Ni tanto ni tan poco

En un mundo donde se ejerciese un control pol¨ªtico eficiente sobre los Gobiernos, lo ideal ser¨ªa que las retribuciones de alcaldes y miembros de la corporaci¨®n municipal fuesen decididos de forma aut¨®noma. Porque tenemos m¨¢s de 8.000 municipios en Espa?a, lo que inevitablemente genera diversidad. ?Por qu¨¦ impedir que en un municipio en el que existe transparencia y rendici¨®n de cuentas, marcaje f¨¦rreo de la oposici¨®n y ciudadanos activos en la vida pol¨ªtica municipal, se pague a un alcalde por encima de la retribuci¨®n media si la persona que desempe?a el puesto trabaja a destajo, lo hace bien y renuncia a un elevado sueldo en su trabajo anterior? Porque no hay que olvidar que, a diferencia de otros pa¨ªses, en Espa?a pol¨ªtica y gesti¨®n van de la mano. La inmensa mayor¨ªa de los alcaldes ejercen de facto de gerentes de su Ayuntamiento. Por eso y al igual que ocurre con el sector privado, con el mismo sueldo un gerente puede resultar caro y otro barato. Depende de la contrapartida.

El problema es que en muchos municipios no se dan esas condiciones y en algunos se acaban fijando retribuciones a alcaldes y otros miembros de la corporaci¨®n municipal poco razonables y sin que parezca existir presi¨®n en sentido contrario. El control no funciona. En su proyecto, el ministerio se decanta por un an¨¢lisis en el que estas situaciones se consideran la norma y, consecuentemente, opta por minimizar la autonom¨ªa local en este ¨¢mbito, fijando tablas retributivas que convergen hacia cero para los municipios m¨¢s peque?os.

Ni tanto ni tan poco. Aceptemos que la autonom¨ªa municipal en el frente retributivo no puede ser plena, para proteger a sus ciudadanos de excesos sobre las cuentas p¨²blicas. Aceptemos que el coste retributivo de la corporaci¨®n municipal crezca con el tama?o municipal. Pero establezcamos horquillas suficientemente amplias en cada tramo poblacional que se defina. Pactemos las cifras concretas con la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias (FEMP). Porque no es lo mismo imponer que consensuar. En fin, repensemos la idea de eliminar retribuciones en los municipios m¨¢s peque?os. Personalmente, soy partidario de las fusiones de los municipios m¨¢s peque?os. Pero mientras no se acometan, no olvidemos que la mayor¨ªa de los candidatos potenciales a ocupar esas alcald¨ªas, que cuentan con escasos medios humanos sobre los que apoyarse en la gesti¨®n cotidiana, vive de su trabajo.

Santiago Lago Pe?as es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Vigo.