El cuerpo como bandera feminista
El movimiento Femen ha vuelto a popularizar el toples como arma de protesta Luchan contra el comercio sexual, la religi¨®n y las dictaduras
La ventaja comparativa de este art¨ªculo con respecto a otros es que, probablemente, las fotos de sus protagonistas prendan la m¨¢xima atenci¨®n de los lectores. El reclamo del cuerpo de la mujer, sobre todo si este es joven y bello, suele resultar infalible. ?Cu¨¢ntos de esos lectores, sin embargo, se parar¨¢n lo suficiente para profundizar acerca de lo que pretenden estas activistas? ?Qu¨¦ las anima a jugarse su integridad f¨ªsica o terminar en la c¨¢rcel luciendo su torso desnudo?
Las activistas de Femen, movimiento nacido en Ucrania, no siempre protestaron de manera tan llamativa. De hecho, empezaron abrazando los m¨¦todos tradicionales del feminismo: miles de mujeres protestando en las calles contra el comercio del sexo y la explotaci¨®n a la que este somete a tantas f¨¦minas en los pa¨ªses del Este europeo, zona habitualmente calificada como un inmenso burdel. Sus acciones pasaban pr¨¢cticamente desapercibidas hasta que un d¨ªa, en el a?o 2010, cinco de ellas decidieron protestar en toples contra el candidato ucraniano Victor Yanuk¨®vich. El impacto medi¨¢tico fue espectacular, de modo que decidieron seguir la senda hallada: su cuerpo como arma de lucha, como bandera. Desde entonces siempre protestan en toples con pintadas en su torso y una corona de flores que les otorga un cierto aire hippy.
La repercusi¨®n lograda en cada acci¨®n las reafirma en el m¨¦todo elegido. Cuando se le pregunta a una de sus fundadoras, Alexandra Shevchenko, asegura que no le preocupa que su estrategia sea criticada o que se le acuse de utilizar el estereotipo m¨¢s cl¨¢sico (el cuerpo femenino) o de que tan llamativo reclamo acabe ocultando el mensaje que Femen quiere difundir. ¡°Me preocupa m¨¢s la ausencia de impacto, que las protestas de las mujeres no tengan ninguna repercusi¨®n¡±, explica por tel¨¦fono desde Berl¨ªn esta joven activista de 24 a?os que ya ha acabado los estudios y est¨¢ dedicada por entero a Femen en Alemania. ¡°Es mi misi¨®n¡±, proclama.
Femen lucha contra la industria del sexo porque no cree veros¨ªmil que ninguna prostituta ejerza tal oficio de manera voluntaria. Tambi¨¦n lucha contra todas las religiones y contra todo dictador. Alexandra logr¨® el pasado d¨ªa 8 romper el cord¨®n de seguridad y colocarse entre la canciller alemana Angela Merkel y el presidente ruso Vlad¨ªmir Putin en la feria del autom¨®vil de Hannover. En el torso desnudo, Alexandra Shevchenko luc¨ªa una leyenda: ¡°Que se joda el dictador¡±. Fue una experiencia emocionante, pero ahora que tiene que volver a Ucrania, su pa¨ªs, para renovar la visa teme ser arrestada por ello.
Bajo las coronas de flores de estas activistas no hay chicas reivindicando el amor. Les gusta transgredir y juguetear con los s¨ªmbolos. Basta echar un vistazo a su p¨¢gina web (www.femen.org) para conocer en mayor profundidad su aut¨¦ntica identidad. Una de las im¨¢genes m¨¢s impactantes es el montaje fotogr¨¢fico de una bella joven en toples con corona de flores y alas. Poniendo un poco m¨¢s de atenci¨®n en la imagen, una cae en la cuenta enseguida de que las alas son, en realidad, grandes y largas cuchillas de motosierra. Hay en general, en todas sus acciones, una actitud pac¨ªfica no exenta, sin embargo, de agresividad.
El peri¨®dico brit¨¢nico The Guardian ha dedicado amplios espacios a Femen. La periodista Kira Cochrane visit¨® a mediados de marzo el cuartel general de Femen en Par¨ªs, donde tambi¨¦n han llegado sus tent¨¢culos, y pudo observar en directo el duro entrenamiento al que se someten estas j¨®venes activistas que deben estar en forma para sus acciones, saber captar la imagen deseada para la prensa, no sonre¨ªr nunca¡ Porque ellas son soldados, gente disciplinada dispuesta a cumplir su misi¨®n.
La repercusi¨®n que logran sus protestas les reafirma en el m¨¦todo elegido
La l¨ªder del movimiento en Par¨ªs es Inna Shevchenko (no es hermana de Alexandra a pesar de compartir el mismo apellido), que tuvo que dejar su trabajo en Kiev y ha vivido momentos de gran peligro, como aquel en el que la metieron en un furg¨®n y la llevaron al bosque. Crey¨® que ser¨ªa violada y asesinada. Al final, solo la obligaron a mantenerse inm¨®vil, maniatada y desnuda durante siete horas en el bosque y la dejaron tirada en la nieve a la espera de que alguien la encontrara. Eso reforz¨® sus convicciones.
Tres a?os despu¨¦s de su primera protesta en toples, Femen, que tiene una estrecha relaci¨®n con el grupo feminista ruso Pussy Riot, muy perseguido tras realizar una performance en una iglesia ortodoxa, se ha extendido ya a varios pa¨ªses. Est¨¢ en Alemania y Francia, pero tambi¨¦n en Suiza, Holanda, Polonia, Suecia, Brasil, Canad¨¢, Estados Unidos e Italia. No tienen planes de establecerse en Espa?a, donde, asegura Alexandra Shevchenko, est¨¢n logrando un gran impacto. Y, sin embargo, no son muchas. Entre 200 y 300 activistas en total. Eso s¨ª, muy eficaces. Basta con que cuatro o cinco de ellas participen en una acci¨®n para lograr una repercusi¨®n medi¨¢tica sin parang¨®n en el movimiento feminista.
En el feminismo cl¨¢sico, sin embargo, no hay unanimidad sobre ellas. Algunas deploran sus m¨¦todos. Otras lo saludan como aire fresco. Son pol¨¦micas, en definitiva. Por eso han dado que hablar tambi¨¦n en los art¨ªculos de fondo. A mediados del pasado a?o, tras las acciones de protesta de Femen contra el Mundial de F¨²tbol que, en Ucrania, promet¨ªa a los seguidores sexo barato, la escritora francesa Nicole Muchnik sali¨® en su defensa en este peri¨®dico. En un art¨ªculo titulado Provocaci¨®n sexual contra la explotaci¨®n sexual, Muchnik contaba los motivos y los riesgos que asumen los miembros de la organizaci¨®n. La escritora y fil¨®sofa feminista Beatriz Gimeno ha publicado recientemente en su blog una defensa de Femen en la que trata de explicar su origen: ¡°Las feministas de Femen sufren formas brutalmente patriarcales que nosotras creemos en ocasiones haber superado¡±.
Las activistas se preparan como soldados para cumplir su misi¨®n
La diputada de IU Ascensi¨®n de las Heras no considera que este sea un movimiento realmente original porque la transgresi¨®n es un m¨¦todo ampliamente utilizado tambi¨¦n por el feminismo, pero lo considera positivo.
En cambio, son muchas las que tienen serias dudas respecto a la estrategia utilizada. Teresa Nevado, presidenta del Forum de Pol¨ªtica Feminista de Madrid, por ejemplo, es una de ellas. ¡°Quiz¨¢ lo que pretendan es llamar la atenci¨®n primero y luego colocar el mensaje¡±, reflexiona. Carmen Plaza, directora general de Igualdad de Oportunidades, es otra. ¡°El uso instrumental que hace este movimiento del cuerpo femenino parece incurrir en contradicci¨®n con algunos de sus propios postulados¡±, explica. Carmen Lago y Roc¨ªo Nieto, ambas implicadas en la lucha contra la trata de mujeres, no creen que este sea el camino de acabar con un negocio tan lucrativo y obsceno que esclaviza a las mujeres. Lago es la m¨¢s directa: ¡°No todo vale en este mundo. No entiendo que las mujeres tengamos que ponernos siempre en pelotas. Se han conseguido muchas cosas sin recurrir a ello¡±, protesta.
Esta semana pasada, la Comisi¨®n Europea public¨® un exhaustivo informe sobre el tr¨¢fico de seres humanos en Europa, que va en aumento (un 18% m¨¢s entre 2008 y 2010). La mayor¨ªa de las v¨ªctimas (23.623 solo en Europa) son mujeres y ni?as (el 80%). Las mafias que las explotan son de una violencia extrema y rara vez se consigue ponerles coto. Alexandra Shevchenko es una chica joven y guapa y parece llevar impregnado el miedo en el cuerpo. ¡°Anoche mismo, aqu¨ª en Berl¨ªn¡±, contaba el viernes pasado, ¡°tuve que echar a correr porque un hombre me persegu¨ªa desde el tren en la estaci¨®n cuando volv¨ªa a casa. Eso demuestra que aqu¨ª en Europa, en cualquier sitio, pasan estas cosas. Pas¨¦ tanto miedo¡¡±.
¡°No s¨¦ por qu¨¦ debemos ponernos en pelotas¡±, critica una activista
Frente al activismo cl¨¢sico, las mujeres de Femen creen estar rompiendo con la mala fama del feminismo, tradicionalmente ridiculizado por el machismo. Como explicaba en Hoy.es la propia Alexandra Shevchenko, ellas han demostrado que en el feminismo no hay solo, como se pretende, lesbianas y feas que solo desean castrar a los hombres.
De Ucrania a los pa¨ªses ¨¢rabes
No parece la misma mujer. Amina Tyler, una tunecina de diecinueve a?os, tuvo la osad¨ªa de colgar en Facebook el pasado d¨ªa 1 de marzo una foto suya con el torso desnudo. Aparec¨ªa maquillada, fumando y con una leyenda en ¨¢rabe en su pecho: ¡°Mi cuerpo me pertenece y no representa el honor de nadie¡±. La semana pasada, hablando a trav¨¦s de Skype con la activista de Femen Inna Shevchenko, parece una ni?a t¨ªmida y asustada tras el calvario sufrido.
A los pocos d¨ªas de exhibir su atrevida foto cuenta que charlaba con unos amigos en una cafeter¨ªa del centro de T¨²nez cuando un primo suyo y su padre la sorprendieron agarr¨¢ndola con fuerza y llev¨¢ndosela a casa. Su secuestro movi¨® a las activistas de Femen a emprender una campa?a para exigir informaci¨®n acerca de Amina Tyler.
La joven escap¨® del encierro el 15 de abril y ha contactado desde su escondite con Femen. Dice que pas¨® varias semanas en casa de su t¨ªa, privada de su m¨®vil y de comunicaci¨®n con el mundo exterior, golpeada, aturdida por los medicamentos que le daban para que estuviera tranquila y obligada a estudiar el Cor¨¢n y escuchar a un im¨¢n durante varias horas al d¨ªa. Hasta que huy¨®.
Su madre ha declarado a la agencia France Presse temer por su hija porque lleva seis a?os en tratamiento psiqui¨¢trico. Es la explicaci¨®n ¡ªla peor y m¨¢s tradicional para desactivar al que se sale de la norma¡ª que siempre ha dado la familia: que est¨¢ loca. "No es ella la que est¨¢ loca", replicaba en un art¨ªculo publicado en el rotativo argelino El Watan el pasado 29 de marzo la abogada y escritora feminista argelina Wassyla Tamzali, autora del libro El burka como excusa. "Es la sociedad la que est¨¢ loca".
El mensaje de Femen est¨¢ calando con especial fuerza en los pa¨ªses que han vivido la primavera ¨¢rabe, donde las mujeres ven retroceder sus derechos. All¨¢ donde avanza el fundamentalismo, all¨¢ donde se extiende el velo integral como un deber religioso inexcusable, est¨¢ penetrando con mayor nitidez el mensaje transgresor y liberador de las mujeres que reivindican su cuerpo como algo propio. Tamzali aplaude el movimiento de Femen sin ning¨²n tipo de paliativos. "La suya es una acci¨®n inteligente y valiente, sobre todo en los pa¨ªses ¨¢rabes donde se ha llevado a las mujeres a situaciones de gran peligro", dice por tel¨¦fono desde Argel. Cree que las acciones de Femen han coincidido con movimientos similares en Egipto, en T¨²nez o en su propio pa¨ªs. "Asusta ver a una mujer con burka", dice. "Y es triste saber que ha hecho falta llegar a esto, a este extremismo, para que la gente comience a reaccionar. Todas las formas de feminismo son interesantes, importantes y complementarias y para m¨ª es m¨¢s violento, pornogr¨¢fico y contranatura velar a una ni?a de tres a?os que todas las acciones que pueda realizar Femen. Son los islamistas los que ejercen la violencia mientras que las chicas de Femen se limitan a mostrar a la mujer tal como es".
La abogada de Amina Tyler le ha recomendado que abandone T¨²nez. Puede ser condenada a seis meses por esc¨¢ndalo p¨²blico. Ella est¨¢ dispuesta a irse. Pero antes, ha dicho, har¨¢ otra protesta. En toples.
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