Un estudio de Harvard vincula el autismo con la contaminaci¨®n
Las madres expuestas a altos niveles de mercurio y di¨¦sel tienen el doble de riesgo de tener hijos con este trastorno
El aire contaminado contiene toxinas que afectan tanto a las funciones neurol¨®gicas como al desarrollo del feto en el ¨²tero, seg¨²n han reflejado diferentes organismos sanitarios, entre ellos la Agencia de Protecci¨®n Medioambiental de Estados Unidos (EPA, en sus siglas en ingl¨¦s). Un estudio publicado esta semana va un paso m¨¢s.
"Vivir en una regi¨®n con altos niveles de aire contaminado puede incrementar el riesgo en las embarazadas de tener un beb¨¦ con alg¨²n trastorno del espectro autista", concluye la primera investigaci¨®n nacional a este respecto en Estados Unidos, elaborada por expertos de la Universidad de Harvard y publicada este martes en la revista Environmental Health Perspectives.
"Las futuras madres que est¨¦n expuestas a altos niveles de di¨¦sel y mercurio tienen el doble de riesgo de tener ni?os con este trastorno que aquellas que viven en zonas limpias de poluci¨®n. Dependiendo del contaminante, del 20% al 60% de las mujeres que participaron en nuestro estudio viven en ¨¢reas donde el riesgo de autismo es elevado", ha asegurado Andrea Roberts, autora e investigadora asociada en el Harvard School of Public Health, a The Huffington Post.
Estudios anteriores hab¨ªan establecido una vinculaci¨®n potencial entre estos dos factores, aunque las muestras eran muy peque?as. La primera vez que se encontr¨® la relaci¨®n entre autismo y poluci¨®n fue en 2006, en un estudio elaborado por el Departamento de Salud de California. El ¨²ltimo se public¨® en noviembre 2012.
Seg¨²n el Centro de Control y Prevenci¨®n de Enfermedades, uno de cada 50 ni?os es diagnosticado con autismo o alg¨²n trastorno relacionado en EE UU. Estos trastornos est¨¢n acompa?ados por deficiencias en la interacci¨®n social y, en la mayor¨ªa de los casos, se presentan patrones restringidos, repetitivos y estereotipados del comportamiento. A pesar de que muchos de los ni?os son diagnosticados a la edad de 8 a?os, hay un incremento del n¨²mero de casos entre los menores de tres a?os.
Los investigadores dividieron en cinco las ¨¢reas de estudio, que iban desde lugares en los que las mujeres viv¨ªan en zonas con altos niveles de poluci¨®n hasta casi ninguna. Tras analizar los datos atmosf¨¦ricos del ¨¢rea donde vivi¨® cada mujer durante su embarazo y parto y ajustar otros factores como los ingresos econ¨®micos, la educaci¨®n y si eran fumadoras o no en su gestaci¨®n (usando datos de la EPA), los datos mostraron que las mujeres embarazadas que viv¨ªan en las zonas m¨¢s contaminadas con di¨¦sel y mercurio ten¨ªan el doble de riesgo de tener un ni?o autista que aquellas que viv¨ªan en zonas m¨¢s limpias.
En cuanto a otros tipos de contaminantes -como manganeso, metales pesados y plomo-, tambi¨¦n se encontr¨® cierta relaci¨®n, pero no en tan alta proporci¨®n. ¡°Todos los productos qu¨ªmicos sometidos a estudio, conocidos como neurotoxinas, de los que se sabe que hay transmisi¨®n de la madre al feto, hacen posible que lo que est¨¦ respirando la madre afecte al cerebro del beb¨¦¡±, ha continuado Roberts.
La investigaci¨®n actual incluye una muestra muy amplia de mujeres repartidas por los 50 Estados que conforman la naci¨®n. El estudio evalu¨® a 325 mujeres que hab¨ªan tenido un hijo con autismo y a 22.000 con hijos libres de trastorno. Fueron seleccionadas de una muestra total de m¨¢s de 110.000 particpantes recogidos en The Nurses Health Study II, con ni?os nacidos desde 1989 hasta 2002.
Los autores advierten que los resultados deben ser le¨ªdos "con cuidado", sobre todo en lo que respecta al riesgo relacionado con el mercurio. Muchos padres en EE UU est¨¢n preocupados por el hecho de que este elemento se usa en las vacunas y su relaci¨®n con el autismo "a pesar de que esta preocupaci¨®n ha sido muy estudiada y rechazada en m¨¢s de una ocasi¨®n por los cient¨ªficos".
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