¡°La evidencia cient¨ªfica se ha impuesto a los intereses pol¨ªticos¡±
Carlos Drews, responsable del programa de especies de WWF, le entreg¨® 1,5 millones de firmas a la primera ministra tailandesa pidi¨¦ndole que proh¨ªba el tr¨¢fico de marfil
Carlos Drews, responsable del programa de especies de WWF, una de las grandes ONG ecologistas del mundo, se muestra especialmente satisfecho por los compromisos adoptados por los 178 pa¨ªses integrantes de la Convenci¨®n de Comercio Internacional de Especies Protegidas (CITES por sus siglas en ingl¨¦s), clausurada el pasado jueves en Bangkok (Thailandia). Este bi¨®logo colombiano de 51 a?os, doctorado en la Universidad de Cambridge, no puso pegas en vestirse de superh¨¦roe en el acto inaugural y entregarle 1,5 millones de firmas a la primera ministra tailandesa pidi¨¦ndole que proh¨ªba el tr¨¢fico de marfil en sus dominios. Desde la habitaci¨®n de su hotel, hace balance telef¨®nico de una edici¨®n en la que ¡°la evidencia cient¨ªfica se ha impuesto a los intereses pol¨ªticos¡±.
Pregunta. ?Cu¨¢les han sido los grandes ¨¦xitos de esta edici¨®n de CITES?
Respuesta. B¨¢sicamente tres. Primero se ha reconocido que el crimen de vida silvestre, el furtivismo y el tr¨¢fico ilegal a escala internacional, es un crimen serio, que va m¨¢s all¨¢ del problema de la conservaci¨®n de los animales y tiene repercusiones a nivel de seguridad nacional. La segunda menci¨®n se refiere a las pol¨ªticas de reducci¨®n de la demanda. Es importante, para cerrar estas cadenas de comercio ilegal, enviar mensajes a los consumidores para concienciarles del origen y la naturaleza ilegal del mismo. El marfil de rinoceronte, por ejemplo, es un art¨ªculo de lujo en Asia. La principal demanda est¨¢ en Vietnan, y este pa¨ªs ya tiene que emprender programas para que se reduzca esa demanda. El tercer punto es la conservaci¨®n marina. Se ha aceptado la inclusi¨®n en el ap¨¦ndice II (que establece cupos al tr¨¢fico internacional y supone un paso previo al peligro de extinci¨®n) de cinco especies de tiburones y dos de mantarrayas.
P. Por fin se ha entrado a atajar la sobrepesca
R. Es hist¨®rico porque estas especies tienen un alt¨ªsimo valor comercial en las pesquer¨ªas del mundo. Por primera vez, CITES se reconoce como un organismo que puede apoyar en la regulaci¨®n del comercio internacional de cara a que estos movimientos sean sostenibles y cuyos niveles de extracci¨®n garantizan que las poblaciones no van a continuar en declive, producto de esa sobreexplotaci¨®n. Se ha roto un paradigma en las negociaciones de los ¨²ltimos diez a?os, cuando se hab¨ªa presentado informaci¨®n cient¨ªfica muy similar, muy contundente, pero donde hab¨ªan primado intereses pol¨ªticos para frenar esta protecci¨®n.
Nunca antes se hab¨ªa abordado el tr¨¢fico de especies con tanta contundencia
P. Las maderas tambi¨¦n han obtenido sello de protecci¨®n
R. S¨ª, se han incluido en los ap¨¦ndices unas especies de maderas chinas sobre las que se controlar¨¢ el comercio. Esto tambi¨¦n fue por consenso, lo cual tambi¨¦n difiere con las dificil¨ªsimas negociaciones que hubo con respecto a la caoba en los ¨²ltimos 12 a?os.
P.?Qu¨¦ asuntos se han quedado truncados?
R. El ¨²nico que ha quedado un poco cojo es que deber¨ªa de haberse dejado constancia de sanciones para los pa¨ªses infractores del comercio internacional. La convenci¨®n ha previsto este mecanismo de sanciones. El primer d¨ªa se anunci¨®, con Guinea, por ejemplo, que se les prohib¨ªa el comercio de vida silvestre hasta que demostraran que su sistema de permisos est¨¢ ordenado. Hab¨ªan emitido una serie de permisos falsos para la exportaci¨®n de chimpanc¨¦s y eso es inaceptable. Tambi¨¦n hubi¨¦ramos querido que constara alguna referencia expresa al marfil, pero, en resumen, creo que esta edici¨®n de la convenci¨®n se puede considerar un ¨¦xito.
P. ?C¨®mo pondr¨¢ en marcha Tailandia la prohibici¨®n de comerciar con marfil?
R. La primera ministra anunci¨® que va a avanzar hacia modificaciones de la ley con la meta de cerrar el comercio de marfil en el pa¨ªs. Aqu¨ª se permite el comercio legal de marfil si proviene de elefantes dom¨¦sticos. Esto la ha convertido en la principal lavander¨ªa de marfil de origen africano, ya que se puede comprar en cualquier centro comercial sin ning¨²n problema. La persona que lo adquiere se convierte en un criminal al salir del pa¨ªs porque, bajo la CITES, no hay permiso para movimientos comerciales de marfil, en estos momentos. Tailandia, el pa¨ªs anfitri¨®n de esta cumbre, tiene hasta el 15 de mayo para preparar un plan de acci¨®n muy concreto, paso a paso, con la secretar¨ªa de CITES. Ser¨¢ estudiado y tendr¨¢ que someterse a evaluaci¨®n, y en junio del a?o que viene, en la reuni¨®n del comit¨¦ permanente de la CITES. Tambi¨¦n otros ocho pa¨ªses (China, Malasia, Filipinas, Kenia, Uganda, Tanzania y Vietnam) van a ser sometidos a un plan de acci¨®n similar como respuesta a ciertas debilidades en el control de los movimientos de tr¨¢fico de marfil. Es un ¨¦xito, dada la masacre que tenemos en este momento, de unos 30.000 anuales para satisfacer las necesidades de comercio en China y Tailandia.
El cambio clim¨¢tico es la principal amenaza de los osos polares
P.?Qu¨¦ mecanismos se han previsto para que se controle la pesca de los tiburones?
R. Para los tiburones, los pa¨ªses tendr¨¢n que hacer estudios para hacer un dictamen de extracci¨®n no perjudicial, esto quiere decir que la extracci¨®n es sostenible. Hasta que no se tengan esas cuotas nacionales, no se podr¨¢n exportar los tiburones. Creo que todo ese aparato va a tener que responder e implica una inversi¨®n de recursos importante de todos los pa¨ªses que comercian con tiburones, que son muchos: flotas europeas, latinoamericanas y tambi¨¦n asi¨¢ticas.
P. En la anterior edici¨®n, la protecci¨®n de los tiburones no avanz¨® por la negativa de Jap¨®n y China. ?Han superado ya las reticencias?
R. No, Jap¨®n y China se opusieron, pero la propuesta pas¨® porque hubo m¨¢s votos.
P. Espa?a tambi¨¦n est¨¢ afectada por esa protecci¨®n
R. S¨ª, el marrajo sardinero, que se captura en aguas espa?olas, tambi¨¦n se ha incluido en el ap¨¦ndice II.
P. ?Por qu¨¦ no ha prosperado la consideraci¨®n del oso polar como especie protegida?
R. Esa propuesta implica una moratoria mundial al comercio con osos polares o sus partes, pieles colmillos¡ La mayor¨ªa de las partes opt¨® por rechazarla. Nosotros nos unimos al an¨¢lisis que hizo la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza y Traffic, especializada en el comercio de vida silvestre, y que concluyen que el oso polar no cumple los requisitos cient¨ªficos estrictos para su inclusi¨®n en el ap¨¦ndice I, criterios como el declive poblacional, la reducci¨®n del rango de distribuci¨®n¡ La inclusi¨®n en el ap¨¦ndice I (y que los catalogar¨ªa como especie en peligro de extinci¨®n) no implica que se protejan m¨¢s osos polares. Lo ¨²nico que hace es que se proh¨ªba el comercio internacional. La cacer¨ªa de osos polares, por parte de las comunidades abor¨ªgenes Inuit responde a criterios de caza nacionales. Esa decisi¨®n no va a conllevar que mueran en m¨¢s osos. Eso tiene que quedarle claro al p¨²blico que no entiende la sofisticaci¨®n de todo esto y puede pensar que fue una decisi¨®n que va a perjudicar a los osos cuando realmente no es as¨ª. Para los Inuit la cacer¨ªa es un tema de subsistencia y est¨¢n procurando hacer el mejor manejo posible de estos recursos del ?rtico. Para nosotros la principal preocupaci¨®n es el cambio clim¨¢tico, que es la principal amenaza de estos animales. Hay que abordarlo en todo el planeta de cara a reducir las emisiones de Co2 y evitar una cat¨¢strofe m¨¢s adelante.
P. ?Ha notado una mayor concienciaci¨®n por parte los pa¨ªses de la CITES?
R. El hecho de que la mayor¨ªa haya tomado sus decisiones bas¨¢ndose en la mejor ciencia disponible, y en el hecho de que si las especies est¨¢n siendo explotadas hay que tomar medidas de control de comercio es una se?al muy positiva. Se est¨¢ avanzando hacia decisiones informadas y responsables. En el caso de la protecci¨®n de las mantasrrayas se obtuvo el 80% de los votos.
P. ?A qu¨¦ cree que se deben las actitudes menos proteccionistas: intereses comerciales, falta de informaci¨®n?
R. Cada uno sabr¨¢ c¨®mo eval¨²a las propuestas, qu¨¦ intereses juegan para votar en contra de las propuestas. Algunos casos est¨¢n convencidos de que no van a tener los recursos para instalar los mecanismos de control, en otros de los casos puede estar movido por
intereses comerciales, o porque se quiere que la cites no tenga nada que opinar en materia de regulaci¨®n pesquera como asunto de principio.
P. ?Puede poner un ejemplo de un pa¨ªs especialmente permisivo con el tr¨¢fico de especies?
R. El ejemplo m¨¢s concreto en este caso fue el de Guinea, por la emisi¨®n fraudulenta de los permisos. Nada es blanco o negro en la conservaci¨®n ambiental. Hay pa¨ªses que se destacan en aspectos, otros tienen debilidades. No nos pongamos ahora a hacer listas de pa¨ªses infractores sacados de la manda. Le hicimos una llamada de atenci¨®n a Tailandia, Rep¨²blica del Congo y Nigeria, por el comercio de marfil y tambi¨¦n a Vietnam, por la falta de controles y filtros, del problema que tienen con el comercio ilegal del cuerno de rinoceronte.
P. ?Es la protecci¨®n de especies una carrera de fondo?
R. S¨ª, se requiere un cambio de actitudes a muy largo plazo. La reducci¨®n de la demanda es algo largo, pero es un proceso que tiene que estar respaldado por los gobiernos. Esperamos que las autoridades lancen esas campa?as de concienciaci¨®n. Se puede lograr, un buen ejemplo fue el cambio de actitudes hacia el uso de abrigos de piel en Europa.
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