San Francisco abraza las fiestas del Orgullo Gay

¡°Change the world from here¡± (Cambia el mundo desde aqu¨ª), se lee en los carteles enarbolados en las farolas de la c¨¦ntrica plaza de Civic Center. Es un eslogan de la Universidad de San Francisco que le viene como anillo al dedo al esp¨ªritu que anima esta ciudad, especialmente estos d¨ªas en que se ha volcado en la celebraci¨®n de las fiestas del Orgullo Gay.

¡°Embrace, encourage, empower¡± (Abraza, anima, potencia), ha sido el lema de este a?o del Orgullo Gay, acogido con los brazos abiertos y grandes dosis de energ¨ªa por el mill¨®n y medio de personas que han llenado la ciudad de vitalidad, alegr¨ªa y optimismo.

San Francisco, una ciudad que tradicionalmente ha abanderado muchos movimientos que han roto las barreras establecidas, se ha mostrado en esta ocasi¨®n doblemente orgullosa por la reciente victoria que el Tribunal Supremo acaba de dar al movimiento gay con la anulaci¨®n de la Proposici¨®n 8, considerada anticonstitucional y que prohib¨ªa a las parejas del mismo sexo casarse.

En los 43 a?os que llevan celebr¨¢ndose, nunca estas fiestas hab¨ªan estado tan concurridas: 235 grupos han desfilado por espacio de seis horas a lo largo de Marquet Street. Organizaciones sociales, asociaciones representando a los ciudadanos de todos los rincones del mundo que viven en San Francisco y muchas empresas con imagen de marca en la ciudad han estado presentes en el desfile. Por supuesto las tech no han faltado, con Facebook a la cabeza, ¡°orgullosos de estar conectados¡±, rezaba la pancarta.

Los 20 escenarios de la fiesta han convertido Civic Center y alrededores en una plataforma de baile, con la alegr¨ªa y la desinhibici¨®n campeando al ritmo de los colores del arco¨ªris. Las calles han sido tomadas por cientos de miles de personas expresando libremente su identidad personal y sexual.

El Ayuntamiento ha permanecido abierto todo el fin de semana y miles de personas del mismo sexo se han acercado hasta City Hallpara casarse. A la entrada, un cartel daba cuenta de los precios: 99 d¨®lares la licencia y 75 la ceremonia. ¡°La igualdad no tiene precio¡±, rezaba al pie de p¨¢gina de las cuotas.

Algunas parejas se han vestido de gala para la ocasi¨®n y muchas otras han acudido con ropa informal, como la de un d¨ªa cualquiera. Anne y Margaret acaban de dar el paso tras 25 a?os de vida en com¨²n y sienten que ¡°por fin su enlace es aceptado con una mentalidad libre¡±.

Andrew, Michel y cuatro amigos m¨¢s se han acercado a casarse todos juntos, aprovechando que es el cumplea?os de Michel. ¡°Estamos muy emocionados¡±, comentaba Andrew.

¡°S¨¦ qui¨¦n eres¡±, se le¨ªa en el cartel que llevaba una chica muy joven vestida de arco¨ªris y que mostraba de manera elocuente el esp¨ªritu de la fiesta. Todo ha estado permitido en San Francisco estos d¨ªas y se tiene la sensaci¨®n de que el eslogan de la Universidad se ha puesto en pr¨¢ctica.

Sobrevolando la fiesta, la ciudad y el desfile, un avi¨®n paseaba incansable el lema: ¡°Nuestro h¨¦roe LGBTO ¨Csiglas del movimiento gay-, Bradley Manning¡±.

La fiesta ha acabado, pero algo queda en el aire, la conquista de un sue?o para muchos que, una vez m¨¢s, lleva la r¨²brica de California.