El reto de vivir en silencio

No es ninguna tonter¨ªa el dicho ¡°huir del mundanal ruido¡±. Algunos han visto en ello un negocio en auge. Cada vez son m¨¢s frecuentes las ofertas vacacionales, cursos de yoga o meditaci¨®n que venden precisamente silencio y tranquilidad, lejos de bullicio de las urbes.

Ya existe un club de hoteles silenciosos, Relais du Silence. La idea naci¨® en Francia en 1968, y cuenta con m¨¢s de 200 socios por toda Europa. ?Su filosof¨ªa? Ofrecer tranquilidad y sosiego. Nada de fiestas bulliciosas ni m¨²sica hasta las tantas. Los hoteles de este club venden denscanso, as¨ª de sencillo. ?Hay en Espa?a? S¨ª, diez en diferentes provincias (Catalu?a, Pa¨ªs Vasco, Andaluc¨ªa o Galicia).

Tambi¨¦n actividades como el yoga o la meditaci¨®n ofrecen ese remanso de paz en medio de la urbe. Una soluci¨®n para huir de los ruidos de la ciudad sin salir de ella.

Es que hay una contaminaci¨®n en el aire que no se ve ni huele, pero s¨ª tiene efectos sobre la salud. Es el ruido. Los ciudadanos viven rodeados de sonidos, unas veces agradables, pero otras no tanto. Los coches, el metro, la ambulancia que pasa o la m¨²sica del bar de abajo influyen en la calidad de vida de las personas tanto que, en exceso, provocan, entre otros efectos, estr¨¦s, insomnio, aumentan la tensi¨®n arterial y aceleran la p¨¦rdida de audici¨®n. Los problemas f¨ªsicos y psicol¨®gicos derivados de una exposici¨®n continua a un nivel de ruido elevado y continuo son algo m¨¢s que meras molestias, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Es una amenaza para la salud de las personas, es la segunda causa de enfermedad por motivos medioambientales, por detr¨¢s de la poluci¨®n atmosf¨¦rica, seg¨²n la organizaci¨®n.

La normativa espa?ola al respecto es extensa, hay estatal, auton¨®mica y local. Pero todas ellas tienen un denominador com¨²n, un tope que no se puede rebasar. La Ley del Ruido de 2003, trasposici¨®n de una directiva europea, fija que no se pueden sobrepasar los 65 decibelios de d¨ªa y los 55 de noche en zonas residenciales, un poco encima incluso de los que aconseja la OMS, 50dBA de d¨ªa y 40 de noche. Pese a las recomendaciones y las leyes, m¨¢s de nueve millones de espa?oles soportan niveles de ruido superiores a los permitidos, seg¨²n el informe Ruido y Salud, publicado el pasado abril por el Observatorio Salud y Medio Ambiente de DKV, GAES y la Fundaci¨®n Ecolog¨ªa y Desarrollo (ECODES).

Estos datos, sit¨²an a Espa?a en la segunda posici¨®n, despu¨¦s de Jap¨®n, con mayor proporci¨®n de personas expuestas a ruidos. Este problema no es ¨²nico, sin embargo, de la sociedad espa?ola, considerada ruidosa en el m¨¢s amplio sentido de la palabra, aunque s¨ª tiene relaci¨®n con la cultura y las costumbres, en definitiva, con el estilo de vida. Uno de cada tres ciudadanos occidentales, seg¨²n la OMS, afirma sufrir trastornos de salud ligados al ruido diurno. M¨¢s a¨²n, uno de cada cinco dice tener dificultades para dormir a causa del tr¨¢fico. El transporte, los coches, aviones y ferrocarriles, son las principales fuentes de sonidos nocivos en las ciudades, seg¨²n el estudio Ruido y Salud. Los bares y locales de ocio nocturno concentran, sin embargo, el grueso de las quejas ciudadanas, un 35%, dice el informe de DKV, GAES y ECODES.

La resignaci¨®n no es la respuesta. La contaminaci¨®n ac¨²stica es un problema grave, sobre todo cuando se cuela en casa, en el sue?o y la tranquilidad de las personas. Cuando la perturbaci¨®n excede los l¨ªmites permitidos, deja de ser una cuesti¨®n de respeto y convivencia --aquello de no molestar al vecino en las horas de siesta-- y entra en el terreno de la legalidad. La Plataforma Estatal contra el Ruido tiene disponible en su p¨¢gina web una gu¨ªa pr¨¢ctica para afectados en la que explican los pasos a seguir.

¡°El descanso es un derecho¡±, recuerda Antonio Garc¨ªa, abogado especializado en combatir el ruido en los juzgados. En los casos en los que el conflicto es entre un negocio (un local de ocio, una f¨¢brica, un comercio) y una comunidad de vecinos, los primeros apelan a su ¡°derecho a la libre empresa¡±, explica Garc¨ªa. ¡°Pero los jueces suelen anteponer el derecho al descanso, la intimidad y la inviolabilidad de la vivienda¡±, a?ade. Los problemas que observa en sus clientes, la desesperaci¨®n y las ojeras, han impulsado a este abogado a iniciar una guerra contra la invisibilidad de la m¨²sica machacona de la discoteca que se mete en la cama de los vecinos o el estruendo continuo del tr¨¢fico en la calle.

Por eso, Garc¨ªa, ha creado un Observatorio del Ruido. Los afectados pueden situar en el mapa su problema. Tras las comprobaciones para corroborar que la queja es fundada, se coloca una chincheta virtual en el punto negro de contaminaci¨®n ac¨²stica. El objetivo es crear un mapa del ruido que visibilice lo que no que no se puede ver, pero s¨ª escuchar. ¡°Falta sensibilizaci¨®n y educaci¨®n¡±, afirma Garc¨ªa. En su opini¨®n, es importante que las personas, sufran o no este problema, tomen conciencia de su importancia.

Adem¨¢s de las iniciativas particulares, los municipios de m¨¢s de 100.000 habitantes deben realizar, por ley, mapas del ruido. Algunos ayuntamientos se resisten todav¨ªa a realizarlos, lo aplazan o demoran, o simplemente no le dan importancia. Solo 19 ciudades han enviado su mapa estrat¨¦gico del ruido, pese a que la fecha tope para hacerlo era junio de 2012. Grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Alicante, no han presentado aun el estudio. Lo que en definitiva impide tomar medidas. No hay problema, no hay soluci¨®n. Pero las hay. Es posible atajar el problema del ruido por dif¨ªcil que parezca. La innovaci¨®n tecnol¨®gica y la voluntad son las respuestas.

Medidas para mitigar el ruido:

Sea cual sea la fuente de ruido en las ciudades, se puede reducir si existe una planificaci¨®n urban¨ªstica adecuada. As¨ª lo cree el abogado Antonio Garc¨ªa. ¡°La previsi¨®n es fundamental para que no surja el problema y luego tener que solucionarlo¡±, dice. El experto en problemas con el ruido cree que un primer paso es no construir cerca de grandes v¨ªas de circulaci¨®n. ¡°Algunas urbanizaciones nuevas las levantan al lado de carreteras¡±, advierte. En ese caso, tambi¨¦n la construcci¨®n con materiales que absorban las ondas sonoras, con paredes y ventanas gruesas, pueden evitar muchas molestias.

Adem¨¢s del tr¨¢fico rodado o a¨¦reo, los bares y las discotecas, son grandes generadores de conflictos por el ruido que generan. Tambi¨¦n la planificaci¨®n puede evitar el problema. ¡°Basta con que los ayuntamientos no den licencia a muchos locales de ocio en una misma calle, como suele ocurrir¡±, explica Garc¨ªa.

El tr¨¢fico rodado es una de las principales fuentes de ruido sobre todo en las grandes urbes. Pero reducir el impacto es posible.

- El asfalto poroso reduce entre un 10 y 20% el ruido por rodadura de los veh¨ªculos.

- El coche el¨¦ctrico (o h¨ªbrido): esta innovaci¨®n tecnol¨®gica no solo reduce los gases nocivos que emiten los veh¨ªculos y que tanto afectan a la salud y el medio ambiente, sino tambi¨¦n el ruido. Los motores el¨¦ctricos son silenciosos. Marcas como Toyota, Honda, Citr?en, BMW, Renault o Mercedes, ya tienen en el mercado coches el¨¦ctricos o h¨ªbridos, cuyos corazones laten, pero no rugen.

- Motores menos sonoros: pese al gran avance de la tecnolog¨ªa el¨¦ctrica, la mayor¨ªa del parque m¨®vil sigue siendo de motores convencionales. Por eso, tambi¨¦n se trabaja, y existe normativa, para que emitan menos decibelios.

- La instalaci¨®n de pantallas ac¨²sticas (vegetales y convencionales) en las grandes v¨ªas disminuye el ruido que llega a las viviendas colindantes.

- Los conductores tambi¨¦n pueden, con una actitud sosegada, contribuir a reducir el impacto sonoro. Tocar la bocina solo cuando sea necesario y evitar los frenazos y aceleraciones bruscas, son algunas pautas sencillas que mejoran la armon¨ªa ac¨²stica en carretera.

Seg¨²n un estudio del Instituo de salud Carlos III de Madrid, hay un ¡°alto nivel de evidencia en la relaci¨®n entre exposici¨®n a ruido y la disminuci¨®n del rendimiento o alteraci¨®n de la productividad, aparici¨®n de fatiga y cambios en la memoria tanto a corto como largo plazo.

Para evitar estas consecuencias, Andaluc¨ªa Emprende, inici¨® una campa?a contra el ruido en las oficinas. Sus consejos son:

- Colocar la CPU de los ordenadores debajo del escritorio.

- Instalar los aparatos que emiten ruido, como impresoras, faxes o trituradora de papel, en estancias separadas del espacio en el que se trabaja.

- Evitar conversaciones continuas entre compa?eros y reservarlas a las zonas de descanso.

- Disminuir el n¨²mero de personas en los espacios comunes e instalar mamparas separadoras.

- Poner objetos que absorben el sonido como, por ejemplo, plantas.

- Disminuir el volumen del sonido de los timbres de los tel¨¦fonos, tanto fijos como m¨®viles.

- Colocar cortinas: reducen el ruido que procede del exterior de la oficina.

- Si los ruidos molestos provienen del edificio mismo lo ideal es instalar placas de yeso a modo de cielo raso o revestir con ellas las paredes.

El ruido afecta a su salud

Efectos f¨ªsicos. Erica Flieg, logopeda y audi¨®loga, creadora del portal www.oiryhablar.com, lo tiene claro. ¡°El ruido hace un da?o de manera silenciosa, muy lentamente y sin darnos cuenta¡±, dice. Pero las consecuencias est¨¢n probadas: desde la p¨¦rdida de audici¨®n, hasta otro tipo de dolencias como ac¨²fenos, esos pitidos que aparecen en el interior del o¨ªdo por alteraci¨®n del nervio auditivo, llegando a causar en la persona que los sufre de manera cr¨®nica, ansiedad y cambios de car¨¢cter.

¡°Los o¨ªdos tienen unas c¨¦lulas, unos pelillos, que se da?an con el ruido. Y no se regeneran¡±, alerta Flieg. A veces, se estropean por la exposici¨®n a un ruido corto pero muy intenso, como una explosi¨®n, explica la experta. Pero normalmente el da?o es gradual, al soportar niveles de sonidos elevados, no insoportables, pero s¨ª constantes.

Fleig alerta de algunas malas costumbres como subir demasiado el volumen cuando se llevan auriculares. ¡°La referencia es que si el de al lado puede o¨ªr lo que lo que escuchas, ya est¨¢s causando un da?o irreversibles a tus o¨ªdos¡±, afirma.

La audi¨®loga recomienda adem¨¢s el uso de tapones ¨C¡°ya los hacen personalizados, con filtros en funci¨®n de cu¨¢nto se quiere escuchar¡±, apunta- cuando se vaya a estar expuesto a ruidos, por ejemplo, en ciertos trabajos o en los viajes en avi¨®n .

Efectos psicol¨®gicos. El psic¨®logo ambiental y profesor en la Universidad de Barcelona, Sergi Valera, advierte que, adem¨¢s de las auditivas, el ruido provoca ¡°otras alteraciones que tienen que ver con la reacci¨®n de nuestro cuerpo ante el estr¨¦s que genera el ruido: ¨²lceras g¨¢stricas, aumento de la presi¨®n sangu¨ªnea o alteraciones endocrinas¡±.

Pero no todos los sonidos, por altos que sean, son molestos, explica el experto. ¡°La definici¨®n de ruido es psicol¨®gica: es un sonido no deseado. Por lo tanto, ruidos de baja intensidad, que no provoquen efectos fisiol¨®gicos, pero percibidos como altamente molestos, pueden desencadenar respuestas de estr¨¦s. Cuantas veces no hemos podido dormir bien por tener un mosquito en la habitaci¨®n con su insidioso zumbido, por ejemplo¡±, detalla Valera.

As¨ª, las alteraciones psicol¨®gicas se derivan de esta sensaci¨®n de molestia que provocan determinados sonidos y que distorsionan nuestra actividad habitual. ¡°Nos centramos en analizar el ruido, evaluar su grado de amenaza, la fuente donde se origina o qu¨¦ podemos hacer para detenerlo o mitigarlo. Ello supone un desgaste psicol¨®gico y una fatiga mental importante¡±, dice el psic¨®logo. Esto conlleva, seg¨²n Valera ¡°una mayor irritabilidad, p¨¦rdida de concentraci¨®n, dificultades de relaci¨®n social, baja tolerancia a la frustraci¨®n o mayor descontento con otros aspectos del entorno que se dan conjuntamente con el ruido¡±.

Estos efectos se producen, sobre todo, cuando no se puede controlar el ruido. Como el de la discoteca, los vecinos o el tr¨¢fico. Sin embargo, ¡°toleramos mejor el volumen alto de un televisor si tenemos nosotros el mando a distancia¡±, a?ade el profesor.