reas en 11 municipalidades de la prefectura de Fukushima para marzo de 2014, pero ha reconocido que se retrasar¨¢ el objetivo.
?Desplazados. Alrededor de 300.000 personas contin¨²an aloj¨¢ndose en viviendas temporales y muchas de ellas tendr¨¢n que seguir haci¨¦ndolo varios a?os m¨¢s, debido a la lentitud en las labores de reconstrucci¨®n. El miedo a la radiaci¨®n y la falta de infraestructuras y de empleos ha hecho que la poblaci¨®n haya disminuido en 72.000 personas en las tres prefecturas m¨¢s afectadas por el desastre: Iwate, Miyagi y Fukushima.
Los reactores da?ados contin¨²an contaminando el medio ambiente
Muchos de los desplazados sufren depresi¨®n y problemas mentales. Los psiquiatras aseguran que es ahora, dos a?os despu¨¦s de la cat¨¢strofe, cuando est¨¢n apareciendo las consecuencias psicol¨®gicas del trauma.
¡°Las familias se han visto obligadas a separarse, y sus tierras han resultado contaminadas. No pueden organizar su futuro ni tienen esperanza porque el Gobierno no les muestra el calendario y una forma de rehacer sus vidas. Muchos sufren la incertidumbre de si podr¨¢n regresar a sus pueblos¡±, afirma Yoichi Tao, un f¨ªsico profesor en la Universidad Kogakuin, en Tokio, y director de la Asociaci¨®n para la Resurrecci¨®n de Fukushima. Tumer afirma que ¡°mientras en las zonas afectadas por el tsunami est¨¢n siendo edificadas nuevas casas y la gente est¨¢ rehaciendo sus vidas, la mayor¨ªa de los evacuados por la radiaci¨®n viven en un limbo, incapaces de volver a casa y de reconstruir sus vidas en otra parte porque carecen de indemnizaci¨®n adecuada y apoyo¡±.
?Reconstrucci¨®n. Nuevos edificios, carreteras, l¨ªneas de ferrocarril, barcos pesqueros, autom¨®viles han surgido por toda la costa nororiental de Jap¨®n y la econom¨ªa muestra signos de crecimiento, animada por las ayudas oficiales. El Gobierno central ha creado programas para impulsar la reconstrucci¨®n, con subsidios a la vivienda p¨²blica, suavizaci¨®n de las normativas y ventajas fiscales. Casi el 50% de los restos dejados por el tsunami han sido incinerados o enterrados. En algunas ¨¢reas, la gente est¨¢ volviendo a la vida normal.
Pero la recuperaci¨®n va m¨¢s lenta de lo esperado. Algunas comunidades han renunciado a la idea de volver a levantar sus viviendas en los mismos lugares que estaban y se han mudado a mayor altura. Otras siguen esperando los nuevos planes urban¨ªsticos. ¡°En las zonas de Sendai (capital de Miyagi) m¨¢s afectadas por el tsunami, hemos decidido mejorar las defensas contra maremotos y en las ¨¢reas consideradas m¨¢s peligrosas se ha prohibido la construcci¨®n de nuevas viviendas y se ha recomendado a quienes ya viv¨ªan en ellas que se muden a lugares m¨¢s seguros en el interior¡±, explica la oficina de reconstrucci¨®n de Sendai. Las mismas fuentes afirman que, mientras en Sendai los trabajos de recuperaci¨®n avanzan a buen ritmo, ¡°desafortunadamente, hay a¨²n muchos municipios en la extensi¨®n de 500 kil¨®metros de zonas afectadas por el desastre donde no hay un claro final a la vista¡±.
Pese a los controles de los alimentos,? mucha gente rechaza comprarlos
El 52% de los 42 Gobiernos locales de las regiones devastadas consultados en una reciente encuesta realizada por Asahi afirman que necesitar¨¢n entre seis y 10 a?os m¨¢s para rehacer sus comunidades. El 30% dice que el alza del precio de los materiales y la falta de mano de obra han afectado al proceso de recuperaci¨®n. La situaci¨®n es complicada en la prefectura de Fukushima, donde se ha avanzado poco porque los trabajos de descontaminaci¨®n han frenado la reconstrucci¨®n, y el miedo a la radiaci¨®n frena el regreso de la gente.
El Gobierno extendi¨® el mes pasado de tres a cuatro a?os el permiso a los desplazados para permanecer en las viviendas temporales porque se prev¨¦ que solo el 55% de las nuevas casas planeadas en Iwate, Miyagi y Fukushima est¨¦n listas para finales de marzo de 2014. Esto significa que unas 110.000 personas tendr¨¢n que seguir residiendo en condiciones dif¨ªciles en casas prefabricadas. En abril de 2012, extendi¨® a tres a?os el periodo inicial de dos fijado por la ley.
?Estrategia nuclear. Tras el accidente, la mayor¨ªa de las centrales nucleares de Jap¨®n fueron desconectadas. En la actualidad, solo hay dos reactores en marcha de los 50 que tiene operativos el pa¨ªs. El rechazo popular llev¨® al anterior Gobierno, del Partido Democr¨¢tico de Jap¨®n, a adoptar una pol¨ªtica energ¨¦tica que implicar¨ªa la renuncia a la energ¨ªa nuclear en la d¨¦cada de 2030. Pero el Ejecutivo del conservador Partido Dem¨®crata Liberal, salido de las urnas en diciembre pasado, anunci¨® que revisar¨ªa el apag¨®n nuclear. ¡°Volveremos a arrancar los reactores nucleares cuando se confirme que son seguros¡±, ha insistido Shinzo Abe esta semana. La Autoridad de Regulaci¨®n Nuclear present¨® el borrador de las nuevas medidas de seguridad para las centrales at¨®micas en enero pasado. Se prev¨¦ que entren en vigor en julio.
Antes de la cat¨¢strofe de Fukushima, la energ¨ªa nuclear proporcionaba el 30% de la electricidad del pa¨ªs. Jap¨®n carece de recursos naturales y la paralizaci¨®n de las centrales ha obligado a importar m¨¢s petr¨®leo, gas y carb¨®n, con el consiguiente impacto para el d¨¦ficit comercial.
¡°Hace dos a?os, justo despu¨¦s del accidente at¨®mico, era optimista y pensaba que Jap¨®n utilizar¨ªa la crisis para reconstruir su econom¨ªa y ser l¨ªder en tecnolog¨ªa de energ¨ªas renovables. Poco de esto ha sido realizado. Ha habido unos pocos proyectos nuevos de energ¨ªa e¨®lica y solar, pero el Gobierno parece ansioso por volver a poner en marcha las centrales nucleares¡±, afirma James B. Cole, profesor de la Universidad Tsukuba. ¡°Estoy decepcionado porque los ciudadanos japoneses han protestado poco. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas en la prefectura de Fukushima a¨²n no han recibido indemnizaci¨®n por sus p¨¦rdidas. Tepco ha subido el precio de la electricidad con poca oposici¨®n. Hasta la fecha, veo poco cambio real o reforma como resultado del 11 de marzo de 2011¡±.
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