¡°Don¨¦ sangre para comer¡±
Jose y su pareja han pasado de tener dos comercios en Albacete a comer gracias a C¨¢ritas y Cruz Roja
Hace dos a?os, Jos¨¦ Blanco, de 27 a?os, ten¨ªa una cristaler¨ªa en Albacete. Su pareja, de 32, una papeler¨ªa. Todo iba bien. Ahora, esta familia formada por los dos y el hijo de ella, de seis a?os, se alimenta de la comida que les entregan C¨¢ritas el ¨²ltimo jueves de mes y Cruz Roja cada d¨ªa 15.
Jos¨¦ se ha propuesto no dejarse arrastrar por la situaci¨®n. Y, por encima de todo, blindar al peque?o. El des¨¢nimo se lo guarda para ¨¦l. Lo combate por las noches con lorazepam (un sedante) y por las ma?anas con escitalopram (un antidepresivo). ¡°Me lo iban a quitar en enero pero al bajarme la dosis una ma?ana no pude levantarme, el des¨¢nimo era total¡±. Su pareja, que est¨¢ embarazada, tambi¨¦n necesita antidepresivos (toma Adof¨¦n).
A ella apenas le apetece hablar. Ni que se la identifique o se la reconozca en la fotograf¨ªa que acompa?a este art¨ªculo. ¡°Si te digo que estoy bien te miento¡±, musita desde un extremo del sof¨¢ del comedor de su casa ¡ªde la que tienen un procedimiento de desahucio en marcha y que en breve dejar¨¢n por otra m¨¢s barata¡ª. ¡°Con lo bien que nos iba y vernos as¨ª... Lo llevo mal¡±. Desde el otro extremo del sof¨¢ Jos¨¦ no se guarda un detalle. ¡°?Por qu¨¦ tendr¨ªa que negarme a contar lo que nos pasa? Esto no es ning¨²n pecado, y seguro que hay miles de personas en mi situaci¨®n¡±. Y narra an¨¦cdotas como cuando acudi¨® a donar sangre para comer un bocadillo cuando acompa?¨® a su pareja a Murcia, donde permaneci¨® ingresada una semana para someterse a un control por los desfallecimientos repentinos que sufre. ¡°A los tres d¨ªas sin apenas comer, no me ten¨ªa en pie¡±.
Jos¨¦ y su compa?era se conoc¨ªan del pueblo, Beas de Segura (Ja¨¦n). En 2010 dieron un cambio a su vida y eligieron Albacete para este proyecto en com¨²n. ?l abri¨® un almac¨¦n de distribuci¨®n de cristales. Ella, una papeler¨ªa. Lo que se present¨® como su mejor pedido ¡ª¡°me daba trabajo para todo el a?o¡±¡ª fue una trampa de la que no pudo salir. Fue un encargo de 37.000 euros que nunca le pagaron y que le atrap¨®. Demasiado dinero para dos negocios que acababan de arrancar. ¡°Entonces empec¨¦ a ver que ten¨ªa un problema¡±, explica. Aguant¨® hasta finales de 2011. Reuni¨® a los proveedores y les dijo que no pod¨ªa pagarles. Cerr¨®. Le embargaron por las deudas de las cuotas de la Seguridad Social de su empleado. Su cotizaci¨®n de aut¨®nomo no inclu¨ªa paro, por lo que ninguno ha percibido prestaci¨®n. Sin ayuda familiar y sin empleo ¡ª¡°me he llegado a ofrecer como carpintero por 300 euros¡±¡ª, su situaci¨®n era cada vez m¨¢s ag¨®nica. ¡°Lo pasamos muy mal¡±. En septiembre de 2012 se dieron de bruces con la realidad. ¡°No ten¨ªamos leche para el ni?o¡±, comenta. Entonces se acercaron a los servicios sociales municipales. ¡°Verte en esta situaci¨®n es muy duro¡±, explica. Le remitieron a C¨¢ritas. ¡°A la cola de la iglesia a por comida voy yo, a la vista de los vecinos. Lo que sea para que no le falte nada al ni?o¡±.
Jos¨¦ est¨¢ ilusionado con un negocio que le puede salir con ayuda de C¨¢ritas. Su otra esperanza es que Pepa, la responsable de su oficina de empleo, le d¨¦ la noticia que lleva meses aguardando: ¡°Jos¨¦, tengo un trabajo para ti¡±.
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