El Constitucional exime a los menores de declarar ante el juez en casos de abusos

Los menores que hayan sido v¨ªctimas de abusos sexuales no est¨¢n obligados a declarar ante el juez que instruya el caso ni ante el magistrado o tribunal que, tras la investigaci¨®n, juzgue si efectivamente se ha cometido el delito. El Tribunal Constitucional ha denegado el amparo a un profesor de psicomotricidad por haber efectuado tocamientos a seis ni?as de entre cuatro y seis a?os durante las clases.

El abusador aleg¨® ante el alto tribunal que, durante su proceso, las v¨ªctimas de sus delitos solo explicaron su versi¨®n ante el Equipo Psicosocial del Juzgado, en una conversaci¨®n que fue grabada en v¨ªdeo. El condenado considera que debieron haberlo hecho tambi¨¦n ante el juez de instrucci¨®n que investig¨® el caso y el que redact¨® la sentencia, por lo que considera que se vulneraron sus derechos fundamentales a la tutela judicial efectiva y a la presunci¨®n de inocencia.

En su sentencia, el Constitucional admite que las manifestaciones incriminatorias de las menores accedieron al juicio ¡°a trav¨¦s de la audici¨®n y visualizaci¨®n de la grabaci¨®n de la exploraci¨®n¡±, realizada por el equipo psicosocial y, tambi¨¦n, de forma indirecta, a trav¨¦s de la declaraci¨®n de sus padres, profesoras y de la psic¨®loga y la trabajadora social encargadas de hacer el informe del caso.

Los magistrados recuerdan que en el derecho europeo, la forma tradicional de refutar las acusaciones ¡°es el interrogatorio personal del testigo¡±, de la v¨ªctima, pero asegura que, en este caso, esa posibilidad queda limitada por ¡°la menor edad¡± de las v¨ªctimas y ¡°la naturaleza del delito investigado¡±, los abusos sexuales. En esos casos, seg¨²n el tribunal, es posible admitir como prueba las acusaciones realizadas fuera del juicio siempre que se garantice el derecho de defensa del imputado.

Las v¨ªctimas de delitos sexuales, seg¨²n el tribunal, deben ser especialmente protegidas en estos procesos para evitar que tengan que rememorar y contar p¨²blicamente los detalles de su agresi¨®n en varias ocasiones durante la investigaci¨®n judicial y el juicio. Si los perjudicados, adem¨¢s, son menores, esta necesidad de protecci¨®n se acent¨²a.

Y la grabaci¨®n de la exploraci¨®n psicosocial de las ni?as era un m¨¦todo leg¨ªtimo, seg¨²n los magistrados. ¡°Dada la escasa edad de las menores, que no alcanzaba en ning¨²n caso los seis a?os, no solo resultaba adecuado para su debida protecci¨®n que la exploraci¨®n se llevara a cabo por expertos, sino tambi¨¦n lo era para fortalecer la fiabilidad de sus manifestaciones¡±, dice la sentencia. La entrevista con una psic¨®loga y una trabajadora social posibilita que ¡°se desarrollara de forma m¨¢s natural¡± que en la rigidez de un juicio.

La resoluci¨®n recuerda que la defensa del acusado tuvo acceso al contenido ¨ªntegro de las grabaciones durante la instrucci¨®n, y que, durante todo ese tiempo pudo cuestionarla. ¡°El demandante no lo consider¨® entonces necesario y adem¨¢s no propuso como prueba a practicar en el juicio oral la exploraci¨®n de las menores¡±, se?ala el tribunal, que considera que, por eso, no se produjo ¡°un d¨¦ficit de contradicci¨®n¡±.