M¨¦xico: a falta de pan, refresco
La diabetes pas¨® de ser la novena causa de muerte en el pa¨ªs latinoamericano en 1980 a la segunda en 2010
En los ¨²ltimos seis a?os, en M¨¦xico la diabetes mat¨® a medio mill¨®n de personas. Siete veces m¨¢s que las 70.000 v¨ªctimas relacionadas con el crimen organizado. Las enfermedades relacionadas con el consumo de refrescos causan m¨¢s muertes en M¨¦xico que en ninguna otra parte del mundo, seg¨²n un estudio realizado por la Universidad de Harvard difundido ayer. Y en el pa¨ªs latinoamericano se bebe m¨¢s gaseosa que en cualquier otro sitio: 180 litros por persona al a?o, muy por encima del segundo lugar, Estados Unidos (118 litros). ?Por qu¨¦ tanto refresco? La principal respuesta: la falta de acceso al agua potable, seg¨²n explica Xiuh Tenorio, presidente honorario de la Fundaci¨®n M¨ªdete. ¡°Las cifras nos demuestran que el sobrepeso y la obesidad afecta principalmente a la poblaci¨®n de menores ingresos¡±, explica.
M¨¢s de 52 millones de mexicanos (el 46,5% del pa¨ªs) viven en situaci¨®n de pobreza, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Consejo Nacional de Evaluaci¨®n de la Pol¨ªtica de Desarrollo Social (Coneval). En M¨¦xico, siete de cada 10 personas y uno de cada tres ni?os sufren de sobrepeso. La falta de suministro de agua potable, particularmente en los Estados del sureste del pa¨ªs (como Guerrero, Oaxaca y Chiapas), obliga a muchas familias a sobrevivir gracias a la ¨²nica bebida que infaliblemente est¨¢ disponible: el refresco. Aun en los lugares m¨¢s rec¨®nditos, es posible hacerse de dos litros de gaseosa y unas bolsas de patatas. ¡°En las zonas rurales, programas como Oportunidades [que da una cantidad peri¨®dica de dinero a las familias de m¨¢s bajos recursos] no garantizan que los padres y los ni?os comer¨¢n mejor. No es f¨¢cil hallar frutas y verduras, pero s¨ª los productos de cualquier tiendita de una zona urbana de M¨¦xico¡±, explica Yuritzin Flores, directora de campa?as de Oxfam M¨¦xico. ¡°Es casi parte de la cultura del pa¨ªs. Es muy com¨²n entrar al comedor de cualquier casa y encontrar una botella de refresco en el centro de la mesa¡±. El consumo diario de 355 mililitros de refresco aumenta un 60% las posibilidades de obesidad. Beber un litro al d¨ªa incrementa el riesgo de padecer diabetes en un 25%.
Los malos h¨¢bitos alimenticios se han disparado en M¨¦xico en los ¨²ltimos 30 a?os, recuerda Tenorio. ¡°Vivimos en un ambiente que propicia y aumenta la obesidad. En muchos casos es imposible saber qu¨¦ estamos comiendo y las redes de distribuci¨®n de la industria alimentaria han permitido que la comida de bajo nivel nutritivo y muchas calor¨ªas lleguen a la mayor parte del pa¨ªs¡±, comenta. El ¨ªndice de mortalidad de diabetes mellitus 2 pas¨® de ser la novena causa de muerte en 1980 a la segunda en 2010. ¡°Los ¨ªndices de sobrepeso y obesidad en el pa¨ªs han alcanzado niveles alarmantes que, en el mediano plazo, causar¨¢n una emergencia sanitaria a la que el Estado dif¨ªcilmente podr¨¢ responder¡±, afirma Flores.
Una iniciativa de ley presentada en el Senado mexicano el a?o pasado buscaba gravar con un 20% de impuesto a las bebidas gaseosas -¡°como se hace con el alcohol y el tabaco¡±, apostilla Tenorio-, pero las propuestas han topado con pared bajo el argumento de que la tasa impedir¨ªa a millones de familias con de por s¨ª m¨ªnimos ingresos acceder a una de los pocos productos que pueden permitirse. El presidente honorario de la Fundaci¨®n M¨ªdete responde que las autoridades eluden el problema principal: ¡°El Gobierno deber¨ªa estar preocupado de que sus ciudadanos cuenten con agua potable antes de que si se pueden comprar un refresco¡±, zanja. Una familia mexicana en una zona urbana gasta, en promedio, entre mil y 1.200 pesos mexicanos en agua potable (entre 90 y 93 d¨®lares). M¨¢s del doble del salario m¨ªnimo, cerca de 1.900 pesos mensuales (unos 153 d¨®lares). El impuesto propuesto, de un 20%, garantizar¨ªa ingresos al Estado por unos 20 millones de pesos anuales, que en opini¨®n de Tenorio ¡°permitir¨ªa sentar el inicio de una red de agua potable que llegue a todo el pa¨ªs¡±.
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