¡°En M¨¦xico, si eres ind¨ªgena, mujer y pobre est¨¢s fregada¡±

Eufrosina Cruz Mendoza (Santa Mar¨ªa Quiegolani, M¨¦xico, 1970) no cree a su padre responsable por haber casado a su hermana a los 12 a?os. ¡°?l aprendi¨® conmigo que yo, mujer, val¨ªa lo mismo que mi hermano hombre¡±, asegura la diputada mientras pide un batido de chocolate en el Caf¨¦ La Habana del Distrito Federal. Nacida en un pueblo del monte de Oaxaca que se rige no por las leyes estatales, sino por usos y costumbres propios, Cruz reclam¨® en 2008 su derecho a votar y ser elegida presidenta municipal, pero ambos le fueron negados ¡°por ser mujer¡±. Ah¨ª empez¨® la batalla pol¨ªtica de quien en 2010 se convirti¨® en presidenta del Parlamento de Oaxaca ¡ªla primera mujer ind¨ªgena¡ª y hoy ocupa un esca?o en la C¨¢mara de Diputados. ¡°No quer¨ªa repetir la historia de mi madre, casarme y tener hijos siendo una ni?a¡±.

La protagonista del documental Las sufragistas, una cinta de Ana Cruz que narra a trav¨¦s de su historia la lucha de las mexicanas por el derecho al voto, reconoce que con el pretexto de esas ¡°leyes propias¡± se violan los derechos humanos de muchas mujeres: ¡°428 municipios de Oaxaca todav¨ªa se rigen por usos y costumbres, en casi 100 las mujeres no tienen derecho a participar en los procesos democr¨¢ticos, pero podemos cambiarlo. Los usos y costumbres son la lengua, la vestimenta¡­ no la violaci¨®n del desarrollo¡±.

Elegida por el Partido de Acci¨®n Nacional, que gobern¨® M¨¦xico entre 2000 y 2012, la diputada reconoce que defiende la libertad de conciencia dentro del PAN. ¡°Antes de estar con ellos toqu¨¦ muchas puertas, pero pocos partidos generan espacios para que tu voz se escuche¡±. Agradece la oportunidad que le dio Calder¨®n, pero reitera que intervenir en pol¨ªtica fue un paso que le oblig¨® a hacer renuncias. ¡°Desde la sociedad es m¨¢s f¨¢cil cuestionar, pero los cambios son m¨¢s lentos. Cuando est¨¢s dentro del sistema te vuelves parte de ¨¦l y aguantas cr¨ªticas. Muchas veces no est¨¢s de acuerdo con lo que se vota, te frustras, pero si no estuviera ah¨ª se har¨ªa menos por los derechos de los sectores vulnerables¡±.

Durante la charla, Cruz Mendoza se lleva varias veces sus manos al vientre. ¡°Quedan unos 10 d¨ªas para el parto¡±, as¨ª que, cada vez m¨¢s, las jornadas de Parlamento, reuniones y entrevistas se hacen cansadas, algo que admite sonriendo. ¡°Pero estar embarazada no significa estar enferma¡±, matiza. Cuando se le pregunta qu¨¦ M¨¦xico imagina para su primer hijo, no duda: ¡°Un pa¨ªs en el que todos quepamos, sin diferencias y con igualdad de oportunidades. Tal vez mis ojos no vean todo lo que yo sue?o, pero estoy aqu¨ª para abrir espacio a los que vengan, no por mi carrera¡±.

Pese a haber sufrido dos atentados y vivir en contradicci¨®n con la sociedad que le tocaba, nunca se ha considerado v¨ªctima. Se ve, eso s¨ª, m¨¢s discriminada por ind¨ªgena que por mujer. ¡°Aunque se dice que si eres ind¨ªgena, mujer y pobre, est¨¢s fregada¡±. La diputada reclama m¨¢s espacio para las personas de las comunidades en la C¨¢mara. ¡°Somos cinco diputados ind¨ªgenas de un total de 500 y en realidad representamos casi al 16% de la poblaci¨®n mexicana¡±. Cuando acaba la entrevista el batido de chocolate est¨¢ intacto. Lo pide para llevar porque decide que es hora de que el ni?o descanse. Son las siete de la tarde y lleva 11 horas trabajando.