¡°A la danza en este pa¨ªs no se le da ninguna bola¡±
Sin ninguna tradici¨®n art¨ªstica familiar, le cost¨® algo convencer a su padre, abogado y empresario, de las excelencias de la carrera de actriz
Sin ninguna tradici¨®n art¨ªstica familiar, le cost¨® algo convencer a su padre, abogado y empresario, de las excelencias de esta carrera. Dej¨® su ciudad natal, San Sebasti¨¢n, y se plant¨® en Madrid con 17 a?os decidida a demostrar que a base de trabajo ella conseguir¨ªa sus sue?os. Ya lo ha hecho. Pero la ganadora del Goya por Celda 211 no es una mujer conformista. Tampoco se ha vuelto loca y se ha puesto a investigar en otros terrenos porque s¨ª. A sus 34 a?os, Marta Etura tiene un objetivo y lo defiende con ah¨ªnco: ¡°Soy actriz y todo lo que hago es para crecer como int¨¦rprete¡±. Y as¨ª, el jueves pasado se estren¨® como bailarina en un espect¨¢culo de danza, Return, que estar¨¢ en el Matadero de Madrid hasta el domingo, al mismo tiempo que se ha lanzado a la direcci¨®n teatral con Invierno en el barrio rojo, una intensa obra que se ha representado en Madrid durante cinco semanas y que ha llenado a diario con entusiastas aplausos finales.
Marta Etura, que ha llegado con hambre a este restaurante cercano a su domicilio, asegura que la coincidencia de estos nuevos retos en su carrera es pura casualidad, fruto tambi¨¦n de las dificultades del momento ¡ª¡°no quiero dejarme atrapar por el miedo¡±¡ª y la decisi¨®n por adaptarse a ellas. ¡°El dirigir teatro es un hecho fortuito que me pidi¨® un amigo. Me ha permitido mirar desde fuera el trabajo de los actores, con una dimensi¨®n total del espect¨¢culo, aunque a veces me he tenido que agarrar al asiento para no lanzarme a la escena. La danza es algo que he deseado desde siempre. Me siento libre bailando¡±.
Soy actriz y todo lo que hago es para crecer como int¨¦rprete
Habla con la misma pasi¨®n con la que come, mojando con pan las salsas que quedan en el plato y lamentando no poder acompa?arlo con una copita de vino ¡ª¡°tengo ensayo¡±, se disculpa¡ª. Return es un espect¨¢culo sobre la idealizaci¨®n del amor que comparte con su admirado Chevi Muraday, uno de sus maestros en la escuela de Cristina Rota en la que estudi¨® en Madrid. ¡°A la danza en este pa¨ªs no se le da ninguna bola, es un arte maltratado que no goza de apoyo institucional¡±. Por ello, agradece doblemente esta oportunidad de poder contar la historia c¨ªclica y compleja del amor, la de los altibajos en una relaci¨®n, esta vez a trav¨¦s del baile.
Vicepresidenta de la Academia de Cine desde hace dos a?os no oculta su alarma ante la cr¨ªtica generalizada al mundo del cine cuando alg¨²n actor se atreve a dar su opini¨®n. ¡°Como gremio no debemos de hacer pol¨ªtica, nosotros estamos para defender la cultura, apoyarla y cuidarla, otra cosa son las opiniones personales y particulares de actores y directores como ciudadanos que somos y de las que no hay que hacer responsable a todo el sector¡±.
Pendiente de estrenar dos filmes y de rodar un tercero a las ¨®rdenes del argentino Alejo Flah, Etura clama contra la falta de grandes personajes femeninos en el cine. ¡°Las mujeres est¨¢n muy lejos de ocupar el lugar que se merecen, tambi¨¦n en el cine. El ¨²nico que escribe personajes femeninos potentes es Almod¨®var. Yo no me puedo quejar, pero todav¨ªa no me he enfrentado a un personaje realmente potente¡±. Este lamento lo comparte con el dulce de postre. ¡°No puedo acabar sin dulce¡±. Como buena donostiarra.
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