¡°El 70% del universo hab¨ªa pasado desapercibido hasta ahora¡±

¡°?Qu¨¦ hemos podido hacer mal para obtener una conclusi¨®n tan est¨²pida?¡±. Seg¨²n cuenta el astr¨®nomo australiano Brian Schmidt, esto fue lo que se pregunt¨® cuando descubri¨®, con su equipo, lo que se ha convertido en un hallazgo sobre el universo tan importante que, dicen muchos, nada es igual desde entonces. Fue en 1998. El hallazgo es la energ¨ªa oscura del cosmos y lo que desvelaron Schmidt, con su grupo, en Australia, y Saul Perlmutter con el suyo, en Estados Unidos, es que la expansi¨®n del universo que empez¨® con la gran explosi¨®n inicial, lejos de estarse frenando, como cabr¨ªa esperar, est¨¢ aceler¨¢ndose. Y la mejor explicaci¨®n de ese inesperado fen¨®meno es la energ¨ªa oscura. Ahora se sabe que esa energ¨ªa oscura supone casi el 70% de todo lo que existe, mientras que la materia conocida no supone m¨¢s que el 5% y el resto es la tambi¨¦n misteriosa, aunque quiz¨¢s no tanto, materia oscura. Por eso se asombra Schmidt: ¡°El 70% del universo hab¨ªa pasado desapercibido hasta hace poco¡±. Y la respuesta es posible que la diera Albert Einstein, con mucha anticipaci¨®n, hace casi un siglo.

El cient¨ªfico australiano, que recibi¨® el premio Nobel de F¨ªsica, en 2011, por el gran descubrimiento, junto a Perlmutter y a Adam Riess, imparte hoy una charla de divulgaci¨®n, en Madrid, en la Fundaci¨®n BBVA, sobre la energ¨ªa oscura.

Schmidt cuenta que la investigaci¨®n que le llev¨® al gran hallazgo pretend¨ªa medir la expansi¨®n del universo cuando era mucho m¨¢s joven que ahora (tiene 13.800 millones de a?os). Las galaxias est¨¢n alej¨¢ndose unas de otras (ya que el espacio tiempo se estira a ra¨ªz de la gran explosi¨®n inicial) y se trataba en aquel trabajo de observaci¨®n astron¨®mica era medir esa expansi¨®n hace mucho tiempo. La idea, explica, era que, debido a la atracci¨®n gravitatoria de la materia, el cosmos estar¨ªa ahora fren¨¢ndose. ¡°La gran sorpresa fue comprobar todo lo contrario, es decir, que el universo se expand¨ªa m¨¢s despacio en el pasado¡±. Los datos del equipo competidor, el de Perlmutter, mostraban el mismo efecto, as¨ª que los dos grupos cient¨ªficos independientes presentaron los inesperados resultados y los cosm¨®logos no tuvieron m¨¢s remedio que ponerse a buscar una explicaci¨®n.

¡°Se han propuesto ya m¨¢s de 5.000 maneras de explicarlo¡±, se?ala Schmidt, pero la que mejor se ajusta a las observaciones es la de la llamada constante cosmol¨®gica propuesta por Einstein en 1917. Einstein introdujo esa constante en sus ecuaciones para parar el universo, ya que sus ecuaciones daban como resultado un cosmos din¨¢mico en lugar de est¨¢tico, como se pensaba entonces que ser¨ªa. ¡°Hay que tener en cuenta que en 1917 no se hab¨ªa descubierto la expansi¨®n del cosmos¡±, apunta Schmidt. Y esa constante cosmol¨®gica act¨²a como una presi¨®n negativa que contrarresta la atracci¨®n gravitatoria de la materia, de las galaxias, de manera que estas se separan cada vez m¨¢s r¨¢pido. Es la aceleraci¨®n de la expansi¨®n del universo.

Cuando Edwin Hubble descubri¨®, en 1929, que las galaxias est¨¢n alej¨¢ndose unas de otras y que cuando m¨¢s lejos est¨¢n m¨¢s r¨¢pido se alejan, Einstein retir¨® su ya innecesario mecanismo de frenado del universo de sus ecuaciones. ¡°La constante cosmol¨®gica, que Einstein denomin¨® su mayor error, podr¨ªa ser mi mayor descubrimiento¡±, dice Schmidt.

De la aceleraci¨®n de la expansi¨®n c¨®smica hay cada vez m¨¢s datos y los f¨ªsicos te¨®ricos tratan de explicarla, por un lado, mientras los astr¨®nomos hacer m¨¢s observaciones del cielo buscando nuevos datos que ayuden a determinar si ¡°el mayor error de Einstein¡± resulta ser la respuesta correcta o no. Schmidt, tras el Nobel, sigue investigando en esta cuesti¨®n cient¨ªfica fascinante como astr¨®nomo que es. Trabaja en el observatorio del Monte Stromlo de la Universidad Nacional Australiana. El cient¨ªfico cree que se llegar¨¢ a explicar la energ¨ªa oscura, ¡°en el plazo de mi vida¡±. Respecto a la materia oscura, ese 25% de la composici¨®n del universo que no emite y ni absorbe luz (por tanto no se ve, pero se aprecia su existencia por su efecto gravitatorio), Schmidt considera que la respuesta no debe andar muy lejos.