Una vacuna neutraliza el efecto de la hero¨ªna en ratas
El producto impide que los derivados de la droga lleguen al cerebro Los animales inmunizados no recaen si reciben el estupefaciente
Una vacuna experimental ha conseguido anular el efecto de la hero¨ªna en ratas. El compuesto desarrollado por The Scripps Research Institute, que lo publican en la revista de la Academia de Ciencias estadounidense, PNAS, consigue una respuesta inmune contra la droga y varios de los subproductos en los que esta se descompone. ¡°Cuando a ratas adictas a la hero¨ªna se las priva de la droga, normalmente vuelven a consumirla compulsivamente cuando se les da acceso otra vez, pero nuestra vacuna impide que esto suceda¡±, ha dicho George F. Koob, codirector del trabajo.
Activar el sistema inmunol¨®gico para que impida que las drogas lleguen al cerebro es una vieja aspiraci¨®n. Pero, entre otros problemas, est¨¢ el hecho de que los compuestos que act¨²an en el cerebro son en general peque?os y dif¨ªciles de detectar por sistema inmunitario. El truco de esta vacuna est¨¢ en que se han unido las mol¨¦culas que deben producir la respuesta inmune (la hero¨ªna en s¨ª misma pero tambi¨¦n la 6-acetilmorfina y la morfina) a cadenas proteicas mayores. De esta manera no eluden al sistema inmunitario, y este se acostumbra a reaccionar contra ellas. Esta es la idea que se ha usado tambi¨¦n en otras vacunas que se est¨¢n ensayando, como las de la coca¨ªna y la nicotina.
Ensayos anteriores realizados por el mismo instituto hab¨ªan demostrado que cuando se administraba este prototipo de vacuna a ratas, tres de siete no acud¨ªan a por una dosis de hero¨ªna, lo que quer¨ªa decir que no notaban sus efectos adictivos. Esta vez el ensayo se ha centrado en animales que ya hab¨ªan aprendido a administrarse una inyecci¨®n de hero¨ªna. Para ello deb¨ªan presionar tres veces una palanca.
Tras habituarlas a la droga, los animales pasaron por un tiempo de desintoxicaci¨®n, en el que, por m¨¢s que acud¨ªan al dispositivo, no recib¨ªan dosis alguna del estupefaciente. Despu¨¦s, a un grupo se le administr¨® la vacuna, y a todas se las volvi¨® a facilitar hero¨ªna. La capacidad de la sustancia es tan fuerte para crear adicciones que despu¨¦s de una sola exposici¨®n a la hero¨ªna las ratas que no hab¨ªan sido vacunadas acudieron de nuevo a la palanca para seguir recibiendo sus dosis.
Joel Schlosburg, otro de los autores del trabajo, ha explicado que, adem¨¢s, hicieron una segunda prueba. Facilitaron a las ratas dosis crecientes de la sustancia, algo que animales sin haber estado expuestos previamente no hubieran aguantado. Despu¨¦s de 30 d¨ªas de abstinencia, se administr¨® a parte de ellas la vacuna, y se reinici¨® el proceso. Las inmunizadas evitaron recurrir a las palancas suministradoras, mientras que las otras enseguida reemprendieron los h¨¢bitos que ya ten¨ªan. Esto indica que no solo han perdido el inter¨¦s por la droga, sino que tampoco intentan compensar un efecto menor debido a un funcionamiento parcial de la vacuna recurriendo a dosis mayores.
Esto quiere decir que la capacidad de la sustancia es tan fuerte que el mero recuerdo una sola vez desencaden¨® todo el proceso de adicci¨®n de nuevo, en un proceso igual al de las reca¨ªdas de los humanos que han sido consumidores una vez. Pero lo animales que hab¨ªan sido vacunados no alertaron su comportamiento, lo que ha sido interpretado por los investigadores como un ¨¦xito: la vacuna impide que lleguen al cerebro los est¨ªmulos, y las ratas siguen sin revivir la adicci¨®n y continuaron limpias.
Las anal¨ªticas han demostrado que la vacuna consigue eliminar la hero¨ªna y la 6-acetilmorfina de la sangre, con lo que no llegan al cerebro. En cambio, no act¨²a contra algunos de los tratamientos paliativos, como la metadona o la buprenorfina, por lo que ambas estrategias (vacuna y f¨¢rmacos sustitutivos) ser¨ªan potencialmente utilizables en humanos, si los ensayos llegan a ese grado.
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