Espa?a supera a Alemania en igualdad de g¨¦nero

La sociedad alemana es menos igualitaria de lo que su pujanza econ¨®mica invitar¨ªa a pensar. Y la espa?ola, algo m¨¢s de lo que sugiere la uniformidad de los consejos de administraci¨®n. Espa?a supera a Alemania, Austria y Luxemburgo en cuestiones de igualdad de g¨¦nero, seg¨²n un nuevo indicador europeo presentado hoy en Bruselas. Si el 100 es la equidad absoluta, Espa?a se sit¨²a en el valor 54, exactamente igual que la media, mientras Alemania se queda en el 51,6, de acuerdo con el estudio realizado por el Instituto Europeo para la Igualdad de G¨¦nero, una agencia dependiente de la Uni¨®n Europea.

La diversidad de indicadores que integran ese marcador explica que los resultados en ocasiones contradigan la percepci¨®n de los ciudadanos. El ¨ªndice recoge variables que se agrupan en seis: trabajo, dinero, conocimiento, tiempo fuera del trabajo, poder y salud. Esta ¨²ltima r¨²brica, que mide cuestiones como la esperanza de vida, la propia conciencia de la salud o el acceso al sistema sanitario, arroja los valores m¨¢s cercanos a la igualdad: 90,1 en toda la UE. Y Espa?a incluso supera esa media, lo que eleva su nivel agregado de igualdad. Tambi¨¦n la alta participaci¨®n de la mujer en el mundo laboral ayuda a amortiguar las diferencias en otros campos.

Los l¨ªderes en igualdad son Suecia, Dinamarca y Finlandia, y los que peores resultados obtienen, Bulgaria, Ruman¨ªa y Grecia

Los l¨ªderes en igualdad son Suecia, Dinamarca y Finlandia y los que peores resultados obtienen, Bulgaria, Ruman¨ªa y Grecia. Casi al mismo nivel que Grecia se sit¨²a Italia, un pa¨ªs en el que la presencia de la mujer en la vida p¨²blica es muy reducida a pesar de su importancia econ¨®mica.

El peor resultado se obtiene en el cap¨ªtulo de poder. Ah¨ª, la Uni¨®n Europea ha recorrido un poco m¨¢s de un tercio del camino hacia la igualdad (38,8). Ese indicador recoge una realidad muy diferente en el sector p¨²blico y en el privado. Las normas para favorecer la paridad en la representaci¨®n pol¨ªtica sit¨²an este aspecto en el 49,9, mientras el mando en el mundo econ¨®mico apenas merece 29 puntos. ¡°Es una gran p¨¦rdida de talento y recursos¡±, ha asegurado Anna Rita Manca, experta del Instituto Europeo para la Igualdad de G¨¦nero, en la presentaci¨®n de los resultados.

El estudio fue un encargo de los Estados miembros de la Uni¨®n Europea para disponer de indicadores cre¨ªbles con los que abordar el problema de la desigualdad. En representaci¨®n de los Veintisiete, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha animado a cerrar esa brecha, especialmente en lo que concierne al empleo: ¡°Si logramos mejorar la posici¨®n de la mujer en el mercado laboral, nuestra competitividad crecer¨¢, nuestro saldo fiscal mejorar¨¢ y las empresas se beneficiar¨¢n de una mayor diversidad en ideas y puntos de vista¡±.

Tampoco son alentadores los resultados sobre el uso del tiempo libre. El indicador aglutina el tiempo que hombres y mujeres dedican a actividades diferentes al trabajo y las dividen en dos grupos: sociales (deporte, vida cultural, ocio¡­) y cuidado del hogar o de la familia. El resultado es que las mujeres dedican escaso tiempo a la primera opci¨®n y mucho a la segunda, por lo que el camino hacia la igualdad se queda en un magro 38,8.

Uno de los resultados m¨¢s rompedores se refiere a la educaci¨®n. Aunque el 60% de los licenciados en Europa son mujeres, este indicador arroja una cifra bastante pobre en lo que respecta a la equiparaci¨®n. Las expertas del instituto de g¨¦nero explican que esa categor¨ªa no solo recoge la participaci¨®n de la mujer en la educaci¨®n, sino tambi¨¦n la segregaci¨®n que se da por disciplinas (las mujeres se suelen concentrar en educaci¨®n y sanidad, mientras en las disciplinas cient¨ªficas predominan los hombres) y la formaci¨®n a lo largo de la vida laboral.

A la hora de proponer alternativas, el instituto aboga por medidas activas como la fijaci¨®n de cuotas. Sin querer entrar en detalles, por entender que se trata de decisiones pol¨ªticas, Anne Laure Humbert, experta de este organismo, considera la elaboraci¨®n de este ¨ªndice como un buen punto de partida para actuar. ¡°Lo que se mide al final acaba haci¨¦ndose¡±, reflexiona. Aunque los resultados a¨²n no permiten ver la evoluci¨®n de la mujer en los ¨²ltimos a?os, Humbert cree que la crisis est¨¢ agrandando la brecha entre hombres y mujeres en Europa.

El estudio constata una laguna fundamental sobre la que sus autoras quieren llamar la atenci¨®n. Se trata de la violencia sobre la mujer, un elemento que consideran clave pero en el que no existen estad¨ªsticas homog¨¦neas. Con la presentaci¨®n de este indicador, las expertas demandan la elaboraci¨®n de datos comparables en la UE.