¡°Lo que Einstein llam¨® su mayor error, ser¨ªa mi mayor hallazgo¡±

¡°La constante cosmol¨®gica, que Einstein llam¨® su mayor error, podr¨ªa ser mi mayor descubrimiento¡±. Poqu¨ªsimas personas pueden permitirse el lujo de decir algo as¨ª. El astr¨®nomo australiano Brian Schmidt s¨ª puede, y lo dice en condicional, pero ya le han dado el premio Nobel de F¨ªsica por ese descubrimiento que hizo con 31 a?os y la tesis doctoral reciente. Todo empez¨®, recuerda ahora, con unas observaciones de galaxias cuyos resultados eran tan locos que, cuando los vio, se pregunt¨®: ¡°?Qu¨¦ hemos hecho mal?¡±. Temi¨® incluso que aquello fuera el final de su carrera de cient¨ªfico casi reci¨¦n estrenada. Repas¨® todo de nuevo durante semanas con su equipo, una veintena de personas, y segu¨ªa saliendo lo mismo: la expansi¨®n del universo, en lugar de estar fren¨¢ndose, estaba aceler¨¢ndose. Pero dec¨ªan lo mismo los resultados id¨¦nticos del equipo competidor estadounidense, de Saul Perlmutter y Adam Riess (que compartieron el Nobel con Schmidt). ¡°Entonces me di cuenta de que iba a ser algo grande¡±, recuerda el cient¨ªfico de la Universidad Nacional Australiana. Aunque muchos cient¨ªficos, reconoce, recibieron la noticia con incredulidad. ¡°Es que la ciencia es conservadora: estamos siempre poniendo a prueba nuestras ideas, pero cuando una pone todo patas arriba, somos esc¨¦pticos¡±, dice Schmidt, que esta semana ha dado una conferencia en Madrid, en la Fundaci¨®n BBVA.

¡°Tal vez el universo sea muy solitario en el futuro, sin galaxias¡±

??Y Einstein qu¨¦ pinta en todo esto? La historia de la aceleraci¨®n del universo, o de la energ¨ªa oscura, como se conoce, es fascinante de principio a fin, y nadie sabe cuando se aclarar¨¢ el misterio. Pero una idea del sabio alem¨¢n, de 1917, que ¨¦l mismo consider¨® su ¡°mayor error¡±, puede ser la explicaci¨®n del asombroso descubrimiento de 1998.

Para entenderlo es mejor seguir las explicaciones de Schmidt. ¡°Lo que nosotros hicimos fue observar estrellas que explotan, llamada supernovas, y utilizarlas para medir, por su brillo aparente, distancias en el universo¡±. Se trataba, explica, de aprovechar las ¨²ltimas tecnolog¨ªas en astronom¨ªa con los telescopios m¨¢s grandes para medir con precisi¨®n ¡°cu¨¢nto se estira el universo¡±, es decir, la llamada constante de Hubble. Fue el astr¨®nomo estadounidense Edwin Hubble quien descubri¨®, en 1929, que las galaxias est¨¢n separ¨¢ndose unas de otras y que cuanto m¨¢s lejos est¨¢n del observador, mayor es la velocidad aparente a la que se alejan de ¨¦l. As¨ª naci¨® la teor¨ªa del Big Bang, que describe esa huida masiva general de las galaxias a partir de una gran explosi¨®n inicial. Einstein no lo esperaba. Cre¨ªa, como todos los cient¨ªficos entonces, que el universo era est¨¢tico y, como sus ecuaciones de la relatividad le daban un cosmos que colapsar¨ªa sobre s¨ª mismo, hab¨ªa introducido la constante cosmol¨®gica para frenarlo. Cuando Hubble constat¨® que el universo estaba en expansi¨®n, ya no hac¨ªa falta en las ecuaciones de Einstein ese aparente artificio, que es ¡°una energ¨ªa del espacio¡±, se?ala Schmidt. Y resulta que ahora es la mejor teor¨ªa que los f¨ªsicos tienen para explicar su gran descubrimiento.

¡°La web y el wifi nacieron de la investigaci¨®n fundamental¡±

¡°Esa energ¨ªa del espacio es una presi¨®n negativa, y eso la gente lo entiende porque, si cojo el pist¨®n de un motor y lo oprimo, el aire que tiene dentro presiona en contra, hacia fuera¡±, dice el australiano. En el universo dice, el efecto de apretar el pist¨®n es la atracci¨®n gravitatoria de la materia, que har¨ªa que el universo se frenase y la presi¨®n hacia fuera es la energ¨ªa oscura. Cuando esta energ¨ªa domina el cosmos, cada vez m¨¢s grande, su efecto contrarresta al de la atracci¨®n y en lugar de frenarse se acelera. Pero atenci¨®n, ¡°esta energ¨ªa es el espacio mismo y est¨¢ en todas partes, esta en usted, en la galaxia... lo que pasa es que aqu¨ª su proporci¨®n es insignificante y no se nota¡±.

?As¨ª que Einstein Ten¨ªa raz¨®n incluso cuando crey¨® equivocarse? ¡°Hay muchas explicaciones alternativas, miles de ellas, para la aceleraci¨®n de la expansi¨®n que observamos, pero su constante cosmol¨®gica es la que mejor, y la m¨¢s simple¡±, responde Schmidt. El misterio sigue abierto.

¡°Ahora sabemos que el universo est¨¢ hecho de energ¨ªa oscura (casi un 70%), materia oscura (25%) y ¨¢tomos corrientes (5%). ?El 70% hab¨ªa pasado desapercibido¡±, se asombra Schmidt.

¡°Si el cosmos pierde informaci¨®n en su evoluci¨®n no podr¨¢ comprenderse¡±

?Entonces, saben los cient¨ªficos m¨¢s o menos del universo? ¡°Estamos en aquello de lo conocido, lo que conocemos que desconocemos y lo que desconocemos que desconocemos. As¨ª que hemos pasado de lo tercero a lo segundo, pero ah¨ª est¨¢ la belleza de la ciencia¡±. Y m¨¢s inc¨®gnitas que se abren: ¡°Con la aceleraci¨®n, si el universo se expande cada vez m¨¢s deprisa, las galaxias se separar¨¢n tanto unas de otras y tan r¨¢pido y estar¨¢n tan lejos de nosotros que su luz no lograr¨¢ alcanzarnos. Se ver¨¢ un cielo con estrellas, pero sin galaxias, solo la de Andr¨®meda¡±, comenta Schmidt. ¡°Ser¨¢ un cosmos solitario y un astr¨®nomo como yo no tendr¨ªa trabajo¡±, se lamenta.

Schmidt se declara optimista sobre la energ¨ªa oscura y espera que se logre comprender en unos a?os. Pero a lo mejor... ¡°imag¨ªnese que la Tierra no se hubiera formado unos 9.000 millones de a?os despu¨¦s del Big Bang sino mucho despu¨¦s; c¨®mo cosm¨®logo, observo el cielo y no veo galaxias, as¨ª que no puedo descubrir la expansi¨®n del universo, ni la aceleraci¨®n, es decir, que no puedo entender c¨®mo funciona el cosmos porque en su evoluci¨®n se ha perdido informaci¨®n¡±, plantea Schmidt. ¡°Me resulta inquietante; como cient¨ªfico, me gustar¨ªa pensar que se puede llegar a comprender pr¨¢cticamente todo¡±.

¡°El cient¨ªfico tiene que atreverse a cometer errores, no puede ser infalible¡±

Schmidt sigue siendo atrevido, aunque diga que el premio Nobel hace conservador al cient¨ªfico ¡°porque coge miedo a equivocarse, porque parece que tiene que ser infalible, cuando el cient¨ªfico, que est¨¢ explorando en la misma frontera del conocimiento, adentr¨¢ndose en lo nuevo, tiene que atreverse a cometer errores¡±.

No quiere este australiano nacido en EE<TH>UU acabar sin darle ogro giro de tuerca a la ciencia que, se le nota, ama. Y se refiere a su utilidad, al porqu¨¦ es necesario invertir esfuerzo en la investigaci¨®n fundamental. ¡°La ciencia, la astronom¨ªa, es pensar, y al hacerlo abrimos la mente a nuevas ideas, a c¨®mo abordar problemas y posibilidades, y esto es rentable para la sociedad. Al hacer un nuevo telescopio est¨¢s investigando cosas que nadie ha pensado antes y eso entrena a las personas¡±, apunta. Remata con dos ejemplos: ¡°La web naci¨® en el Laboratorio Europeo de F¨ªsica de part¨ªculas, CERN, un centro de investigaci¨®n b¨¢sica; y el wifi lo invent¨® un colega m¨ªo radioastr¨®nomo en Australia, John O?Sullivan, que estudiaba como se evapora un agujero negro y ten¨ªa que solucionar el problema de c¨®mo rebotan las ondas radio en la galaxia... As¨ª empez¨® a trabajar con se?ales m¨²ltiples y la soluci¨®n de la astronom¨ªa se tradujo en el wifi¡±.