Cardenal Juli¨¢n Ries, el antrop¨®logo que reivindic¨® a Teilhard de Chardin
Benedicto XVI le cre¨® cardenal con 91 a?os, cuando solo era sacerdote de la ciudad de Namur
En Tournai (B¨¦lgica) ha muerto a los 92 a?os el cardenal Julien Ries, el gran antrop¨®logo cristiano. Naci¨® en Arlon en 1920, se form¨® en la cat¨®lica Universidad de Lovaina y, pese a hacerse sacerdote, se dedic¨® a la investigaci¨®n cient¨ªfica casi por completo, hasta el punto de ser considerado el fundador de la antropolog¨ªa religiosa fundamental. Su prestigio le libr¨® muchas veces de la garra inquisitorial, por ejemplo, cuando alab¨® las investigaciones y la obra completa del jesuita franc¨¦s Pierre Teilhard de Chardin, proscrito por el Vaticano y al que Ries querr¨ªa rehabilitar a fondo. Teilhard, paleont¨®logo y fil¨®sofo de fama mundial, hab¨ªa aportado una muy original visi¨®n de la evoluci¨®n, equidistante en la pugna entre la ortodoxia religiosa y cient¨ªfica. Roma lo conden¨® al ostracismo, oblig¨® a los jesuitas a apartarlo de la docencia y a que dejara de publicar libros, aunque no lleg¨® a declararlo hereje.
El cardenal Ries cre¨ªa, sin embargo, que las teor¨ªas del pensador franc¨¦s no solo no deb¨ªan preocupar a la Iglesia romana, sino que han de ser asumidas y defendidas. Lo dijo hace un a?o en una entrevista concedida al peri¨®dico italiano ¡®Corriere della Sera¡¯. Preguntado sobre si Teilhard de Chardin ¡°sigue siendo preocupante para la Iglesia¡±, contest¨® con una exclamaci¨®n admirativa: ¡°?Al contrario, est¨¢ volviendo! Las investigaciones actuales sobre la evoluci¨®n demuestran la visi¨®n clara y previsora que ten¨ªa Teilhard. Se cometi¨® un error al marginarlo¡±.
Que las ideas de Ries y, sobre todo, su independencia de criterio, tanto personal como cient¨ªfico, gozan ahora del respeto necesario da cuenta el hecho, realmente poco frecuente, de que el ya papa em¨¦rito Benedicto XVI lo crease cardenal cuando ya hab¨ªa cumplido 91 a?os. Fue el 18 de febrero de 2012. Era en ese momento el sexto cardenal m¨¢s anciano. Ries, un sencillo sacerdote de la di¨®cesis de Namur, tambi¨¦n en B¨¦lgica, fue ordenado inmediatamente obispo, para llegar a Roma con esa dignidad eclesi¨¢stica antes de ser distinguido como Pr¨ªncipe de la Iglesia, que es como se considera a los cardenales.
No fue la primera vez que un pensador cat¨®lico era distinguido de esa manera, con un honor ajeno a la carrera (el 99% de los cardenales lo son tras una larga tarea pastoral como arzobispos de alguna archidi¨®cesis o como ministros de la Curia vaticana). Los antecedentes, en todo caso, son de gran relevancia, entre otros, los te¨®logos Yves Congar y Hans Urs von Balthasar. Congar, el dominico franc¨¦s castigado severamente por el Vaticano a mediados del siglo pasado, fue hecho cardenal por Juan Pablo II en 1994, a los 90 a?os, un a?o antes de morir. Von Balthasar, suizo, ten¨ªa 85 a?os cuando recibi¨® la noticia de que el papa le hac¨ªa cardenal, el 26 de junio de 1988. Muri¨® dos d¨ªas antes de la ceremonia de consagraci¨®n. En cambio, otro de los grandes intelectuales cristianos del siglo y principal te¨®logo del Concilio Vaticano II, el alem¨¢n Karl Rahner, muri¨® sin esa distinci¨®n pontifical.
Volvamos a Ries, fallecido el pasado 23 de febrero tras una larga enfermedad. ?Qu¨¦ solemniz¨® Benedicto XVI cuando decidi¨®, con gran sorpresa, distinguirlo con el t¨ªtulo de Pr¨ªncipe de la Iglesia? ¡°Con Ries, la antropolog¨ªa cristiana adquiri¨® respetabilidad como disciplina cient¨ªfica y tambi¨¦n independencia, aunque la categor¨ªa de homo religiosus (introducida por el fallecido cardenal) hubiera desatado las cr¨ªticas de algunos historiadores e incluso de ¨¢mbitos eclesi¨¢sticos. Hoy, en cambio, la Historia de las Religiones puede presentarse como una ciencia hermana¡±, dijo en su obituario la Universidad de Lovaina, en la que el fallecido fue muchos a?os profesor.
La obra del cardenal Ries, que se publica ahora en B¨¦lgica en una edici¨®n completa, es un combate cient¨ªfico muy serio (considerado as¨ª incluso por sus contrarios) contra ?o sobre? las corrientes antropol¨®gicas mayoritarias, materialistas, sobre todo a partir de Durkheim y de L¨¦vi-Strauss, y m¨¢s cerca del gran Mirc¨¦a Eliade.
Seg¨²n la investigaci¨®n del 'homo religiosus' de Ries, sobre todo en el libro ¡®S¨ªmbolo, mito et rito. Constantes de lo sagrado¡¯, existe una ra¨ªz cultural com¨²n al g¨¦nero humano. Escribi¨®: "Todas las culturas del mundo son creaciones cuyas ra¨ªces se encuentran en la imaginaci¨®n simb¨®lica. La creatividad del esp¨ªritu humano (art¨ªstica, po¨¦tica, literaria, arquitect¨®nica) se basa en esta funci¨®n 'biol¨®gica' del s¨ªmbolo. Esa ra¨ªz cultural com¨²n re¨²ne a todos los seres humanos en la b¨²squeda de una trascendencia, de un Otro con quien construir una alianza¡±. En palabras de L¡¯Osservatore Romano, que le dedic¨® un largo obituario, ¡°Ries confirm¨® as¨ª la tensi¨®n hacia lo divino que anima radicalmente a cada ser humano, impulsado a la b¨²squeda de trascendencia y a la creatividad art¨ªstica¡±.
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