?MOOCman¨ªa? (2)
El autor cuestiona que una educaci¨®n online de calidad pueda ser gratuita
La estrategia institucional que est¨¢ moviendo a las universidades a abrazar el fen¨®meno MOOC es, cuanto menos, diversa. Por un lado, hay quienes lo ven como una gran oportunidad para que la universidad se exponga al exterior, mostrando sus cursos abiertos. Se supone que esto convencer¨¢ y captar¨¢ nuevos estudiantes que la conoc¨ªan poco o nada. Otros lo consideran como algo que les puede permitir la expansi¨®n y la internacionalizaci¨®n de su actividad y, por a?adidura, la apertura a nuevos mercados. Existen, adem¨¢s, aquellos que consideran que reducir¨¢n los costes de la ense?anza superior: menos edificios, menos profesores, menos servicios¡ El denominador com¨²n es que, mayoritariamente, ven los MOOCs como una oportunidad econ¨®mica.
Existe la creencia de que la educaci¨®n en l¨ªnea no tiene coste. Sin embargo, esto no es as¨ª. La educaci¨®n en l¨ªnea debe sostener los costes vinculados a su exigencia de calidad como son la elaboraci¨®n de los recursos de aprendizaje, el acompa?amiento y gu¨ªa de un profesor especialista, el proceso de evaluaci¨®n continua, y la infraestructura tecnol¨®gica que sostiene y permite que el sistema se mantenga en funcionamiento permanentemente, de manera transparente para los usuarios, por citar algunos.
Entonces, ?no puede ser gratuita? S¨ª, puede serlo, igual que puede serlo la educaci¨®n superior presencial tradicional: si alguien, distinto del estudiante, asume todos esos costes. Para ello, hay tres opciones: que lo hagan los Gobiernos y las Administraciones educativas, los cuales repercutir¨¢n esos costes en la fiscalidad de sus ciudadanos, como ocurre, por ejemplo, en determinados pa¨ªses escandinavos; que lo hagan consorcios empresariales, buscando recuperar esa inversi¨®n en forma de beneficios a medio o largo plazo, como hacen empresas como Coursera o Udacity; o que lo hagan iniciativas de car¨¢cter filantr¨®pico, a fondo perdido, y con las limitaciones obvias del capital de que dispongan. En cualquier caso, los costes se compensan o la iniciativa deja de ser sostenible.
Los MOOCs se est¨¢n promoviendo como cursos gratuitos, pero alguien va a tener que financiar su elaboraci¨®n, su actualizaci¨®n y el aseguramiento de su calidad. Eso puede hacerse de diversas maneras, pero est¨¢ por ver el resultado en cuanto a su sostenibilidad. De momento, est¨¢ en cuesti¨®n incluso esa gratuidad: la San Jose State University de California, hace pocas semanas que ha lanzado tres MOOCs a un precio de 150 d¨®lares cada uno. Como se ve, la evoluci¨®n de este fen¨®meno a¨²n puede depararnos numerosas sorpresas.
Las actuales iniciativas ensayan distintos modelos de negocio. La mayor¨ªa de ellas se han impulsado con capital riesgo de distintos inversores o de fundaciones sin ¨¢nimo de lucro. Algunas de ellas esperan recuperar la inversi¨®n a partir de los contratos que han firmado con las universidades que las apoyan, y que en algunos casos incluyen derechos por la licencia de los cursos, o acuerdos vinculados al pago de tasas por la certificaci¨®n de los mismos. Hay quienes est¨¢n plante¨¢ndose generar servicios acad¨¦micos complementarios pero segregados para que los estudiantes que lo requieran paguen por ellos.
Otras ya empiezan a manifestar que lo har¨¢n a trav¨¦s de la venta de curr¨ªculos de los estudiantes o dando acceso a su base de datos a potenciales empleadores. Tambi¨¦n se empieza a sugerir que otra fuente de ingresos puede ser la venta de los datos de los participantes a otras empresas para finalidades comerciales. El elemento com¨²n es intentar que el motor de los ingresos se desplace de los estudiantes, como era hasta ahora, hacia otros agentes. Lo que est¨¢ claro es que alguien tiene que pagar el coste real de estas propuestas y generar beneficio a sus inversores.
La universidades tienen que tener m¨¢s clara cu¨¢l es la estrategia institucional que los MOOCs van a ayudar a desarrollar y qu¨¦ modelo de sostenibilidad van a adoptar para que este fen¨®meno no sea flor de un d¨ªa.
Albert Sangr¨¤ es director del eLearn Center? de la Universitat Oberta de Catalunya
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