Una mujer lleva al trono al arzobispo de Canterbury
Justin Welby abre las puertas a una reflexi¨®n personal sobre la homosexualidad

Justin Welby ha sido entronizado este jueves por la tarde como nuevo arzobispo de Canterbury. Por primera vez, una mujer tuvo un papel muy relevante en la ceremonia de entronizaci¨®n. La venerable Sheila Watson, archidi¨¢cono de Canterbury, le instal¨® en el trono diocesano de la catedral, simbolizando as¨ª su nombramiento como obispo de Canterbury, uno de los tres t¨ªtulos que le corresponden a Welby junto con el de arzobispo y cabeza de la Iglesia de Inglaterra y el de l¨ªder espiritual de la comuni¨®n anglicana en todo el mundo.
A la sobria ceremonia, celebrada en la catedral de Canterbury, asistieron 2.000 invitados, entre ellos el pr¨ªncipe Carlos, el primer ministro brit¨¢nico David Cameron y representantes de la comuni¨®n anglicana en el mundo y de otras confesiones religiosas.
El papel de la mujer en la Iglesia anglicana y en particular su acceso al obispado es uno de los asuntos que van a marcar el mandato de Welby, un antiguo ejecutivo del negocio del petr¨®leo que colg¨® el traje y la corbata para abrazar el sacerdocio en 1989 y que pens¨® que era una broma cuando le sugirieron que se presentara como candidato para arzobispo.
El debate sobre el papel de la mujer est¨¢ relativamente encaminado. Hace cuatro meses, el s¨ªnodo anglicano vot¨® por gran mayor¨ªa a favor del obispado femenino, pero la propuesta descarril¨® porque se qued¨® a un paso de obtener la mayor¨ªa necesaria en el colegio laico. Sacerdotes y obispos votaron abrumadoramente a favor en sus respectivos colegios, pero la normativa exige el apoyo de los tres colegios que forman el s¨ªnodo. Pero la llegada de las obispas parece ser solo una cuesti¨®n de tiempo m¨¢s que de fondo.
La cuesti¨®n que de verdad amenaza con dividir a los anglicanos en el mundo es la homosexualidad. El propio Welby se declar¨® hace 10 a?os abiertamente en contra de aceptar la homosexualidad. Y, aunque ha ido cambiando hacia posiciones de aceptaci¨®n de las leyes que reconocen a las parejas homosexuales, a¨²n ahora se declara opuesto al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Pero se declara dispuesto a reflexionar. Horas antes de la ceremonia de entronizaci¨®n, el nuevo arzobispo declar¨® a la BBC su disposici¨®n a reunirse en privado con Peter Tatchell, el m¨¢s conocido activista brit¨¢nico a favor de los derechos de gais y lesbianas. Respond¨ªa as¨ª de forma constructiva al reto que le hab¨ªa lanzado Tatchell en una carta abierta publicada por el semanario The New Statesman en la que este le echaba en cara a Welby que no aceptara para los homosexuales las leyes de igualdad que s¨ª defender¨ªa en la cuesti¨®n del racismo. El arzobispo mantiene una relaci¨®n de especial atracci¨®n hacia Nigeria en particular y ?frica en general.
¡°Dice usted que no es hom¨®fobo, pero una persona que se opone a la igualdad para gais y lesbianas es hom¨®fobo, de la misma manera que una persona que se opone a la igualdad de derechos para los negros es racista¡±, le reprocha. ¡°Gracias por su meditada carta. Plantea muchas reflexiones y las cuestiones que plantea son poderosas. Me gustar¨ªa explicarle lo que yo pienso y escucharle usted a cambio¡±, le ha respondido el arzobispo.
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