La decisi¨®n del Supremo acaba con la discriminaci¨®n contra gais extranjeros

¡°Ya pod¨¦is conseguir una ¡®green card¡¯¡±. Este es el mensaje que esperaban escuchar ayer miles de parejas homosexuales formadas por un ciudadano estadounidense y otro extranjero mientras descifraban la hist¨®rica decisi¨®n del Tribunal Supremo. Una de ellas es la formada por la ciudadana espa?ola Mar Verdugo y su esposa, Heather Morgan. Este mi¨¦rcoles segu¨ªan la sentencia de los jueces con la mirada pegada al ordenador. ¡°Cuando vimos las palabras ¡®DOMA es inconstitucional¡¯ no nos lo pod¨ªamos creer¡±, recuerda Verdugo. ¡°Al conocer la sentencia sab¨ªamos que lo hab¨ªamos conseguido¡±.

Los abrazos y las l¨¢grimas al conocer que la m¨¢xima instancia judicial del pa¨ªs respaldaba a la igualdad de los matrimonios homosexuales dio paso a una celebraci¨®n en Nueva York -que continuar¨¢ este fin de semana- y cumplir ese sue?o que aguarda desde hace a?os. La anulaci¨®n de la la Ley de Defensa de Matrimonio, conocida como DOMA y que desde 1996 lo defin¨ªa como la uni¨®n entre un hombre y una mujer, significa que Morgan ya puede solicitar el permiso de residencia para Verdugo, algo que hasta ahora estaba prohibido al tratarse de una pareja del mismo sexo.

¡°Presentaremos la solicitud para el permiso de residencia de Mar el primer d¨ªa que sea legalmente posible¡±, cuenta Morgan. La pareja, casada en Nueva York en 2011, celebra haber contado con la suerte de que Espa?a tambi¨¦n reconozca su matrimonio. ¡°Hemos tenido mucha suerte¡±.

Ambas forman parte de un grupo de cinco parejas que demandaron al Gobierno federal de Estados Unidos por discriminaci¨®n, ya que no ten¨ªan acceso a un beneficio de las leyes de inmigraci¨®n que s¨ª estaba reconocido en el caso de las parejas heterosexuales. Este mi¨¦rcoles, en una decisi¨®n hist¨®rica, el Supremo cambi¨® esa situaci¨®n.

A pesar del hist¨®rico avance que supone la decisi¨®n del Supremo, que justific¨® la anticonstitucionalidad de DOMA porque viola el derecho a la igualdad que reconoce la Quinta Enmienda de la Constituci¨®n estadounidense, su anulaci¨®n no implica que todas las parejas entre un estadounidense y un extranjero del mismo sexo puedan solicitar permisos de residencia.

¡°El Supremo ha dado un paso muy significativo e importante, pero no es el final de la lucha por la igualdad de derechos de los gais¡±, recuerda Morgan. ¡°Se han limitado a reconocer los matrimonios que ya existen, pero todav¨ªa hay homosexuales que no pueden casarse y que quieren ver ese derecho reconocido¡±.

A diferencia de Heather y Mar, las parejas en las que uno de los dos miembros sea indocumentado y haya entrado ilegalmente en el pa¨ªs, y aquellos que no puedan casarse porque no est¨¢ legalizado en el pa¨ªs de procedencia o en el Estado donde residen en Estados Unidos, no podr¨¢n beneficiarse de la decisi¨®n judicial. El verdadero avance, aseguran los expertos, est¨¢ limitado a aquellos que ya han contra¨ªdo matrimonio.

Desde la organizaci¨®n Immigration Equality, pionera en la lucha por estos derechos e impulsora de la demanda en la que participaron Verdugo y Morgan, explican que a partir de ahora EE UU no podr¨¢ negar permisos de residencia por la orientaci¨®n sexual del solicitante. Sin embargo, la sentencia s¨®lo obliga al Gobierno federal a reconocer los derechos de aquellas parejas que ya se han casado. Una docena de Estados, junto al Distrito de Columbia, han legalizado estas uniones, pero no forzar¨¢ a cambiar la ley en los 30 donde est¨¢ prohibido.

El dictamen del Supremo se cruz¨® as¨ª en el debate de la ley de inmigraci¨®n que estas semanas debate el Congreso estadounidense. All¨ª, el senador dem¨®crata Patrick Leahy, uno de los mayores defensores de los intereses de la comunidad gay, propuso una enmienda que hubiera garantizado el acceso a permisos de residencia para estas parejas. Sin embargo, varios senadores republicanos amenazaron con bloquear la ley si se inclu¨ªa ese art¨ªculo, asegurando que iba demasiado lejos. Ayer el Supremo acort¨® la distancia que no pudo recorrer el Senado.

¡°Esta normativa discriminatoria negaba a miles de parejas gais legalmente casadas importantes beneficios federales, incluidos los de inmigraci¨®n¡±, afirm¨® la Secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, tras conocer la sentencia. Napolitano asegur¨® que varios departamentos del Gobierno trabajan ya para implementar la decisi¨®n de la corte ¡°de manera que todas las parejas casadas sean tratadas con igualdad y justicia¡±.