Aprender de Australia: exportemos educaci¨®n superior
Espa?a deber¨ªa convertir la ense?anza universitaria en una fuente de divisas
Hasta mediados de los a?os ochenta Australia recib¨ªa pocos estudiantes extranjeros, que en su mayor¨ªa eran subvencionados por el Gobierno. En 1985 hubo un cambio de pol¨ªtica: se estableci¨® como prioridad atraer estudiantes internacionales y comenz¨® una amplia campa?a de difusi¨®n sobre las ventajas de estudiar en Australia, creando, entre otras medidas, la figura del Defensor del Pueblo para estudiantes extranjeros. Se estimul¨® a las universidades a admitir estudiantes internacionales con tasas que cubriesen el coste total de la ense?anza, se simplificaron sus visas y se mejor¨® la financiaci¨®n competitiva de las universidades. En treinta a?os el n¨²mero de estudiantes extranjeros en Australia ha pasado de 10,000 a 350,000 y los ingresos que generan se han convertido en la tercera industria exportadora del pa¨ªs: 12.700 millones de d¨®lares en al a?o 2007.
Los pol¨ªticos australianos tuvieron la visi¨®n de prever el gran crecimiento de la demanda universitaria de calidad en el siglo XXI, especialmente por el desarrollo de China, India y Corea, que son actualmente los mayores proveedores de estudiantes internacionales en el extranjero, as¨ª como que la mejor inversi¨®n en el mundo actual es invertir en conocimiento. En 1980 el n¨²mero de estudiantes extranjeros en el mundo era de menos de un mill¨®n, y se concentraban en EE UU, Reino Unido, Francia y Alemania. En la actualidad ha pasado a m¨¢s de cuatro millones de personas, siendo EE UU con el 17%, el Reino Unido con el 13% y Australia con el 7% los pa¨ªses que reciben una mayor proporci¨®n. En relaci¨®n a su poblaci¨®n Australia es l¨ªder, seguida del Reino Unido y de Austria.
Espa?a deber¨ªa aprender de la experiencia de Australia y convertir la ense?anza universitaria en una fuente de divisas. Australia part¨ªa con la ventaja del ingl¨¦s, pero carec¨ªa de una tradici¨®n de universidades de prestigio. Esto ha cambiado con una pol¨ªtica de apertura y de est¨ªmulo a la excelencia: Australia se ha convertido en el pa¨ªs del mundo con m¨¢s universidades entre las 50 mejores menores de 50 a?os en el ranking QS. Espa?a tiene a su favor su enorme atractivo cultural y tur¨ªstico y uno de los idiomas m¨¢s demandados en el mundo. Tiene en su contra el sistema actual de acceso a las universidades, que dificulta mucho la entrada de los extranjeros; la falta de una pol¨ªtica de Estado a favor de la internacionalizaci¨®n de las universidades y los escasos recursos que se asignan a la educaci¨®n superior con relaci¨®n al PIB.
Si desarroll¨¢semos una amplia oferta de programas biling¨¹es y en ingl¨¦s podr¨ªamos convertir nuestros mejores campus en focos de atracci¨®n
Las universidades espa?olas son ya las preferidas por los estudiantes europeos dentro del programa ERASMUS, destacando la Universidad de Granada en t¨¦rminos absolutos y la Carlos III de Madrid en relaci¨®n a su tama?o. Si desarroll¨¢semos una amplia oferta de programas biling¨¹es y en ingl¨¦s, de manera que todos los estudiantes dominasen el espa?ol y el ingl¨¦s al finalizar sus estudios, podr¨ªamos convertir nuestras mejores universidades en focos de atracci¨®n para estudiantes de todo el mundo. Hacerlo es, adem¨¢s, una necesidad: el sistema universitario espa?ol puede acoger un n¨²mero de estudiantes mayor que el actual, y atrayendo estudiantes extranjeros que paguen el coste total de la ense?anza podremos mantener y apoyar a nuestro profesorado y personal de administraci¨®n, aumentar nuestros recursos financieros y tener universidades mejores, m¨¢s abiertas e internacionales y, por tanto, m¨¢s competitivas.
Para hacer posible esta estrategia es urgente modificar el acceso de los estudiantes extranjeros a nuestras universidades. En la actualidad solo pueden acceder al Grado los estudiantes europeos y chinos, dado que se les convalida la prueba de acceso a la Universidad (PAU o selectividad) con los estudios en su pa¨ªs, aunque se les discrimina con una nota m¨¢xima de diez, cuando los estudiantes espa?oles haciendo la selectividad pueden llegar hasta catorce. Esto hace imposible que un estudiante europeo con la nota m¨¢xima en secundaria de su pa¨ªs pueda entrar en Espa?a en las carreras m¨¢s demandadas. Los estudiantes del resto del mundo, incluyendo todos los pa¨ªses de Iberoam¨¦rica, no pueden acceder al primer ciclo de las universidades espa?olas con los estudios de sus pa¨ªses de origen. Esta situaci¨®n debe cambiarse: la presencia de estudiantes extranjeros con talento en nuestras aulas mejorar¨¢n las clases, har¨¢ m¨¢s internacionales y abiertas nuestras universidades y m¨¢s din¨¢micos nuestros campus. Una soluci¨®n de urgencia es permitir a las universidades establecer un cupo de plazas, con mecanismos de acceso flexibles, para que los buenos estudiantes internacionales que lo deseen puedan integrarse en los estudios de Grado convalidando sus estudios previos, como ocurre ya en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos. Adem¨¢s, esta apertura de nuestras universidades aumentar¨¢ la demanda por nuestros m¨¢steres y doctorados, donde no existen ahora limitaciones de acceso para los extranjeros.
La ense?anza a distancia mediante internet est¨¢ transformando las formas de aprendizaje y eliminando barreras a la movilidad. Adaptar nuestras universidades a este nuevo entorno es una necesidad urgente para no quedarnos rezagados en la sociedad del conocimiento. Abrir nuestras universidades al talento de todo el mundo puede ser uno de los factores m¨¢s importantes para cambiar nuestro modelo productivo, convertir la ense?anza universitaria en una fuente de riqueza y contribuir a una sociedad mejor.
Daniel Pe?a es el rector de la Universidad Carlos III de Madrid
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